Boruto es un adolescente de emociones disparadas y, en su búsqueda de encontrar a una persona especial, se queda eclipsado por un muchacho que vive en otra ciudad. Su único medio de comunicación es un chat social, al menos hasta que Boruto decide av...
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Boruto caminó a tropezones, como Bambi o peor. Se sentía como un recién nacido experimentando lo que es el mundo, y ya no había amigo que lo salvase.
Mitsuki se rio un par de veces de su nerviosismo y lo ayudó con su mochila para alivianarle el peso, avisándole que su hermano Log estaba esperándolos afuera con el coche. Log los iba a llevar hasta la casa, aunque las presentaciones iban a tener que esperar a la noche, que llegasen sus tíos y amigos de su papá.
Boruto asintió con menos presión y le sonrió todavía sonrojado. No sabía de qué diablos hablarle. Tantas semanas conversando por chat y ahora su mente estaba en blanco. Nada se le ocurría. Él era quien más preguntaba, quien más curioseaba de un tema a otro.
Sintió como si el tiempo se le escapase.
—T-te... ¿te agradó mi papá? —le preguntó lo primero que se le ocurrió.
—La verdad no pude ni hablarle —contestó Mitsuki y se detuvo—. ¿Ese chico que nos presentó...? ¿Quién era? ¿Tu compañero de piso? —cuestionó.
—S-sí, es Kawaki, somos amigos o algo así, una cosa rara de veras.
—Es muy considerado contigo para acompañarte hasta aquí, te conoce muy bien o eso noté cuando pareció leerte la mente.
Mitsuki le hablaba con una sonrisa en el rostro, pero sentía como si le estuviese picando en la cercanía que existía entre Kawaki y él. Y no iba a negar algo tan obvio.
Kawaki era una persona especial para él, pero nada en lo romántico.
Mitsuki lo escuchó sin interrumpir, como si no le creyese así asintiera.
—Recuerdo que me dijiste que tu papá vendría con su novio y, en vez de él, vino tu amigo. Es un poco raro. Se lleva incluso muy bien con tu papá, tiene su bendición. —Mitsuki bromeó y a él le dio escalofríos.
¡Era suficiente! Esa charla ya no estaba siendo placentera.
—... Mitsuki, Kawaki es el novio de mi papá, llevan tiempo juntos, de veras —murmuró avergonzado cada que detallaba eso. Su papá le sepultaba la reputación.
Mitsuki mostró un gesto inocente, por lo increíble que sonaba aquello.
—Oh, qué curioso —dijo sin complicarse y siguió caminando—. Tu papá es un diputado, ¿no? Recuerdo haberlo visto en la prensa —murmuró pensativo, cambiándole el tema veloz.
—¿Ah? Bueno sí, pero no lo comento mucho, e-es una persona normal.
—No puede ser una persona normal —le aseguró Mitsuki y volteó de repente. Boruto se tropezó con él. Se sintió muy cerca de su rostro y su Luna no se alejó, se mantuvo a esa corta distancia—. Solo una gran persona puede tener un Sol como tú —siguió y apegó la frente con la suya—. Eres más lindo en persona, Boruto.
