Me dedique a amarte [aizawa x lectora ]

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Utano's Pov

Salí rápidamente de la cama, mi ropa estaba completa y no parecía haber nada fuera de lugar, arregle las sábanas y acomode mi cabello para posteriormente salir de la estancia.
Al abrir la puerta me encontré en un pequeño corredor, al frente había otra puerta, supongo que se trataba de otra habitación, ¿por qué no simplemente me dejó usar esa? Al final del corredor había una escalera, por lo que interpreté me encontraba en un segundo nivel, del piso inferior subia un delicioso olor a desayuno, así que mis pies guiaron a mi estómago a su felicidad.

Al bajar me encontré con el azabache en la cocina, llevaba su cabello atado, y portaba ropa holgada y cómoda, no se había percatado de mi presencia hasta que hable.

-Buenos días sensei, muchas gracias por prestarme su cama y lamento las molestias. -al escuchar mi voz el maestro dio un binco en el lugar en el que se encontraba.

—Buenos días Sekijiro, ¿dormiste bien? Siéntate, el desayuno estará dentro de poco.

Asentí y obedeci lo que pidió, al cabo de un corto tiempo el desayuno estaba frente a mi, el olor a waffles inundaba mis fosas nasales y mi boca ya había empezado a salivar, olía delicioso.

El desayuno fue silencioso, a pesar de tener algunas dudas no me atrevía a soltar las preguntas, asi que solo disfrute de la comida. Ese día descubrí dos cosas: la primera es que Erased toma el café bien cargado, y la segunda es que cuando le gusta cierta comida las comisuras de su boca se elevan ligeramente formando una sonrisa casi inpersectible, pero sumamente adorable.

Sabía de antemano que este día no habría nadie en la residencia ya que era sábado, y todos querían hablar con sus familias de las licencias, así que me tomé el tiempo de lavar los platos y de coordinar una cena para esa noche, yo cocinaria, Aizawa daba la casa y la comida, y Shinso... Bueno, el lavaría los platos.

Salí de la casa del profesor de la clase A hacia las 10 de la mañana, tomé un camino rápido a las residencias de mi clase y abrí la puerta con delicadeza, que supiera que no había nadie no significaba que entraría haciendo ruido. Me desplace rápidamente al interior pero una voz me detuvo antes de que pusiera un pie en las escaleras...

—me parece que dijiste cena, no pijamada, ¡¿donde demonios estabas Utano?!

El tono de voz de Kan me hizo saber que no estaba de humor.... Nuevamente, yo la había cagado.