la verdadera magia (George Weasley)

8# Regreso a casa por navidad

PUNTO DE VISTA DE T/N

Mientras le lanzaba cosas a Jean ellas las metía en su baúl y viceversa, como siempre nos dejamos para la última noche, empacabamos todo para mañana irnos de Hogwarts por navidad. Llevaba días inquieta, volvería a casa y podría ver al resto de la familia, tenía unas ganas enormes de abrazar a Ron y Ginny, los echaba demasiado de menos a mis enanos, lo mejor es que Bill volvía y podríamos pasar la navidades todos juntos, también la tía Andrómeda, el tío Ted y Tonks estaban invitados.

Agarré la jaula de Alaia ,que ella encontraba dando saltos y ululaba de alegría desde mi cama, y la coloqué cerca de mi baúl.

-Toma Alaia, venga disfruta de un largo vuelo nocturno, mañana pasarás toda la mañana dentro de una jaula- Le dije a Alaia dándole un premio y abriendo la ventana, ella salió volando elegantemente.

- Deberíamos ir a dormir, Charlie nos amenazó a todos los que nos íbamos que debíamos estar a las 9 en la sala común para desayunar e irnos a las 10:30- dijo Jean mientras me lanzaba una almohada.

Nos acostamos y cerramos las cortinas de nuestras camas para empezar a descansar.

-Hola de nuevo T/N- aparecí de nuevo en la habitación negra, esta vez era diferente, había una mesa y me encontraba sentada en una silla al igual que él.

-Hola Tom, hacía dos semanas que no te veía, por si no te vuelvo a ver, Feliz navidad- dije mirandole directamente a los ojos.-Has mejorado este sitio, que detalle- una sonrisa burlona asomó mientras el ponía los ojos en blanco.

-He de contarte algo, por lo visto, nadie de tu alrededor parece importarle este detalle- le miré con interés.- ¿Sabías que tienes poderes?-

-Emm si, soy bruja-

-Si que eres tonta, tienes más poderes, muy fuertes dentro de tí- me quedé sería escuchándole ¿Cómo no podía saber si tenía poderes?

-Explicate-

-Estos, los cuales llamas profesores, están al tanto gracias a Dumbledore que posees ciertos... Dones, bastante curioso que nunca te lo hayan dicho, a estas alturas no se puede confiar en nadie- me quedé sin palabras ¿El director sabía de ello?

-¿Por qué nunca me contaron?- Empecé a ponerme nerviosa.

Me levanté de golpe de la cama, ese idiota de Tom, menudo guardián estaba hecho ¿me suelta eso y no me dice nada más? Debería ver a Dumbledore.

El sol ya iluminaba vagamente los terrenos blancos de Hogwarts, el resto de mis compañeras de habitación seguían durmiendo, eran las 7 de la mañana, vi como Sirius dormía con su mantita plácidamente al lado de Alaia, les acaricie y me fui afuera de la habitación.

Salí de la sala común para intentar buscar al director, mire por todos los lugares que podría estar, pero no lo encontré en ningún sitio, hasta que me topé a la profesora Mcgonagall, la cual me informó que el director estaría todas las vacaciones afuera encargándose de asuntos importantes y que únicamente se podía comunicar con él por medio de carta, genial, bendita sea mi suerte.

Empecé a caminar de vuelta a la sala común, llena de preguntas y pensamientos, sin saber como acabé en la torre de astronomía. El sol estaba terminando ya de salir, me senté en el borde y me abrigué con mi albornoz, el vapor salía de mi boca con cada respiración y notaba como mi nariz y mejillas se enfriaban.

-Poderes... ¿cómo voy a tener poderes? Según los libros, los Black no tienen más poderes aparte de el hecho de ser brujad o magos, y mi madre es una muggle... Me tocará escribir a Dumbledore.