Me dedique a amarte [aizawa x lectora ]

XXIII

AIZAWA'S POV

Desperté temprano, me coloque mi traje de heroe y me dirigí al patio... Los chicos estaban desayunando y yo tenía hambre, vi a dos chicos de la clase B, parecían discutir acerca de un tema importante.

—¿qué ocurre? — mi pregunta hizo que Tsuburaba y Awase voltearan a verme.

—¡Sensei! Tome, comase este durazno— Awase me parecía un chico cuerdo, así que sin dudar tome el durazno y le di un mordisco, estaba bueno.

—¿todo bien? —Tsuburaba parecia ansioso, pero no se veía como si fuera algo grave.

Le di otra mordida a la fruta y terminé de comerla, me arrepentiré toda la vida de confiar en esos dos.

—¡CHICOOOS! —La hermana de Sekijiro entró a la escena minutos después — Monoma me dijo que estaban repartiendo duraznos, ¿donde está el mio? — Tras decir eso formó un pucherito, aun no se había percatado de mi presencia.

—Se lo comió el sensei —Awase me señaló logrando que la atención de la chica cayera en mi, y luego en el hueso del durazno que tenía en la mano, su rostro se torno rojo y bajó la mirada.

—entiendo... — parece que recuerda lo que sucedió en la noche, no recriminó.

—Realmente yo... — intenté disculparme cuando una voz se escuchó tras de mi.

—¿el durazno que estaba en la mesa? Estoy segura que les dije que no se lo comieran, había un pequeño gusano viviendo ahí.

—¡Callate Kendo! — tras el grito de Awase mi cerebro logró unir todas las piezas del rompecabezas....

—¡Están muertos!!— Hice uso de mis vendas para atrapar a los chicos

— KYYYAAA— El grito de ese par fue escuchado hasta U. A. pero me iban a pagar el haberme hecho comer esa fruta.

Despues de tomar venganza regrese a la habitación que compartía con Vlad, sin decir palabra me dirigí al baño y vacíe mi estómago. Esos idiotas arruinaron mi buen humor. Salí y me encontré con el albino, recién llegaba, así que no estaba enterado de nada.

—¿sabes Aizawa? A veces pienso que deberíamos hacer un intercambio.

—¿de regalos?

—no, de alumnos, tu le das clase a los míos y yo a los tuyos.

Sentí como mi cara palidecia, y el estómago se me retorcio.

—¡No! Tus alumnos no.

Tras decir eso volví al baño a vomitar la poca comida que aún conservaba, esos malditos acabaron con la poca confianza que tenía en el ser humano.

Utano's Pov

—Entonces, Monoma, ¿se perdieron por culpa de un gato?

El rubio a mi lado caminaba ayudándome a disminuir el dolor de mi tobillo.

—ya te dije, ese condenado gato se orino en mi zapato, y el imbécil de Kaminari piensa que el animal es lindo.

No pude evitar reír ante eso.

—Eres algo así como un imán de mala suerte.

—Y tu eres como un  imán de Aizawa sensei.

Lo miré sin lograr comprender del todo sus palabras. Así que volvió a hablar.

—Siempre llega en los momentos más oportunos para ti, ¿cierto?

Solo entonces me di cuenta que Monoma tenía razón, de alguna forma, el maestro de la otra clase siempre terminaba siendo mi salvación. Es decir, en la mañana me había salvado de no comerme un gusano.

Seguimos caminando un poco más hasta que ya no pude seguir.

—estoy bien aquí Nei, ve a practicar.

Mi mejor amigo de ojos azules me ayudo a sentarme y antes de irse me dejó un beso en la mejilla.

—Si necesitas algo, me escribes.

Tras decir  eso empezó a caminar al área de entrenamiento que habíamos dejado atrás, era el último día y Kan me había dejado pasar el día por el motivo de mi pie.

No hacían 5 minutos de haberme quedado sola cuando apareció un pequeño gato, tenía un pelaje muy bonito, y se acercó a mí. Empecé a acariciar al minino a la vez que este ronroneaba.

—¿C-como es posible que...?

Voltee a ver a la persona que había hablado encontrándome con los ojos del integrante de las PussyCats.

—¡oh, perdona! —volvió a hablar— te confundí con alguien más.

Sonreí ligeramente, mientras seguía viéndolo.

— Dicen que sí confundes a alguien con otra persona es porque la extrañas. Debería hablar con su amiga.

—Me temo que eso es imposible —mi rostro pareció mostrar la confusión, ya que su voz se escuchó nuevamente — No puedes hablar con los muertos.

—Oh, lamento su pérdida.

—Esta bien, fue hace años.

El entrenador se fue y quede nuevamente sola, a excepción de la mascota que me acompañaba.

.

Para la tarde todos estaban comiendo y cansados, el entrenamiento había terminado por el día, así que harían una actividad, irían al bosque y se asustarian unos a otros.

Mi tobillo aún dolía mucho, así que fui con Monoma a recibir clases junto a los chicos del A qué tampoco tenían una puntuación alta.

—Jajajaja, los chicos del A son tan patéticos, deben recibir clases durante el campamento.

—Callate Monoma — la voz de Sero hizo presencia —tu también estas aquí.

Las clases eran algo "interesantes"..... ¿A quién engaño? Me distraje viendo a Monoma hacerse trencitas, y seguiría así de no ser por el marcador que voló desde la pizarra y dio de lleno en la frente al rubio.

Intenté prestar atención, pero fue imposible, ahora estaba centrada en ver el cabello oscuro del maestro, ¿cómo hace para cuidarlo tan bien? Seguía en mis pensamientos cuando se escucho la voz de una entrenadora, decía que los villanos querían llevarse a "Kacchan"

¿Villanos? ¿De qué tanto me había perdido? Fuera del lugar se veía un incendio, pero no podíamos movernos. Pensándolo bien el nombre Kacchan me hacía pensar en alguien adorable, tierno y cariñoso.

—¿Van tras Bakugo? — Después de escuchar decir eso a Kirishima retire mis palabras sobre lo de adorable, tierno y cariñoso.

Erased-sensei salió del aula dejándonos con Vlad, el cual nos prohibió salir, la situación no era la mejor, todos estábamos con ganas de salir, en mi posición no sería de mucha ayuda, pero quería ir.

Un tipo entró al aula, nos amenazaba, era un villano, al menos moriría con una buena vista, el hombre estaba más bueno que el pan.

Vlad se encargó de él con muchísima facilidad, se trataba de un clon. Los alumnos empezaban a llegar, pero no veía al rubio malhumorado por ningún lado.

Al terminar la noche los resultados eran algunos chicos de la clase A heridos, y Bakugo secuestrado. Los ánimos de la clase A no eran los mejores, y era entendible, uno de sus compañeros había sido llevado con la Liga de Villanos.

Lo que empezó como un campamento había terminado mal, sabía que no siempre podía ser todo de color rosa, pero en ese momento, quería ir a casa.