Sincronía perfecta

Una cena incomoda

El infierno te hace sufrir de acuerdo con lo que mas deseas, amas o con lo que mas temes.

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Las dos familias se fueron a sus respectivas casas, Hawks se puso a trabajar en seguida, Ellen ayudo a sus padres a llevar las cosas para la cena a casa de los Hawks, al llegar fueron recibidos por Eduard, quien los llevo a la cocina de la casa, Korrina empezaría a cocinar mientras que William y Eduard estarían platicando, Eduard le diría a Ellen por donde ir al jardín donde estaba trabajando Hawks.

Este estaba solo con un pantalón de mezclilla y una playera blanca pegada a su cuerpo, dejando ver que tenia un cuerpo marcado pero no para exagerar, se podía ver como estaba empezando a arreglar la escultura del lado izquierdo del jardín la cual era la estatua de una hermosa mujer de no mas de 20 años pelo rizado largo, con un vestido largo, unas zapatillas y un jarrón en la mano, la otra estatua era de un hombre de igual edad a la mujer, con un pantalón hasta los talones con zapatos de vestir, una camisa y cabello de corte militar, y por ultimo la fuente era de dos pisos con una estatua de un dragón en la parte alta de esta, la fuente no era demasiado grande ni demasiado pequeña.

Ellen al salir al patio vio a Hawks trabajando en la estatua de la mujer, pudo notar una marca en el brazo.

Ellen: Oye niño rudo que te paso en el brazo.

Hawks: Nada que te importe niña de mami.

Ellen No me llames así, solo te preguntaba, aparte como no se tu nombre decidí llamarte así.

Hawks: Como sea, no me llames así, y yo no te diré así.

Ellen: Me parece bien Hawks.

Hawks: De acuerdo, ahora, dijiste que querías ayudar, entonces pásame esa cubeta con agua, necesito mas mezcla.

Ellen: Claro.

Ellen termino ayudando en lo que el chico necesitaba mientras el arreglaba las estatuas Ellen estaba viendo su celular, a menos que el chico necesitara algo, así la estatua de la mujer por fin estaba restaurada y la cena estaba casi lista, los chicos entraron a la casa, Hawks se fue a cambiar mientras Ellen ayudaba a su madre a poner la mesa, a los minutos ya todos estaban sentados en una mesa para 6, Eduard estaba sentado en la punta derecha de la mesa a su lado derecho estaba Hawks junto a Ellen, al lado izquierdo de Eduard estaban William y Korrina; la cena era una lasaña con un estofado de setas y un rico vino tinto del 87, William y Korrina estaban felizmente comiendo y hablando con Eduard de la época en la que Eduard y su familia vivían en el pueblo, mientras tanto los chicos simplemente comían el silencio un silencio bastante incomodo, hasta que Korrina lo rompió con una pregunta.

Korrina: Dime Hawks, ¿Qué opinas del pueblo hasta ahora?

Hawks: La verdad solo he visto muy poco del pueblo para dar una buena opinión, pero hasta ahora me parece tranquilo, excepto por algunas personas.

Korrina: Ya veo, pues espero que te guste, algún día debes visitar el lago tiene una hermosa vista al medio día.

Hawks: Gracias pero la verdad prefiero quedarme entrenando en casa.

Korrina: ¿Y que entrenas?, si se puede saber.

Hawks: Entreno un estilo de pelea con espada.

Korrina: Entonces sabes manejar la espada, eso es raro en estos días sobre todo para un chico, la mayoría esta obsesionados con la tecnología.

Hawks: Yo no soy como los demás, además mi abuelo es quien me inculco el gusto por las artes antiguas.

Eduard: Así es, después de todo la espada que ocupas es un tesoro familiar.

Ellen: ¿Y de quien fue la espada en primer lugar?

Eduard: Fue de un gran guerrero hace muchos años quien se la encomendó a mi familia, yo solo se que mi tatarabuelo fue el más reciente en cuanto a tatarabuelos puedo recordar, el le enseñó a mi bisabuelo, el a mi abuelo y así hasta llegar a mi nieto.

Korrina: Eso significa entonces que esa espada tiene mucha historia.

Eduard: Así es.

La cena termino mas rápido de lo pensado, los Hadoc se fueron a su casa y los Hawks simplemente se fueron a sus habitaciones, Eduard estaba viendo la televisión mientras que su nieto estaba escribiendo en su cuaderno rojo, este cuaderno tenia una gran variedad de escritos, este era el tercer cuaderno que tenia, el primero y en el que tenia un código que solo el conocía era un cuaderno de portada morada, el segundo y donde escribía de plantas y animales era de portada azul, y este tercero de portada roja era sobre las personas que conocía. El chico estaba escribiendo sobre la familia Hadoc, una descripción detallada de sus físicos, el como parecían ser sus personalidades, mas un dibujo de sus rostros.

~~Al día siguiente~~

Ya era otro día, el muchacho se levanto temprano, hizo el desayuno para el y su abuelo, comió y salió de la casa, se dirigió a la escuela y empezó sus clases, todas aburridas, a excepción de la clase de filosofía.

La mañana paso tranquila, hasta el descanso.

Henry: Miren a quien tenemos aquí, al rarito de la clase.

Hawks: Enserio, déjame en paz ayer nos regañaron por tu culpa, no quiero peleas.

Henry: Si supongo que fue mi culpa, pero no me arrepiento, y te seguiré molestando hasta que te hartes.

Hawks: No te recomiendo que me hagas enojar,

Henry: ¿Y que si lo hago? ¿Acaso me golpearas? o ...

Ellen: Ya deja de molestar al nuevo, Henry.

Henry: Tu que te metes, esto es entre el y yo.

Ellen: Me meto porque no quiero mas peleas a la hora del descanso.

Hawks: Ellen yo me puedo encargar de él, así que no tenias que interrumpir, pero te agradezco que lo hicieras, me dejaste terminar mi almuerzo.

Ellen: Si de nada Hawks.

Henry: Ooh ya veo, al chico nuevo le gusta la hija del maestro, que tierno, me da asco.

Hawks: Que nos llevemos bien no significa que seamos algo, supongo que no sabes eso porque ninguna chica se acerca a ti.

Ellen: -se ríe entre dientes- Hawks lleva solo dos días aquí y ya sabe que eres un repelente de mujeres, jijiji.

Henry: Hug, me largo de aquí, pero es porque quiero, no porque ustedes me dijeron.

Hawks: Como sea, de todos modos ya van a empezar las clases.

Ellen: Cierto, nos vemos después.

Hawks: Aja.

Y tan rápido como la mañana, la tarde también pasó, Hawks ya estaba en casa trabajando en la estatua del hombre, cuando tocan la puerta.

Eduard: Yo abro -abre la puerta-, Oh, quien diría que vendrías tan pronto...

::.FIN DEL CAPITULO.::