- ¿La matas? - Dije balbuceando.
Nos quedamos en silencio un buen rato.
- Es broma, joder. - Dijo mientras se levantaba.
No estoy segura de por qué pregunté.
Me levanté rápido y le seguí.
- Alan, si tienes algún problema alguna vez, yo te escucharé. - Conforme lo decía, me arrepentía. - Bueno... Es que... Tu acabas de escuchar mis problemas. - Dije para intentar arreglarlo.
- Que mal. Yo no tengo ningún problema. - Dijo sonriendo.
Ahí está su sonrisa de nuevo. No puedo creer lo que esta pasando... El peor error de mi vida. Alan. Alan me gus-
- Ah, y sobre tus problemas. Es un derecho reservado para toda la vida, ¿no crees? - Dijo Alan interrumpiendo mis pensamientos.
- Eso... Es cierto... - Dije muy sorprendida.
En ese momento... No supe lo que Alan trató de decirme.
Llegó el día de la excursión.
- E-Esto... Alan, toma nota de estos datos importantes que te voy a leer sobre la excursión. - Le dije a Alan mirando el papel que estaba sosteniéndo. - Viajaremos en bus hasta el punto de partida. La distancia es de 42 kilómetros y... ¡Alan! - Grité, ya que no me estaba haciendo ni caso. - ¡Explica esto a todos, que es importante!: móviles; prohibidos, y no detenerse en niguna tienda durante el camino.
- Dallas, no uses tu móvil en la excursión. - Dijo Alan a Dallas, que justamente pasaba por ahí.
- V-Vale. - Dijo Dallas siguiendo su camino.
- ¿Así esta bien? - Dijo Alan, como no, con su maravillosa y perfecta sonrisa en la cara.
Dios... Me siento tan patética, enamorarme de alguien tan increíblemente irresponsable...
- Bien, llegamos, llegamos. - Dijo Alan bajandose corriendo del bus.
- Ahora todos denme sus móviles. - Dijo uno de los profesores.
- Yo no lo he traído. - Dijo Alan.
- ¿Realmente no lo has traído? - Dos profesores empezaron a cachearle. - ¿Qué pasa con esa sonrisa?
- Que ya os digo que se me ha olvidado traerlo. - Dijo con una sonrisa de medio lado.
- ¿Eh? ¿Alan no ha traído su móvil? - Dijo Cristie mirándolo desde dentro del autobus. - Que raro.
Empezamos la caminata.
- Me pregunto si seremos capaces de recorrer los 42 kilómetros... - Dijo Alice. - Bueno, seguro que lo consigo. Quiero almorzar con Alan. - Se dijo a sí misma.
- Abie, ve a hablarles. - Dijo Alice esbozando una sonrisilla perversa.
- ¿Yo?
- Bueno, tienes algo de relación con él desde que sois delegada y subdelegado. ¡Por favor! ¡Cuento contigo!
- Supongo que no me queda otra...
Me adelanté para alcanzarlo, y justo cuando le fui a llamar, se dió la vuelta, así que tuve que disimular.
- ¿Almorzamos juntas, Betty? - Dije con una falsa sonrisa. Betty me miró seria y asintió.
- ¿Qué haces invitando a Betty a almorzar? ¡Invita a Alan también! - Dijo Cristie.
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Érase una vez; nosotros.
Storie d'amoreY ahí estaba, pasando la mejor noche de mi vida con solo 15 años. (Bokura ga ita).