10# La charla con Dumbledore

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PUNTO DE VISTA DE T/N
Todo el viaje en tren fue un completo aburrimiento, Molly me prohibió esforzarme hasta que empezase las clases al día siguiente, solo para asegurarnos. Aunque intentase como loca moverme y ser productiva, rápidamente llegaba un pelirrojo, Lee, Anthony, Tonks o alguna de mis amigas para ayudarme. Incluso en el compartimento del tren estábamos mis 3 guardianes (George, Fred y Lee) sentados en el mismo lado y yo tumbada con Sirius sola.

Cuando llegamos bajé alegre y hambrienta. Corrí afuera ignorando las advertencias.

-Por fin aquí- me estiraba mientras hablaba.

-Estas vez usaremos los carruajes, será la primera vez que montes- me contaba Lee mientras andábamos con los gemelos. -Son mágicos nada tiran de ellos- mire hacía donde apuntó.

-Lee no mientras- reí. -Son tirados por thersthals...- en ese momento me di cuenta de lo que decía. Me acerqué seria para acariciar a uno.

-Emm se que estás medio loca pero ¿Qué se supone que acaricias renacuaja?- preguntó Fred moviendo la mano en dirección donde acariciaba.

-Ten cuidado tonto, le vas a dar. Los thersthals solo los pueden ver... solo..-

-Solo los pueden ver los que han visto la muerte ante sus ojos- me interrumpió Anthony acariciándome la cabeza.-¿Tú madre?- asentí, Anthony era uno de los pocos en la escuela que conocían y entendían mi situación familiar. Ambos nos contamos, una noche la cual el se sentía triste, como era nuestras familias. La suya habían sido mortífagos cuando el tenía un año, sus padres, nunca aclaró si eran realmente partidarios a las ideas de Voldemort. Ambos sentimos que otra persona podía comprender que era tener unos padres con pasado. Yo le conté que parte de mí creía que era inocente, aunque creo que no piensa que pudiera ser así.

-Según lo que me contó Molly, no me aparté de ella cuando estaba enferma, fui la ultima en verla con vida- la criatura era dócil conmigo incluso dejaba a Sirius acercarse, él curioso no paraba de verle. Sonreí ante ello, estaban calificadas como las peores bestias por el ministerio.

-En mi caso fue mi abuela, también estuve con ella hasta el final. Incluso me dijo una vez, que hay tres cosas buenas de ver morir un ser querido, te da fuerza, le haces saber que fue amado por ti hasta el último momento y que te da la oportunidad de ver estos hermosos seres- miré los ojos de Anthony, no los apartaba de mí ¿Cómo era posible poder ver el profundo mar en una mirada?- ¿Estás bien?- me preguntó, asentí volviendo a la realidad.

-Bueno... vámonos- dijo Lee - Anthony ¿vienes con nosotros?

-No, unos amigos de mi casa me esperan, pero gracias. T/N, nos vemos más tarde- y se fue moviendo la mano. Nos subimos los cuatro al carruaje cuando George habló.

-Muy embobada te tenía Anthony- dijo cruzándose de brazos mirándome serio.

-¿Embobada? Vamos no digas tontearías, solo es mi amigo- sentía como mis mejillas ardían, si supiera este idiota que por el que me quedo embobada es por él.

-Oh vamos Black, pero si se te caía la baba mirándole los ojos- puso los ojos en blanco, Lee y Fred no decían nada.

-No es mi culpa que tenga unos ojos preciosos, aparte ¿Se puede saber porque te molesta tanto? Ni que estuviese prohibido verlos- me empezaba a enfadar el tono y la actitud que tomaba. Fred casi se ríe pero se tapó la boca y miraba a otro lado, mientras que Lee no variaba en mirarme a mi y a George, este se ponía rojo.

-Bueno..., tu sabes, quiero... protegerte, no quiero que él... se aproveche de ti y eso- se rascaba el cuello apartando la vista de mí.

-Pues si quieres protegerme deja de ponerte tonto y usar ese tono conmigo. Ya te he dicho que no eres tu quien decide mi vida amorosa, solo tengo 11 años, y si quisiera salir con él, pues saldría- Por suerte habíamos llegado, agarré el brazo de Lee y me fui gritando una ultima cosa -Fred calma al idiota de tu hermano- y entré rápidamente al castillo con Lee.

la verdadera magia (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora