Carta 9: Dudas

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Siento que es pura mentira que me quieres, pero también sabía que sentías mucho más de lo que me decías, solo tenias miedo al igual que yo y si lo pensaba bien lo podía entender...

Habían días en los que te veía dudar en hablarme o no, veía en tus ojos una pelea que se llevaba a cabo en tu interior, cuando lo notaba solo quería rodearte con mis brazos y calmarte como solía hacerlo en aquellas tardes cuando todo era menos complicado entre nosotros, odiaba que pensaras tanto en vez de decirme lo que querías que supiera... sabía que querías soltarlo pero siempre hubo algo que te retenía, esa batalla constante contigo mismo que te hacía replantearte las cosas y actuar diferente a lo que realmente querías, veía tu frustración cuando sucedía pero no podía ayudarte esto solo te correspondía a ti...

Sabía que algo entre nosotros había cambiado, era mucho más profundo que antes, lo notaba en tu cercanía, en cómo te comportabas junto a mí. ¿Porque dudabas tanto? Actuabas tan extraño cuando te ponías así, era como si quisieras cambiar todo y no podías... créeme que lo entendía, después de todo me estaba comportando igual.

Tenías una mezcla de sentimientos difíciles de explicar, como si se tratara de hielo y fuego, polos opuestos y similares porque en el fondo ambos logran quemar... podíamos ser salvación y al mismo tiempo perdición y honestamente en ese entonces no sabía si eso era bueno o malo para los dos. ¿No podías ver que nuestras vidas dependerían exclusivamente de lo que tú querías? De eso que tenias que decirme, comprende que en esos momentos yo no podía decir o hacer otra cosa, forzosamente tenía que esperar a que tú me dijeras o actuaras como el hombre que eras. Los 2 estábamos siendo miserables, no me gustaba eso más que a ti pero era estúpido estar cerca el uno del otro cuando no debía ser así... parecía que dábamos un paso adelante y dos hacía atrás, cada vez que pensaba que estábamos en la misma página levantabas un muro, no lo entendía y estaba cansada de adivinar hacia dónde ibas con todo esto.

Sabía que me querías en tu camino y yo te quería en el mío, sin embargo era mejor que nos tratáramos como desconocidos.

No sé qué o a quien querías pero si hubiera conocido una forma de dejarte ir sin que doliera lo aceptaría, no quería perderte pero necesitaba una señal de que no querías hacerlo conmigo. No podía reflejarme en la incertidumbre de tus ojos porque ya no quería hacerlo, me recordaba que no sabía si me tenias o me tirabas... ya no podía distraerme más contigo porque era una tortura a mi corazón.

Déjame o quédate conmigo pero no me pongas como ahora colgando de un hilo, no puedo seguir esperándote porque amar no es una cosa de "Tal vez" se quiere o no, se salva o se mata.

Simplemente se tenía que elegir, no existía un punto intermedio y eso ambos lo sabíamos bien, quizás por eso no terminábamos de hacer una elección, estaba claro que íbamos a perder algo y tu no querías eso mientras que yo si estaba dispuesta a correr el riesgo pues la recompensa era mucho mejor que lo que teníamos en nuestras manos.

Silencio de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora