CAPITULO 37: NO ESTAS SOLO...

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No podía reaccionar a lo que me había contado Nick, no podía ni tan solo imaginarme a mi padre, al que tenia de referente en mi vida, golpeando y mama, y... engañándola.

- ¿Por qué nunca me dijiste nada?- le pregunté a Nick

- Estabas muy feliz , y no quería destruir tu adolescencia como me ocurrió a mi - dije mientras bajaba la cabeza y jugaba con una piedra.

- Nick... ni tu tampoco te merecías vivir eso tu solo...- dije haciendo que me mirara.

- No sabes las veces que me desvelaba por las noches pensando en lo ocurrido, y mas de una vez pensé en llamarte, enserio, pero no quería que tuvieras que pasar por eso - afirmó.

Estuvimos un rato más hablando hasta que era el momento de preguntarle algo que llevaba mucho tiempo queriendo saber.

- ¿En qué líos te metiste cuando viniste aquí a vivir? - Nick hizo el gesto de querer hablar pero lo interrumpí- y por favor no me digas ninguna mentira, no después de saber todo lo qué pasaste.

- Bueno... cuando llegue aquí tenia mucha rabia acumulada por lo de papá, entonces decidí apuntarme a un club de boxeo, estaba en un barrio un poco chungo pero a mi eso no me importó. Después de estar varias semanas entrenando, el dueño se acercó a mi y me dijo que tenia potencial para ser boxeador, porque tenia mucha rabia dentro y eso me haría ganar. Me contó que podría ganar dinero y vivir del boxeo, yo al principio no fue una oferta que quisiera aceptar, no tenia ganas de mas peleas, pero el dueño insistió- me contaba mientras se guardaba la rabia por dentro, lo notaba.

- ¿Al final aceptaste?- dije

- Al final acepté, me dijo que eran solo un par de peleas de prueba, y que por ello podría ganar 10.000 euros. En ese momento no andaba muy bien de dinero porque no que quería pedirle dinero a papa, entonces hice mi primera pelea, y gané. Me gustó la sensación de ganar, entonces a la semana hice otra pelea, y volví a ganar, y cada vez iba ganando mas dinero, hubo una pelea que gané hasta 1.000.000 de euros, en ese momento me creía el rey del lugar. Hasta que apareció una chica, la hija de, dueño, el que me había metido en las peleas, y fue a partir de ahí cuando empezaron mis problemas. Una cosa llevó a la otra, y una noche de pelea, me acosté con ella, pero uno de sus guardaespaldas nos pilló, y cuándo su padre se enteró, al día siguiente casi me mata en mitad de la calle, de no ser por Harry.

- ¿Harry?, ¿Nu...nuestro Harry? - dije asombrada.

- Si, el mismo. El también entrenaba en el mismo gimnasio que yo, pero no luchaba por dinero. Me llevo a la casa en la que ahora vivo, mejor dicho, en la que vivimos ahora, y me cuidó, a partir de ese momento se convirtió en mi hermano.
Intenté dejar el gimnasio, pero siempre me encontraba para llevarme de nuevo al ring, diciéndome que había apostado mucho dinero por mi...

Independizarme con 4 playboys, mala ideaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora