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Tomo la mano de mina para atraerla hacia él

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Tomo la mano de mina para atraerla hacia él.

Ambos estaban tan preocupados por su amiga que en las noches ambos se turnaban para cuidar de ella.

Inquietos por el miedo de que aquel olor dulce y calido a café desapareciera

Temiendo de que un día abrieran sus ojos y solo haya un cadáver de flores con aroma ácido.

Y aquella noche no era excepción, la condición de la chica gravedad era cada día estaba aún más grave, los chequeos que le realizaban solo le recetaban más calmantes que se encargaban de apagar la constelación achocolata que habitaba en sus ojos.

La frustración que se acumula entre ellos era cada vez más asfixiante.

Siendo aplastados

Siendo consumidos por la preocupación

Desesperados de cambiar el curso de la vida de aquella chica.

De su amiga

De su hermana

Y de su heroína.

Porque para ambos Ochako era de aquellas personas que brillaban tanto que podían cegarlos, una persona tan humana y tan dedicada a entregar su corazón que les dolía verla respirar con dificultad por la noches, evitando que descansará con tranquilidad.

Mina arremetía su ira hacía Katsuki, su desesperación por encontrar la forma en la que su amiga no se ahogara en polen y pétalos.

Pero él sabía que ellos no podrían sumergirse en aquella brea tan espesa que los rodeaba a Katsuki y a Ochako.

Porque quizás amar era un juego perdido entre ellos dos.

Ambos arderian

Arderian hasta no dejar nada de ellos y acabar todo con lo que este a su alrededor.

O quizás ambos podrían salvarse entre sus cenizas

Aquel olor amargo lo hizo cambiar de expresión

Su amigo estaba allí

Con una mirada en sus ojos que no pudo descifrar.

A cada paso que daban el olor a quemado le era más impregna te y sofocante

Mina se tenso en sus brazos, deteniéndose mientras que con sus manos en ambos lados de su cuerpo se apretaban con fuerza.

No pudo detenerla, solo se escuchó el sonido sordo de un puñetazo que asestó en toda la cara del cenizo.

El ambiente se hizo tan tenso que su corazón cada vez se apretaban en su lugar.

Los aromas de mezclaban y su garganta quemó al sentir aquel ácido que le hacía picar la piel.

¿Que tan tonto había sido?

— Tu...— el veneno que desprendió la pelirosa con sus ojos llenos de frustración e irá estaban cristalizados, su cuerpo temblando ante el chico por el cual su amiga solo iba a morir— Eres un Idiota de mierda, Bakugou.

Love-lyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora