IX.

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Desde que comenzaste tu nueva vida en la guarida de la organización cualquier atisbo de calor simplemente había desaparecido, tampoco te molestaba, pasar extensas jornadas laborales en el hospital te obligaban a acostumbrarte a la baja temperatura y resguardarte bajo un mullido suéter para disimular que te congalabas. Pero en ese lugar no era la misma sensación, bastaba con un ligero roce de Overhaul, en ausencia de sus guantes o no para que una estremecedora corriente de fuego te erizara los vellos y por consiguiente, temblaras como una hoja. Así que cuando el castaño te observó, luego de la reunión con los demás miembros, sentiste  una hoguera arder en tu interior al distinguir sus habiles dedos desnudos tocando tus clavículas en gesto tentativo.

La puerta estaba cerrada, Kurono se aseguraría de que nadie perturbara el momento "privado" que ordenó su jefe y guardó la llave en el bolsillo de su abrigo, perdiéndose a través de los múltiples pasillos del escondite. Mientras que, tú te estremecías ante las caricias sinuosas del criminal más peligroso —desde tu perspectiva— y el varón, tan inmutable como siempre, deslizaba su tacto por el pronunciado escote que habías elegido usar esa noche. Una agresiva lujuria gestándose en los iris de Kai, rozando tus mejillas, cortoneando el borde de los labios cubiertos por una atrevida capa de brillo. Eras un plato fuerte a sus ojos de depredador, lo pudiste comprobar cuando se colocó delante de ti y en un rápido movimiento te colocó encima de la mesa, los muslos descubiertos por la vaporosa tela de la falda entraron en contacto la superficie helada y gemiste en voz alta, tu espalda haciendo un arco perfecto que fue la figura geometría favorita del líder.

— ¿Sabes qué estás haciendo aquí? ¿En la mesa de la sala de reuniones? —cuestionó, su voz sonando grave y oscura en la habitación de iluminación suave.

—Yo, Kai...

—Quiero oraciones claras, (Nombre). No olvido esa seguridad que irradiabas cuando entraste aquí, pensando que podrías intervenir en mi decisión final —te cortó. Sus acciones eran seguras, calculadoras; estabas en su territorio y al estar el sitio desinfectado, podía romper sus reglas, anhelando marcarte como suya.

—Kai, ellos intentaron traicionarte y creí que lo mejor era...

— ¿Deshacerte de ellos sin mi autorización previa? No te culpo, pero debes consultarme. Más allá de la naturaleza de nuestra relación, soy el jefe ahora —dijo al ver que dejabas la oración en el aire, su mano sujetándote del cabello de la nuca y facilitando su acceso a la piel de tu cuello.

—Lo sé mejor que nadie —murmuraste, jadeando embelesada por la lluvia de oro en los orbes de tu amante. Y te sonrojaste de tonalidades carmín fuerte al sentir que arrastraba su boca por la zona que deseaba recorrer.

Un quejido de placer se derramó de tus labiales humedecidos por la anticipación, Chisaki lamía y mordisqueaba con insistencia tu piel, las manchas pintando tu tez cuando descendía al llamativo collar que tenía sus iniciales grabadas al reverso. Eras más que su amante, eras su reina y te lo había demostrado cuando te posicionó a su nivel ante sus subordinados, aunque ellos te aceptaron al conocerte mucho más, sabiendo que serías una pieza fundamental para su resurgimiento y victoria. Te quedaste atrapada en tus pensamientos de como la relación crecía a pesar de las diferencias entre ambos.

Su mano aterrizó en la textura blanda de tu nalga, permitiéndote saborear el delicioso escozor que te generaba dolor y placer al mismo tiempo, gimiendo su nombre en el silencio tenso del ambiente. No podías olvidar que estar con Chisaki Kai conllevaba someterte tanto en cuerpo y corazón en la intimidad, y no podías quejarte, amabas que fuera áspero y duro contigo. Se separó de tu cuello, admirando las motas rojas y acarició tus labios con su pulgar, extendiendo el color rosa arruinado de los mismos. Le encantaba desordenarte, convertirte en un caos de sensaciones que controlaba y quitándote la investidura de tu usual serenidad.

— ¿Cómo te gustaría que te tomara?

Flores Curativas ❀ Chisaki KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora