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Cuando llegamos, buscamos un sitio bueno para poner las tiendas y hacer una hoguera. Pronto se hizo de noche.

Decidimos tostar nubes alrededor de la hoguera que había hecho Zoe, la tomaba como una pija antipática, pero con los demás era bastante
simpática, por lo que pude ver.

Cuando nos sentamos en las mantas del suelo, empezamos a hablar de donde dormiríamos cada uno.

- Hay una tienda de dos personas y otra de tres, ¿donde quereis dormir cada uno?

- Moon, yo dormiré en la tienda de dos, con Raúl, queremos hablar de algo.

- Bueno si a vosotros os da igual, a mi no me importa dormir con Zoe.

- A mi me da igual dormir en la de tres, ¿y a vosotros?

- Sí, supongo que a nosotros nos da igual.

- Bien, pues decidido, me voy a poner el pijama a mi tienda, ven cuando quieras Raul.

Todos nos pusimos los pijamas y nos fuimos a nuestras tiendas. No pude evitar fijarme en la expresión de decepción de Cameron.

- Cam, ¿estas bien?

- Si, ¿por qué no iba a estarlo?

- No se, pensé que tú dormirías con Raúl, con tu historia de amor.

- ¿Tanto se me nota?, ¿Tú que dices Moon?

- Se nota mucho, Cam, solo que a Zoe nunca se le dio bien fijarse en los demás.

- Ves, mira Cam, deberías declararte, el domingo nos vamos, porque no, el sábado por la noche, le dices lo que sientes.

- No lo sé…

- Siii, vamos Cam te gusta desde hace mucho, a parte parece que le gustas.

- Porfaaa, tienes que hacer tu historia de amor.

- Solo si tú también, Mich.

- ¿De qué historia de amor hablais?

- Nada, nada. Vale Cam, trato hecho.

- Buff, pues ahora estoy nervioso…

- Pero, ¿qué puede salir mal?

- Lo peor que podría pasar es que te rechace, cosa que no creo que pase.

- Que me rechaze conlleva que todas mis inseguridades salgan, llorar todas las noches, arrepentirme de todo lo que le he dicho o hecho, destrozar nuestra amistad, hacer que nada vuelva a ser igual. A parte, creo que le gusta a Zoe, no le puedo hacer eso a ella.

Cam se puso a llorar solo pensando en que eso se hacía realidad, se notaba que de verdad le importaba ese chico.

- Cam, creo que Michelle estará de acuerdo conmigo cuando te digo que eso no va a pasar.

- Bueno, y en el caso de que pase, estaremos nosotras para apoyarte y él se perderá a alguien tan genial como tú.

Él sonrió y nos abrazó, confiaba plenamente en él, en que lo haría, y esperaba que Raúl sintiese lo mismo.

Nos pasamos hablando toda la noche, cuando nos dimos cuenta eran las 5:00 de la mañana, así que decidimos irnos a dormir aun que no teníamos sueño.

No paré de pensar en toda la noche en lo que había dicho Cam, él tenía razón, lo podría perder todo enbmenos de un segundo, yo no quería eso.

Se lo había prometido, me tenía que declarar a la chica que había conocido hace menos de una semana, pero que parecía que la conocía desde hace años.

No quería perderla, pero hacer esto era una misión suicida, aunque consiguiera que ella sintiera lo mismo que yo, sería la peor ruptura
de mi vida o, por el contrario, la persona con la que me case y tenga una familia, y sinceramente, tengo diecisiete años, no creo que me vaya a casar con ella.

Pensando todo eso de pronto se giró hacia mi lado, estábamos frente a frente, ella obviamente estaba dormida.

Al ver todo su pelo despeinado, me di cuenta de que me da igual que sea la peor ruptura de mi vida, si los momentos que viva con ella serán los mejores de toda mi vida.

MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora