Carta 15: Dolor

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Mis hombros desnudos reciben el frio de la noche, mi mano tiembla levemente al sostener el cigarrillo que amenaza con extinguirse pronto, cada noche pienso que será la última en la que llorare hasta cansarme, pero el amor es algo que no puedes arrancarte del pecho en un abrir y cerrar de ojos. Limpio mis mejillas y respiro profundo, desde aquí puedo ver las luces de la ciudad y sentir la soledad que me envuelve.

¿Porque el amor es así tan complicado? ¿Porque no nos enamoramos de quien realmente nos quiere y valora? ¿Porque queremos lo que no podemos tener?

Prometí no sufrir más, no volver a sentir este vacío que se instala en mi pecho al recordar tu nombre, tu olor o tu rostro y es aquí donde no quería llegar, a este jodido momento de sentirme así, ¿desde cuándo me permito llorar por un hombre que ni siquiera tuvo algo serio conmigo? Lo peor es que eres el primero y lo más seguro el último, porque no permitiré que un idiota igual me dañe de esta forma.

Es tan horrible sentir como tú corazón se rompe en mil pedazos, no pensé sentir dolor igual, nunca me sentí tan derrotada y triste como ahora, he tratado de olvidar lo que siento y darle la oportunidad a alguien pero no puedo, intento no demostrar el dolor y fingir alegría lo cual he logrado pero estoy consciente que estoy destrozada por dentro. Cada día que pasa es peor, verte y que seas un amor conmigo y me trates como si fuera lo más importante sabiendo que tienes novia es destructor... ¡me confundes! ¡No actúas como cualquier otro amigo que tengo! ¿Que mierda ocurre contigo? Haces cosas como si me quisieras y luego otras que me hacen dudar y ¡es estresante! ¿No ves que por tu culpa estoy sufriendo y llorando todas las malditas noches?

¿Estás confundido? ¡Bien! Aléjate de mí, aclara tus dudas pero déjame en paz, esa situación no solo es desgastante sino también dolorosa.

Desde que decidí renunciar a ti los días posteriores a eso fueron difíciles y el dolor era más fuerte, muy similar al dolor agudo que sentí cuando me enteré que tenías novia. Siguieron pasando los meses y aún seguía llorando, no me sentía mejor y el dolor estaba allí latente, recordando una y otra vez lo idiota que fui al permitir que este sentimiento creciera tanto por ti.

La oscuridad que sentí en aquellos días me ahogaba, amar con la intensidad que sentía era asfixiante, perder esa persona que crees tu mundo es sumamente doloroso porque le entregas todo y lo más doloroso es perder tu alma, esa que doblega tu cuerpo de temor y dolor persistente ante el amor incompleto, ese que nace sin quererlo y que arrasa con todo volcando tu vida hacia la persona dejándote sin nada.

Toda mi vida supe cómo ocultar mis sentimientos, tal vez se trataba de eso. Todo tiene un límite y el mío debía estar más que colapsado, lo que significaba que aunque intentará retener mis lágrimas y luchará interiormente repitiéndome que era lo suficientemente fuerte para controlar mis emociones ellas se rebelaban y caían por mis mejillas de todos modos, estaban cansadas de estar aprisionadas y solo necesitaban fluir para limpiar de cierta forma mi alma.

No puedo explicar lo que sucede porque no lo sé, es como si cada cosa que jamás has dicho y hecho me daña, me atraviesa todo a la vez... quiero gritarte, odiarte y saber que mierda te pasa, pero fue inevitable... por mucho que intente proteger mi corazón de ti fue inútil, lo rompiste eventualmente, cada vez que estaba contigo llenabas mi corazón más y más... y mientras más lleno estaba sabía que sería más doloroso al querer sacarte de mi pecho.

Rubio, honestamente nosotros tenemos una manera de mierda para lidiar con nuestros sentimientos y emociones pero aun así permití que me destrozaras.

No puedo ganar aquí, nunca hago nada bien contigo, me siento miserable con esto, he tenido que aparentar que todo está bien para que puedas ser feliz y ¿te enojas por ello? ¡Me rompiste el jodido corazón! ¿Me quieres o no? Pero no puedes seguir haciéndome esto.

Silencio de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora