—Oye, ¿qué ropa vas a llevar?
—¿Cómo que qué ropa voy a llevar? Pues ropa de deporte.
—No, pero mira —La cara ansiosa de Felix desapareció de la pantalla de la videollamada para enseñarme tres conjuntos perfectamente dispuestos en la cama de sábanas amarillas.
—Mm... creo que mejor el de pantalón largo y camisa de manga corta.
—Ese había pensado yo también... —Dijo volviendo a aparecer en pantalla, pensativo.
—Eso es mentira —Dije riendome.
Con lo poco que lo conocía, seguro que se hubiera puesto el pantalón corto y la camisa recortada.
—A ver, el que tiene, tiene. ¿Por qué no enseñarlo?
—¿No crees que es más seguro no destacar tanto? —Continué guardando las vendas en la bolsa y la ropa de cambio en la bolsa de deporte.
Agarré la botella y fui a la cocina a llenarla.
—A ver, guapo. Eras tú el que dijo que daba igual que fueramos dos omegas.
—Y da igual. —Lo miré con una ceja alzada y rellené la botella.
Agarré una golosina para gatos y la dejé sobre la encimera para alejarme hasta el sofá a esperar.
—Pues a los omegas nos gusta lucirnos. —Se acomodó el pelo y me miró sexy.
—Pues yo tengo que ser un extraterrestre.
—Nah... Date tiempo amigo. En cuanto se te ponga un alfa interesante delante, verás. —Suspiró soñador.
Detecté un movimiento por el rabillo del ojo y cambié a la cámara trasera. Vi la cara de desconcierto de Felix al observar lo que yo.
Baby se había acercado sigilosamente y, de un gran salto felino, había subido a la encimera, ahí se había metido la golosina en la boca y la masticaba feliz. Luego se quedó allí sentado, con la cola balanceándose en el borde, mirándome, como siempre hacía.
Volví a colocar la cámara frontal de mi teléfono y vi como Felix estaba tapándose la boca con una mano.
—Que mono, por dios... —Susurró, como con miedo de asustarlo con su voz.
—Lo estoy sobornando. —Dije guiñando un ojo.
Oí su risa a través de la línea.
—Bueno, dame diez minutos y estoy por ahí.
—Vale, te espero.
Colgué y me acerqué al bote de las golosinas de Baby. Él no se movió pero no me quitó la mirada de encima. Dejé un caminito de golosinas hasta acabar con un montón de ellas muy cerca de mí. Tras unos momentos de indecisión, Baby se acercó a comerse sus delicias y con ello, se acercó a mí también. No lo acaricié cuando estuvo tan cerca que casi podía sentir su calor, solo lo miré. Cuando acabó me dio la espalda, acariciándome el brazo con la cola y se bajó de un salto de la encimera.
Sonreí esperanzado. Ya había conquistado el estómago de mi gato, ahora faltaba ganarme su confianza. Pero tenía esperanzas.
Volví a la habitación y agarré la bolsa de deporte con todo lo que iba a llevar. Pero me detuve unos instantes en el espejo de cuerpo entero del armario.
No consideraba que destacara mucho, a parte de ser un omega, claro. Llevaba un pantalón largo de deporte y una camisa de manga corta azul marino y los tenis de deporte nuevos. Ni siquiera me había molestado en peinarme. A mi pelo, al que ya me estaba acostumbrando y empezando a adorar, no le hacía falta peinar, era tan liso y suave que daba igual lo que hiciera, no se despeinaba ¡Lo adoraba!
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En otra piel ||Minsung|| OMEGAVERSE
FanfictionJ-One se despierta tras estar en coma... En un cuerpo que no es el suyo. ¿Qué ha pasado? 🌱 Homosexual 🌱 Escenas explicitas 🌱 +18 💞Portada💞 @yuanfwn