El olor metálico junto con el dulce perfume de aquellas flores de pétalos gruesos inundaba toda la habitación.
Porque vomitar era lo único que le
Quedaba.Vomitar todo.
Sacar cada flor de su cuerpo.
Sacar cada mariposa.
Sacar cada gardenia que la asfixiaba.
Sus lágrimas se mezclaba junto con su sangre y aquella fragancia repugnantemente dulce de las flores que habían empezado a crecer en sus pulmones, en su corazon y en su garganta.
Lloraba entre jadeos.
El oxígeno ya no entraba en ella, las flores la ahogaban, la asfixiaba lentamente como si disfrutará de ver poco a poco la cafeína en sus ojos desaparecer.
¿Desde cuándo amar era mortal?
¿Desde cuándo amar era tan tortuoso?
¿Desde cuándo amar aquellos ojos rubí la habían jodido tanto?
Sujetó su cuello desesperada, clavando sus uñas en su piel blanquecina. Las flores seguían creciendo rasgando las paredes de su cuello y estrujando más su pobre corazón.
Moriría por amor.
Jamás pensó que esa sería la razón de su deceso, quizás una pelea con un gran villano o por salvar a alguien.
Pero no.
Sintió como las harcadas regresaban y pudo sentir con su lengua adormecida por los petalos que fueron expulsados de toda su garganta.
Dejando que respirara por última vez.
- Oi Uraraka...-
Sintió como su corazón se paralizó.
Las palabras no surgían en su mente y solo podía sentir como las gardenias que salían de su boca avanzaban lentamente por su garganta
– oi se que fui un idiota y entiendo si no quieres ver mi puta cara luego de lo que dije pero...
Escucho como este maldijo y vio como su sombra debajo de la puerta desaparecía.
Era amargo
Era amargo saber que iba a morir por el amor hacia aquella persona que nisiquiera podría girar la Manilla para verla a la cara y hablar con ella.
Sus lágrimas ya no salían y su corazón simplemente se resigno.
Se resigno a tratar de luchar para volver a ver su sonrisa.
Bakugou katsuki nunca le correspondería.
Luego lo escucho.
Escucho como derribo la puerta con aquellas explosiones que tanto adoraba.
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Love-ly
FanfictionTu corazón dolía. Se estrujaba Dando pequeños espasmos con la poca fuerza que lo hacía llevar la sangre a todo tu cuerpo. haciendo que el dolor aumentará en tu pecho. ¿Desde cuándo sus fuerzas habían Sido robadas como un suspiro por aquella mirada c...