| Capítulo 3 | Antes de la Luna

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El día tan ansiado al fin había llegado

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El día tan ansiado al fin había llegado.

Boruto ahora estaba sentado en los asientos traseros de la Jeep de su papá, mirando con entusiasmo el camino. Hace mucho que no salía de la Hoja y le emocionaba que fuese para esa ocasión tan especial. Kawaki le había prestado hasta un par de rociadas del perfume caro que se echaba para esas ocasiones, para girar cuellos cuando caminaba.

Bajó el rostro con cierta vergüenza de que su papá lo viese tan ilusionado por solamente ver a un amigo más. Debía controlarse. Su papá lo conocía de pies a cabeza, y a él se le traslucía mucho lo que sentía. Era pésimo disimulando. Tenía un corazón expresivo.

Su papá le guiñó a través del espejo retrovisor y él escondió más el rostro. No sabía cómo mantenerle la mirada sin hacer notar lo enamorado que estaba del muchacho que iba a visitar. Mitsuki le había mandado un mensaje a su celular esa mañana para recordarle la cita y le había puesto un corazón al final.

Revoloteó internamente cuando se acordó, quería retorcerse de la alegría ahí, en el asiento del carro, pero su autocontrol lo obligó a comportarse.

—¿Te has echado el perfume de Kawaki? —le preguntó su papá cuando se detuvieron de nuevo en la carretera, pero esta vez para comprar unas municiones dulceras.

Boruto le pegó un codazo a su amigo, que estaba distraído haciendo el pedido. 

—Mitsuki tiene una amiga que está buena y el burro cree que el perfume le hará el milagro. —Kawaki mintió al natural—. No se la bajes, coso.

—No, no es eso, es que... hijo, no necesitas parecerte a Kawaki para que alguien se fije en ti. Tienes hasta su ropa —le dijo su papá con más detenimiento—. Los Uzumaki somos naturales y no me malentiendas, se te ve bien, pero no te ves tú.

En eso tenía razón su papá, se veía como Kawaki. Ese mañana, frente al espejo, se había dicho que estaba hecho un ganador, pero su cara de chiquillo pánfilo siempre iba a estar pegada a él e, internamente, era el mismo Boruto con la pena muy por delante de la actitud de cazador. 

Se sintió como un tonto.

¿Y si a Mitsuki no le gustaba su nueva forma de vestir?

¿Y si Mitsuki esperaba al mismo chiquillo con quien hablaba por chat?

Llevaba su buzo gris con rayas rojas y su polo básico en la maleta de viaje, para usarlo de pijama cuando fuese la hora de dormir. Quizás no era demasiado tarde para un cambio. En esa dulcería, había baños. Podía dar marcha atrás. Su papá sabía más de la vida que él.

—Solo creo que, si le vas a gustar a alguien, hijo, tiene que ser por ti mismo, no por superficialidades de veras —le insistió su papá animándolo como siempre—. Solo la gente vacía necesita de esto, y tú eres auténtico, con eso es suficiente.

Boruto se convenció de ello y le pidió a su papá la llave de la Jeep. Se iba a cambiar antes de llegar al Sonido. Él siempre le había dicho a Mitsuki que le gustaba ir a su aire, con comodidad en vez de moda, y no podía caer en una contradicción. Se había dejado llevar por los nervios.

Mitsuki | Boruto :: EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora