𝐈𝐧𝐧𝐨𝐜𝐞𝐭-𝐇𝐚𝐧𝐤𝐢𝐬𝐚-𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐨

ONE❤️

𝐄𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬:

Kisaki: 16
Hanma: 33

𝐂𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐂𝐚𝐛𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬:

Kisaki: castaño

Hanma: pelinegro

𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀𝐒: Esta historia contiene incesto y 𝐤𝐢𝐬𝐚𝐤𝐢 aún es menor de edad.

Hanma era padre soltero desde que la madre de su único hijo se había escapado horas después de que el bebé naciera. Aún no sabía las causas que la orilló a tal cosa, pero ella era 6 años mayor que el pelinegro y hasta el día de hoy, no sabían nada sobre el paradero de esta mujer, pero tampoco la necesitaban.

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Hanma obtuvo una enorme responsabilidad desde que cumplió sus 17 años, era padre primerizo y definitivamente estaba aterrado, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario por su hijo. Había comenzado a trabajar desde entonces, formando así desde cero la gran empresa que el día de hoy, puede decir con total orgullo que es de su propiedad.

Su hijo tenía por nombre, Shoji Kisaki.

Él siempre fue un niño tranquilo, con un buen comportamiento y sobre todo, una enorme inocencia, la cual Hanma quería preservar por siempre aún cuando era consciente de sería completamente imposible.

Kisaki comenzo a estudiar desde casa cuando cumplió 4 años, Hanma se encargaba de pagar los mejores maestros para que la educación de su hijo fuera impecable.

Pero a sus 16 años, era el momento de que su pequeño fuera a la escuela presencialmente, en tan solo dos dias más, comenzaría su último año en el colegio, así lograría interactuar con otros adolescentes de su edad y prepararse para cuando tuviera que entrar a la universidad. Claro que tanto Kisaki como Hanma estaban más que nerviosos.

-Papi, no quiero ir a la escuela, me gustan mis clases justo como siempre han sido -kisaki mostraba un tierno puchero, intentando de esa forma persuadir a su padre de tomar en cuenta su opinión.

-Créeme cariño, tampoco me encanta la idea de dejarte ir, pero esto es algo necesario para ti, necesitas aprender a socializar con otras personas de tu edad.

Ambos se encontraban en la habitación de Kisaki, estaban viendo una de las películas favoritas del menor, mientras este se encontraba sentado en las piernas de su padre.

-Amor, no tienes que sentarte en mis piernas todo el tiempo ¿sabes?

Kisaki sonrió de forma tierna.

-Lo se papi, pero realmente me gusta hacerlo.

Kisaki sonreía con la película que miraban, amaba estos momentos que pasaba con su padre, así que cuando su parte favorita llegó, no contuvo la emoción y comenzó a dar pequeños saltos sobre las piernas del mayor, haciendo a este jadear debido a la presión y contacto que estaba recibiendo su miembro.

-Hijo, no saltes de esa forma.

Kisaki ladeó su cabeza en confusión pero asintió y se volteó para sentarse a horcajadas sobre su padre. Ellos siempre habían sido muy unidos, por lo que este tipo de cercanía no era extraño ni incomodo.

-Dejare de saltar, solo si me das un besito -hablo el menos haciendo su pequeño berrinche para recibir cariño de su papa.

Hanma sonrió con ternura y depositó un suave beso en su mejilla, logrando que el menor negara.

-No papi, lo quiero aquí -contesto Kisaki colocando su pequeño dedo sobre sus labios, dando a entender que ese era el lugar donde quería el beso.