| Capítulo 5 | Sol y Luna

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Se despertó por un chorro de agua y se desesperó otra vez cuando se chocó cara-a-cara con Kawaki ¡La pesadilla era cierta! No había alucinado

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Se despertó por un chorro de agua y se desesperó otra vez cuando se chocó cara-a-cara con Kawaki ¡La pesadilla era cierta! No había alucinado. 

Sí había sido cierto lo de su papá en la casa de Mitsuki, lo de su inoportuna tía Karin y lo de su próximo encierro hasta el año de la invasión marciana, porque su papá no le iba a apañar esa travesura, ¡lo iba a vender sin asco con su mamá!

Era demasiado estrés. Sintió la cabeza pesada nuevamente. Se tapó el rostro y pataleó ahí, donde estuviese sentado ¡¿Cómo su cita perfecta con Mitsuki había acabado así?! 

Kawaki le tronó incisivo los dedos para traerlo a tierra.

—Estoy muerto... estoy muerto —murmuró aterrado y no escuchó a su amigo.

Debía sacar a su padre de ahí en un chistar, que le diese el sermón luego, pero que no acabase esa noche así: él sentado en un rincón de la mesa, cohibido, con la incomodidad a mil por la mirada de reproche y decepción de su padre.

¡Ni hablar! No había movido cielo, mar y tierra para ese final.

Zarandeó a Kawaki, le rogó por los Dioses que se inventase el mejor teatro que se supiese y que sacase a su papá de esa casa. Conocía a su amigo, con chantaje emocional cedía. 

—Deja de meterme en tus líos, y estoy que mato a tu papá, me hace venir a esta mierda para presentarme como "un muy amigo de Boruto" —remedó, pero Boruto insistió—. De nada te va a servir que me lo lleve, ya sabe todo. Y Mitsuki se presentó como literalmente tu pretendiente, así de directo se lo dijo.

—S-se... se... ¡¿se presentó CÓMO?! —gritó.

Se echó para atrás, colapsado. Recuperó el color que había perdido hace media hora. 

Mitsuki era el sistema solar entero, como para negar tajantemente lo que decían: que los románticos estaban extintos como los dinosaurios. No era cierto, ahí estaba Mitsuki, presentándose con su padre, y él no iba a tirar por la borda esa cita por nadie.

Se levantó en ese momento, más decidido, así las piernas le temblasen.

Sin embargo, su papá le ganó la partida al aparecer por esa habitación. Kawaki le deseó suerte con su aventura antes de irse y cerrar la puerta para darles privacidad.

—¿Me lo vas a explicar o yo adivino? —le preguntó su papá, aunque no utilizó su conocido tono de molestia— ¿Y bien? ¿De dónde conoces a ese amigo?

Su padre se sentó a su costado y le alcanzó una botella de agua para ayudarlo con el bochorno que se le acumulaba en las mejillas. Le ganaba a las luces de Navidad. Apretó la botella, los párpados y confesó atolondrado todo en un gran impulso de valentía. 

Solo le quedaba eso: admitir su travesura del año.

Desmintió cosa por cosa y acabó en lo más importante: Mitsuki era en efecto su pretendiente, y que había hecho paripé y medio para conocerlo en persona.

Mitsuki | Boruto :: EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora