Aún sin decir alguna palabra, volvió a mirar al chico que sin verle, había sonreído enormemente. Dentro de su cabeza, habían miles de palabras con las que había querido explicarle todo al mayor.
'Desde que te conocí, he querido agradecerte por todo'
'Jin, odio cuando sólo mimas a Soobin, ¡yo también quiero eso!'
'Por favor, no me dejes, haré lo que sea para estar contigo'
— ¿Jungkook? -una fuerte mano tocó la suya con cuidado llamando su atención, al girarse encontró los ojos brillantes de su cuidador y sólo pudo pensar lo tonto que había sido todo este tiempo- ¿Que acabas de decir?
— Jin, lo siento, lamento mucho haber sido un conejito rebelde, lamento mucho ignorarte y no decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que me importas, lamento...
— ¡Jungkook, por Dios escúchame! -le tomo de los hombros solo para zarandear un poco y que el chico se calmara un poco- Explícame bien, Kook, pero esta vez, sin lamentarte.
— Yo... Jin, realmente me gustas mucho mucho, creo... creo que desde que te conocimos.
— ¿Tanto así? -el joven asintió y mantuvo la mirada puesta en su mayor- Bueno, yo...
— No necesitas responderme, estoy bastante feliz con que cuides de mis hermanos y de mi ahora, pero ... no quiero irme como Xiumin, ¿puedes entenderlo?
— ... la verdad yo tampoco quiero que se vayan.
El mayor tomo la mano del chico viendo que sus orejitas habían salido al aire por la emoción. Seokjin tampoco quería que los chicos dejaran su hogar, pero antes de ser conejitos, también eran humanos y eran libres de elegir lo que ellos quisieran.
Estaba feliz de tener a Jungkook con él y más aún sabiendo que sus sentimientos eran correspondidos.
— Puede que este loco o sea considerado luego como pederasta -se rio un poco, más el menor no lo hizo.
— No juegues con eso. No soy un niño.
— Pero tu aún...
Jungkook estampó sus labios contra los del mayor dejándole perplejo por la acción tan repentina. No esperaba que el chico le besara.
Sus labios eran suaves y se movían contra los de Jin para marcar un ritmo al cual el mayor no estaba acostumbrado.
Los besos que había tenido con Yoongi eran salvajes. Los de Jungkook eran tiernos pero profundos.
Habían sentimientos involucrados.
Debía decirle a Yoongi que debería encontrar otro peón en su juego, porque él, había iniciado una nueva partida con el rey.
— E-espera Jungkook...
Saco la mano del chico de su abdomen. Jungkook iba demasiado rápido. Él estaba acostumbrado a eso y más gracias a los encuentros con Yoongi, pero estar delante de alguien con quien compartía sentimientos mayores le hacía perder el equilibrio.
— Jin, soy tuyo, completamente. ¿Necesitas más de mi para estar seguro?
El mayor le tomo de la mano y sonrió con ternura.
— Nada de eso, te creo, Jungkook.
La sonrisa del conejito se ensanchó más y su tierna nariz hizo un gesto rápido.
— ¡Quiero mimos como Soobin!
A Jin le pareció en extremo tierno.
— Los tendrás, todos los que quieras.
— Te amo, Jin.
El corazón del mayor estaba a mil por hora y abrazando aún más al menor, sonrió dejando que la tensión de sus hombros le abandonará.
— Yo también te amo, Jungkookie, no quiero que volvamos a ser los de antes.
— No puedo dejar que mis hermanos lo sepan -nego un poco sin separarse del abrazo- Soobin sabe me que gustas, pero no quiero aún que Nayeon sospeche de esto.
— Siempre podemos mantener estas lindas veladas nocturnas -tomo la mano del chico y le regalo de nuevo una sonrisa- Pero no siempre vamos a mantener esto en silencio.
— Dame tiempo, ¿sí? -la mirada de Jungkook volvió a los ojos del mayor y más serio continuó- Lo primero que quiero es que ya no veas a ese gato.
— Debo mostrarles a Yoongi un día de estos...
— Seokjin.
— De acuerdo de acuerdo, nada de Yoongi para mi a partir de ahora. ¿Tienes una idea de lo que Yoongi y yo teníamos?
Jungkook huyó la mirada del mayor. Ahora lo sabía. Ese día que había hablado con Jimin le había mostrado muchas cosas sobre el amor humano.
Muchas.
Y le había hecho ver cosas que al principio habían sido perturbadoras para sus ojos. Pero Jimin había dicho que eso era normal.
Él no comprendía aún la parte donde las humanas gritaban pareciendo estar en celo.
— No quiero que grites como una criatura en celo, Jin.
Seokjin soltó una gran carcajada para cubrir el sonrojo de sus mejillas. Puede que Jungkook si supiera algo al respecto de eso.
— Hablaremos de esto con más detalle en la tarde cuando vuelva del trabajo, por ahora debemos ir a dormir, ¿te parece?
— ¿Puedo... puedo...?
Jin sabía a que se refería y no se negó. Se acercó al chico y volvió a darle un beso más corto en sus labios.
— Anda y descansa Kookie, buenas noches.
El menor sonrió haciendo que sus ojos brillaban de anhelo.
— Buenas noches, Jin. Descansa -ante de darse la vuelta, volvió a besar al mayor sonriendo- Te amo.
Seokjin volvía a sentirse un adolescente con Jungkook.
Ahora su vida estaba unida de por vida a un conejito, a quien no quería soltar porque era un poco egoísta.
Nadie sabía lo que el destino les esperaría y era mejor que se prepararan para los nuevos acontecimientos que el destino les traería.
— Y todo esto sólo por tomar aquella caja.
~ FIN.
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𝐀 𝐡𝐨𝐦𝐞 𝐟𝐨𝐫 𝐛𝐮𝐧𝐧𝐢𝐞𝐬. ⁂ 𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀.
Fanfiction"¿Que debes hacer cuando encuentras a 4 bebés conejos en una caja a punto de ir al basurero?" "¿Cuando no tienes más a parte de tu sustento? "¿Y un lindo conejito que no quiere irse lejos? ...