CAPITULO 35: PARALIZADA

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Me quede sin palabras cuando Harry abrió así su corazón, por lo que no podía dejarlo pasar...

- ¿Sabes por que tenía tanto miedo de estar a solas contigo?, a parte de por que mi hermano se enterara e hiciera de hermano protector - dije sin pensar, era el momento de hablar sin ninguna atadura.

Harry que estaba sentado en una esquina de la cama, se acercó un poco más a mi hasta que nuestras piernas rozaron.
Me hizo una seña con la cabeza para que continuara, podía confiar en el.

- Por... porque nunca en mi vida he tenido novio, ni he estado con un chico, y me da miedo lo desconocido, me da miedo que la gente pueda hacerme daño...-dicho esto, baje la cabeza avergonzada.

- No me importa que nunca hayas estado con un chico, yo puedo hacer que llegues a confiar en mi, así será un reto para los dos, y... los dos salimos ganando - dijo levantándome la cabeza desde el mentón hasta estar frente a frente, con nuestros ojos hablando por si mismos.

- Eso me gustaría - le respondí. Dejé de lado mi vergüenza y me lancé juntando nuestros labios, esos labios que tanto había echado de menos.

Harry me agarró de la cintura y me puso encima de él, el beso poco a poco fue haciéndose más intenso.
Se tumbó en la cama haciendo que yo quedara encima de él, me apretó contra su cuerpo, haciendo que su miembro rozara mi vientre, me estaba excitando y esa era una sensación que nunca había sentid... y me gustaba.
Empecé a moverme un poco haciendo que un gemido saliera de su boca.
De golpe, me tumbó en la cama.

- ¿Puedo? - dijo señalando mi camiseta

No me salía ni una sola palabra por lo que solo asentí, el sin dudarlo me quitó la camiseta y la tiró a cualquier parte de la habitación, empezó a darme besos en el cuello y poco a poco fue bajando hasta mis pechos.
Sin pensarlo le quité su camiseta, este chico me volvía loca, era perfecto a mis ojos, tenía todo el torso y parte de su espalda tatuada, le miré a los ojos y empecé a seguir las lineas de sus tatuajes con mi dedo.
Se le erizó la piel y yo reí, era tan tierno cuando quería.
De pronto, cuando estaba a punto de tocarle una cicatriz que tenía justo debajo del pecho, me agarró la mano por la muñeca y me susurró:

- Por favor, no... - dijo agachando la cabeza

-  Eee, Harry, miraré, no pasa nada, cuando estes preparado puede contármelo, sabes que puedes confiar en mi. - le dije cogiendo su cara con mis manos.

- Lo haré... - terminó y volvió a besarme.

Me volvió a preguntar si podía quitarme el pantalón y yo sin decir nada, asentí.
Hice lo mismo con los suyos, empezó a besarme otra vez, estaba sintiendo toda su piel caliente, esta sensación me fascinaba, era tan guapo, y estaba aquí conmigo, estaba con en un sueño, hasta que de pronto escucho a mi hermano gritar desde el salón.
Al principio lo le hice casi y seguí besándole,  pero cuando estaba a punto de quitarme el sujetador le paré.
Mi hermano estaba demasiado furioso, parecía que estaba hablando por teléfono.

- Harry, eemh, creo que debería ir a ver que le pasa - dije intentando salir de debajo de él.

- No te preocupes, ves... pero espera - dijo volviendo a tumbarme en la cama y besando mis labios con mucha ternura.

Una vez que me puse rápido la ropa, abrí la puerta de mi habitación, le dije a Harry que se podía quedar, y el me dijo que no se movería de allí.
Salí casi sin hacer ruido, baje las escaleras de la casa, y algo que dijo Nick hizo que me paralizara, estaba hablando con mi madre.

- No puedes abandonarla así como así, es tu hija también, a mi también me echaste de esa casa hace un año, no puedes hacer lo mismo con Nora...

Independizarme con 4 playboys, mala ideaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora