SIN EDITAR
El olor a navidad, chocolate caliente y galletas de jengibre está en el aire. Es el tiempo perfecto para abrigarse y estar al lado de seres queridos. Pero no para ellos, quienes se sienten tan solos que la compañía del otro puede resultar...
Universo alterno: Adultos Leve mención al narusaku
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Sasuke a veces podía ser testarudo y todo un dolor de cabeza, pero cuando se trataba de Hinata, se convertía en alguien que apenas reconocía.
No podía evitarlo.
Estar enamorado de Hinata sacaba facetas que ni él mismo conocía. Sin embargo, no le desagrada en absoluto.
Si era ella, estaría bien.
—Sasuke.
—Hmm.
—¿Puedes abrazarme? —pide sentada desde el sofá—. Hace mucho frío.
El pelinegro sonríe con suavidad y asiente. Se acerca hasta ella y la sostiene por la cintura.
Su aroma a canela y vainilla se hace más evidente y suspira. Le encanta.
—¿Deberíamos invitar a Naruto-kun y Sakura-san mañana? —pregunta, acurrucándose en su pecho.
—Si quieres —responde.
La razón por la que quiere invitarlos es porque seguramente Naruto pretende llevar a Sakura a Ichiraku. Le da gracia eso, ni siquiera en navidad, su amigo puede dejar de comer ramen.
—Los llamaré en la tarde.
—Está bien.
Hinata siente sus párpados pesados y lentamente los va cerrando para caer dormida. Sasuke enreda sus dedos en las hebras azules con la intención de arrullarla.
—Creo que mejor no los invitaré —susurra entre un bostezo.
—¿Por qué has cambiado de opinión? —cuestiona con curiosidad, aunque se imagina el porqué.
Hinata vuelve a abrir los ojos y lo observa, ella tiene una mirada de lavanda tan bonita que le hace querer admirarla hasta el resto de sus días. Un pequeño sonrojo se colorea en sus mejillas y esboza una sonrisa cálida.
—Me gustaría estar a solas contigo —confiesa en un murmullo—. Sentados frente a la chimenea, comiendo galletas de jengibre y abrazándonos como ahora.
Sasuke dejó escapar una risita boba. Cursi y adorable. Pero no se niega. Gustoso acepta la petición de ella y deposita un casto beso en sus labios.
