𝗲𝗻 𝗲𝗺𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻 | yukhei, lucas y xuxi son tres trillizos con distintas personalidades pero con algo en común: los tres están completamente enamorados del pequeño estudiante guanheng.
- top! wong brothers ☆ bottom! guanheng.
- capítulos cortos...
Como las siguientes dos horas, Guanheng seguía ignorando a su profesor que no sabía ni qué sucedía a su alrededor. Cuando Lucas pasaba por la butaca de los alumnos para supervisar, el chiquillo ni siquiera se molestaba en tapar los escritos que tenía. Eran dibujitos de él en donde recibía un golpe en la entrepierna pero lo más gracioso es que Guanheng era la persona que le pegaba y por si no fuera poco decía Lukaz abajo del dibujo, ¿acaso escribió a propósito su nombre mal? ¿Qué sucedía?
—Ya basta, Guanheng. Vas a hacerle un agujero en el rostro al profesor de tanto mirarlo.—le mencionó su compañero Jeno, el mencionado lo miró con un semblante serio dándole a entender que no le daba gracia.—Yah, lo siento. No te diré nada.
Faltaban cinco minutos aproximadamente para salir al receso, todo iba bien, al parecer el maestro Lucas había olvidado la reseña que encargó, así que no tenía porqué preocuparse. Claro, no tenía si no fuera porque la voz de Liu YangYang resonó por todo el salón.
—¡Profesor! ¿Va a revisar la tarea?
—¡Cállate, YangYang!
—¡Eres un tonto!
—Bocón!
Un montón de abucheos y comentarios enfadados llegaban a los oídos de YangYang que avergonzado volvió a escribir los apuntes del pizarrón.
—Silencio. Comenzaré con la revisión, gracias por recordarme la tarea, joven Liu.—le dijo, sentándose de vuelta en la silla de su escritorio, tomó la lista y comenzó a llamar a los alumnos uno por uno.—Bien, pase primero Cheng Xiao.
La alumna mencionada tragó saliva nerviosa, mientras se acercara para poner una excusa pero por suerte el sonido del timbre la salvó, rápidamente todos salieron como alma que lleva el diablo sin siquiera escuchar a su profesor.
—Alto ahí. Acérquese un minuto, joven Huang.
—¿Qué?—le respondió de mala gana, acercándose hasta el escritorio del profesor.
—¿Por qué ha hecho un dibujo de mí golpeando mis partes íntimas? ¿Acaso le hice algo malo? Es el cuarto día y parece que me odia.
—¡Yah! ¡No se haga el tonto, profesor Lucas! Usted sabe muy bien lo que pasó.—respondió con un semblante de enfado que hacía al profesor temerle y mirarlo sin entender. ¿Cómo es que los ojitos de esa cosita rosadita podían causarle temor?
—Por favor, explíqueme. ¿Le he faltado el respeto? Si es así le ofrezco mis más sinceras disculpas.
La voz tímida y tenue del profesor le hizo guardar silencio un momento a Guanheng que pareció pensarlo un poco.
—Acepto sus disculpas, profesor Lucas. Pero quiero que sepa que me indignó mucho lo que dijo y además que me tomara por tonto.—le reclamó, cruzándose de brazos mientras el contrario seguía sin entender.
—¿Cuándo sucedió eso?
El pelirosado lo miró confundido por la pregunta.
—Pues hace dos días y ayer también, ¡Usted estaba ahí! ¡En la fiesta de bienvenida!
Y Lucas comprendió todo a la perfección, era su hermano menos Xuxi haciendo de las suyas de nuevo. Su hermano menor y él se llevaban un poco mal por algunos problemas que sucedieron hace tiempo, para ser directos, Xuxi le quitó la novia a Lucas y desde ahí no se toleraba tanto como antes.
—¿De casualidad tenía el cabello celeste?
—¡Sí! Y me sorprendió que volviera al anterior color negro de nuevo, ¿cómo puede hacerlo tan rápido?—cuestionó, sentándose arriba del escritorio, Lucas tuvo el instinto de querer bajarlo de ahí y sentarlo en su regazo, pero se contuvo.
—Espera, ¿acaso dijiste cabello celeste y después negro?
—Sí... ¿por qué? Profesor, basta de bromas.
El mayor maldijo por lo bajo y miró al chiquillo que parecía no comprender lo que sucedía. Lucas entendía que Xuxi hiciera eso, total siempre le hacía sus bromitas y era un total descarado que no conocía la prudencia. Bien, él también lo era fuera de su fachada de maestro inocente, pero, ¡Él jamás le jugó bromas así a Xuxi! Era una traición sucia.
Lo que no lograba asimilar era que su hermano mayor Yukhei se prestara para para esos jueguitos, él siempre fue alguien recto y serio, ¡Diablos, él ni siquiera tenía sentido del humor! Por eso no le cabía en la cabeza que su hermano fuera capaz de algo así.
—Joven Huang, si no le molesta quiero que se quede al finalizar las clases un momento.
—¿Para qué?—preguntó Guanheng con curiosidad mientras bajaba del escritorio con lentitud.
Lucas sacó su móvil llevándoselo al oído y miró con una intensa seriedad al contrario para luego decir:
—Quiero que conozcas a mis dos lindos hermanos.
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