48 types of kisses! | danganronpa n' ocs

9| sushi in space

22/11. Besos mañaneros que se intercambian mientras ambos tienen los ojos cerrados — momoharu

Maki es una chica fría. No había que ser detective para darse cuenta de eso.

Ni siquiera Kaito, por más que fuera un jodido idiota, lo pasó por alto. Él estaba plenamente consciente de la clase de persona que Harukawa era cuando se enamoró de ella... y logró que ella se enamorara de él también.

Y aunque no mostrara sus sentimientos en público todavía, en privado era una historia medianamente distinta... en especial por las mañanas.

Momota simplemente no podía describir la felicidad que sentía cuando ella despertaba en sus brazos, acostada en su pecho. Lo hacía sentir lleno, no necesitaba palabras de su parte, esa simple acción le demostraba lo mucho que realmente le amaba.

Pero justamente ese día fue diferente. Kaito no se imaginaba que eso pasaría en algún momento, pero lo que le despertó esa mañana fueron los suaves labios que ya tenía memorizados presionados sobre los suyos.

Estaba tan cansado de la noche anterior que no podía abrir los ojos todavía, pero correspondió el beso rodeandole la cintura con los brazos.

Sus labios se movían sincronizados y algo perezosos. Las manos de Maki se aferraban a sus hombros, apretando levemente la camiseta que él usaba como pijama. Ninguno de los dos quería separarse nunca...

Pero ella comenzó a sollozar.

Nunca nadie la había visto llorar, ni cuando Emiko nació, ni el día de su boda...

Fue entonces que Kaito abrió los ojos—. Maki Roll...

—¿T-tienes que irte, maldito idiota...?

Silencio total. Él no la soltó en ningún momento.

—L-lo siento... no me escuches, y-yo solo... estoy s-siendo ego-

Los labios del astronauta volvieron a estamparse contra los suyos sin dejarla terminar la oración.

—Está bien mi Maki Roll, es normal que te sientas así... ¡pero volveré más pronto de lo que imaginas!

Ella suspira pesadamente y vuelve a recostarse en su pecho sin decir nada—. seis meses es mucho tiempo...

—¡Se irán volando! te lo prometo...

Maki sabía que no valía la pena discutirlo con él. Estaba feliz de que su esposo fuera a cumplir su sueño finalmente... pero no quería que se fuera.

Tenía miedo de estar sola de nuevo...