- La cueva de la bestia -

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∼ Capítulo #18 ∼

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— La cueva de la bestia —

Escenas +16 ⟧

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En las profundidades de una cueva húmeda y sucia una pareja alpha-omega yacía en soledad, mientras los leves goteos de las estalactitas eran opacados por los jadeantes suspiros y gemidos desbordantes que se escuchaban en aquel recóndito lugar. 

— Ah... ha- Lan Zhan — murmuraba entre suspiros un jadeante omega, quien luchaba internamente para no perderse entre las atenciones que recibía su cuerpo. 

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Su compañero no respondió, incapaz de pensar en otra cosa que no sea mantener el control de sí mismo. El joven alpha miraba con deseo el cuerpo jadeante bajo él; el rostro sonrojado por la excitación, la abrumadora mirada de deseo en los ojos del contrario, y por supuesto, aquel asfixiante y dulce aroma que lo incitaban a seguir sus instintos. Ante todo esto, Lan WangJi hacía lo posible para mantener la cordura y no someter a aquel omega ahí mismo. 

— Hmg, a-aH! — un sonoro gemido proveniente del omega sacudió levemente al joven Lan, sintiendo a su vez en su mano el fluido del segundo orgasmo en el más joven. 

La mirada dorada del alpha detallo en la figura bajo su cuerpo, detallando en aquel rostro excitado que jadeaba de manera errática después de su liberación, mientras el cuerpo ajeno aún se contrae por los espasmos del orgasmo.

Lan WangJi estaba encantado por aquella vista. 

En ese momento para el segundo maestro de los Lan no importaba el hecho de estar al lado del cadáver de una bestia, o su pierna herida. Para WangJi solo estaba aquel omega en pleno celo. Casi hasta agradece a la molestia Wen por haberlos dejado ahí tras lo ocurrido. 

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∼ Días antes...

Todo había ocurrido tan rápido, después de haber sido llevados  hasta la guarida de la bestia, Wen Chao les había ordenado luchar contra aquella vil criatura y tan pronto como las cosas se pusieron difíciles el valiente segundo maestro Wen huyó sin dudar junto a sus hombres, dejando encerrados a los jóvenes de las sectas invitadas para ser la comida de la bestia. Y aunque Wen Zhuliu intentó llevar consigo a Wei Ying, este logró liberarse de su agarre y correr de nuevo a la cueva antes de que la entrada fuera cerrada por completo. Si bien, Wen Chao envió un par de sirvientes para capturarlo de nuevo, estos no lograron su cometido pues un derrumbe terminó de sellar la entrada. 

Casi fue divertido escuchar los reclamos con aquella voz angustiada del segundo maestro Wen, pues sabía que su padre lo castigaría gravemente por haber perdido su preciado juguete. 

Volviendo con los jóvenes en la cueva. Aunque se vieron atrapados estos lograron encontrar una salida y con la guía de Jiang WanYin la mayoría de ellos logró salir, dejando solo a la pareja de Gusu para distraer a la bestia. Si bien, el heredero de los Jiang no parecía estar completamente de acuerdo con esta decisión, no tuvo más opción que confiar en que el segundo jade cuidaría del menor, pues si salía con ellos había la posibilidad de que fuera capturado por los Wen de nuevo. 

Habiendo quedado solos en la cueva, Wei Ying recordó el talismán que le había dado XiChen, este tenía la capacidad de transportar a dos personas  por lo que sería ideal para sacarlos de ahí, y de paso reunirse con su hermano. Sin embargo, al momento de evaluar la cueva descubrió que esta tenía grandes cargas de energía resentida que causaría interferencias al momento de usar el talismán, por lo que si lo rompía para activarlo era probable que solo lo desperdiciara. 

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