SIN EDITAR
El olor a navidad, chocolate caliente y galletas de jengibre está en el aire. Es el tiempo perfecto para abrigarse y estar al lado de seres queridos. Pero no para ellos, quienes se sienten tan solos que la compañía del otro puede resultar...
Día 6: Quiero tener un sueño tan puro como los tuyos
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Universo canon Pre adolescentes
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—¿Hay algo que quieras hacer esta navidad, Sasuke-kun? —pregunta Hinata con una sonrisa amable.
El pelinegro niega con una mueca.
—No creo —responde en un suspiro—. Es probable que pase el día entrenando.
Hinata resopla y lo mira con tristeza.
—¿No quieres venir conmigo?
Silencio.
Sasuke frota sus ojos con cansancio y vuelve a suspirar.
—Podemos hacer muñecos de nieve —sugiere.
—¿Y comer galletas de jengibre? —agrega.
Hinata asiente emocionada.
—Podemos hacer lo que desees —dice en un gesto nervioso—. Es navidad, al fin y al cabo. Debemos pasarla bien.
—Supongo que sí.
Hinata se remueve en su asiento. Tiene muchas ideas que quisiera contarle a su amigo, un montón de sugerencias, pero no sabe si él se negara.
—Mi sueño siempre ha sido preparar un pastel —comenta ella con diversión y Sasuke la observa atento. Su sonrisa es muy bonita cuando habla de cosas tan tiernas. —Es un poco tonto, pero de verdad me encantaría.
Sasuke se recarga en el hombro de la chica.
—[...] ¿Cuál es su sueño? —preguntó Kakashi.
—Lo mío no es precisamente un sueño, más bien es una meta —respondió con seriedad—. Y es matar a un hombre.
Itachi Uchiha.
—¿Sucede algo, Sasuke-kun? —cuestiona ella ante el semblante ausente del chico.
Él entierra su rostro en su cabello y se queda ahí un rato. Su corazón late con rapidez y sus mejillas se han incendiado.
—Quiero tener sueños tan puros como los tuyos —murmura sin atreverse a mirar los ojos de lavanda.
Hinata esboza una sonrisa tímida.
—Piensa en uno, entonces. Debe existir algo que quieras más que nada en estos momentos.
Sasuke piensa un poco.
Hay muchas cosas.
Y entre todas ellas hay algo que no se atreve a mencionar en voz alta.
Se avergüenza con el mero pensamiento y cubre su rostro para que ella no vea su sonrojo.
—Me apetece comer un tomate —confiesa.
Y no es del todo mentira, de verdad quiere un tomate.
Hinata se pone de pie de un salto y lo toma por la muñeca.
—¡Cumplamos tu primer sueño!
Sasuke ríe con ternura y la sigue.
El primer sueño que cumpliría a su lado, el primero de muchos.
