- Encuentro -

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~ Capitulo #1 ~

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— Encuentro —

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~ Diez años atrás…

En una cuidad comercial, donde las calles se cubrían por una blanca y helada manta causada por la nieve. Los habitantes se resguardaban cómodamente en la calidez  de sus hogares, protegiéndose del frio ambiente de las calles. 

Con las calles desoladas, solo una que otra persona se encontraba caminando, mismas que ya comenzaban a buscar un lugar donde acobijarse del frio. Este era el caso de un peculiar grupo, el grupo destacaba por sus impecables ropajes blancos,  compaginándose a la perfección con los diminutos copos de nieve que caían de los cielos. 

La seriedad y apacible ambiente parecía rodear al grupo de blanco, sin embargo, de un momento a otro, el más joven de los tres comenzó a mirar a su alrededor, comenzando a mostrar una mirada de preocupación al percatarse de la ausencia del cuarto integrante de su grupo.

Al no encontrar con la vista a esa persona, el pequeño de tan solo 10 años se dirigió a su padre y una vez cerca tiro levemente de las ropas de su progenitor. 

— ¿Que ocurre A-Huan? — cuestiono el mayor al ver la repentina acción de su hijo mayor. 

— Padre, ¿dónde esta WangJi? — cuestiono el menor, haciendo notar al hombre sobre la desaparición de su segundo hijo. 

— ¿WangJi? — nombro el alpha, comenzando a buscar a su hijo con la mirada. 

— Hermano, ¿Qué ocurre? — cuestiono el segundo adultos en el lugar.

— QiRen, WangJi  no está — contesto el padre de los niños, sorprendiendo al contrario por tales declaraciones.  

— ¿Qué? WangJi nunca se separa de nosotros, ¿Dónde iría? — se cuestionó el  alpha de peculiar barba. 

Mientras tanto, en otro punto de la cuidad…

Ajeno de todo, en un desolado y sucio callejón, un pequeño de ropas harapientas y ligaras, para nada aptas para aquel frio ambiente, colocaba unos pequeños muñequitos de paja hechos a mano dejando los tres muñequitos juntos simulando una familia. El menor, pese a sus circunstancias, no borraba su cálida sonrisa. Aun así, su mirada transmitía nostalgia con solo ver esos muñequitos que él mismo había hecho. El recuerdo de sus padres, que hasta hace poco aún estaban a su lado protegiéndolo del frio de la soledad, paso por su mente. Las lagrimas comenzaban a amenazar con agruparse en sus ojos para posteriormente deslizarse por sus mejillas.

De pronto, el sonido de un ligero golpeteo y sutiles pasos llamo su atención. El menor de algunos 6 años elevo su vista con curiosidad para conocer el origen de aquel sonido. Al verlo, sus ojos chocaron con aquellos orbes dorados. Aquella fija mirada que no parecía perder detalle de él. 

Nervioso, solo atino a mostrar su brillante sonrisa al pequeño frente a él. El contrario pareció sorprenderse un poco ante la acción del mas joven. 

El pequeño de ropas blancas, y largo cabello azabache, miraba atónito al infante en el suelo. No sabia quien era, ni por que había llegado hasta ahí. Ni siquiera entendía por qué se había separado de su familia por seguir aquel dulce aroma. Pero ahí estaba, ante el origen de tan peculiar fragancia. Había sido un impuso quizás, pero no pudo evitar sentirse atraído por el aroma. Y ahora, estaba ante un pequeño que no parecía diferir mucho de su edad, algo en ese pequeño llamaba mucho su atención. Un extraño sentimiento de querer estar cerca de él y sacarlo de ese frio ambiente comenzó a surgir en su interior. 

Roles invertidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora