la verdadera magia (George Weasley)

1# Llegada de la esperada carta

PUNTO DE VISTA DE T/N

Era verano, pasaron unos días desde que llegaron los chicos de Hogwarts, aún así la casa estaba tranquila, Bill seguían en el extranjero, Percy obviamente metido en su habitación callado, Ron y Ginny salieron con Molly a casa de una amiga suya y Charlie visitaba unos amigos de la escuela. Sólo estábamos Fred, George y yo en La Madriguera, aunque en realidad, el plan era que al despertarnos ese día, desayunaríamos e iríamos a jugar al quidditch con el hijo de un amigo de Athu. La gran sorpresa fue que cuando me desperté y bajaba las escaleras ya vestida, estaba sola.

-¿Georgie, Freddie?- genial se habían ido ya al bosque a jugar ¿Tanto les costaba esperar?

Agarré una manzana y empecé a comerla mientras iba afuera a buscar mi escoba.

-Increíbles, son increíbles, luego se indignan cuando hago bromas a las personas sin ellos- apoye la escoba en mi hombro y comencé a andar, hacía un día precioso, el bosque era encantador en Julio, aún podía olerse el aroma que dejaban algunas plantas que se abrieron en primavera, el sol traspasaba por las hojas de los frondosos árboles, se escuchaba cantar a los pájaros, era un ambiente perfecto. Llegué a la llanura donde íbamos a jugar, allí los árboles nos tapaban y podíamos evitar que los muggles nos viesen.

Vi a los dos idiotas de espalda mía hablando con alguien que parecía ser mayor que yo, no mucho, pero seguro que era mayor, me agaché para que ninguno pudiese verme y me acerque sigilosamente con la intención de asustarlos.

-¿No iba a venir una amiga vuestra?- pregunto el chico, aún no lograba ver del todo bien su cara.

-Ella se ha quedado dormida, bueno, no la hemos despertado que es diferente- aseguró George con sonrisa engreída, sigue dándome información vaquero.

-¿Hemos? Tu decidiste no hacerlo, yo la iba a despertar pero me dijiste que no lo hiciera por una absurda excusa, así que si luego viene enfadada, culpa tuya- río despreocupadamente Fred. En ese momento deje la escoba en el suelo y me acerque rápidamente para abalanzarme encima de ellos, pegaron un brinco los tres al verme.

-Eh-h T/N ¿Cuánto llevas acechándonos?- George se reía de forma nerviosa mientras me miraba, su gemelo por lo contrario, deduje de su cara que no podía estar pasándoselo mejor.

-No mucho Gideon- George palideció, pocas veces me enfadaba con ellos, siempre nos hacíamos bromas y nos metíamos entre nosotros, pero las veces que lo hacía les aseguraba mi enfado solo diciendo su segundo nombre, la última vez que me enfadé fue con Fred, rompió aposta mi disco de vinilo de la canción que teníamos Ginny y yo, Fred no acabó muy bien, tuvo que comprarme el disco de nuevo junto a otros 3 más para perdonarle, y eso fue hace 3 años. No me enfadaba el echo de de que me hicieron una jugarreta, si no que George tenía una razón muy concreta por la cual hacerlo y no sabía cuál era, y yo odio que ellos dos me oculten cosas de ese estilo.

-Pero donde están mis modales- me giré para ver al tercer chico, es moreno, con la piel clara y unos preciosos ojos color gris, bastante guapo. Le extendí educadamente la mano.

-T/N Black, encantada- hice una sonrisa, el se río por la situación.

-Cedric Diggory- me devolvió el apretón.

-Y no piensas que voy pasar de alto que no insististe en despertarme Fred- le miré con los ojos entrecerrados pero formando una sonrisa, el río y me paso el brazo por el hombro.

-Mi reina, perdonar a este rey tuyo, él otro, puedes seguir llamándole Gideon- reímos todos excepto George.

-¿Porqué te enfadas conmigo y no con él?- habló en voz baja a mi lado para que solo yo pudiera oírle.