Devil Side

Capítulo 4

La llegada de Molly y un ataque sorpresa.

Eleanor.

Al día siguiente estamos todos reunidos en el cementerio del pueblo mientras sepultan a Gabriela, según dijo Annie ella pertenecía a la Academia y era una sirena. No nos dijeron por qué o cómo murió, Daniel solo dijo que su padre tenía sospechas.

Es increíble como si te acercas a ella solo se ve como una chica normal, pero así somos todos, ¿no? Aparentamos normalidad por fuera para ocultar los demonios que llevamos dentro.

Todos están en silencio escuchando al señor Lope dar una despedida, lo único que se escucha es a una chica de corta cabellera negra, llorando desconsoladamente.

Yo no tenía idea de quién era Gabriela, sin embargo, con solo escuchar a esta chica romper en llanto es imposible no sentir empatía.

Un dato curioso es que Darwin no ha aparecido en todo el rato.

Tampoco es como que hubiera puesto atención por si venía. Solo es un dato, ¿ok?

Ajá. Ni tú te lo crees.

—... Prometo hacer todo por aumentar la seguridad para todos, ahora pueden retirarse. Gabriela descansará en paz —finaliza el señor Lope.

Anielka se limpia una lágrima que roda por su mejilla, aprieto su hombro como forma de apoyo y me sonríe.

Todos empiezan a retirarse y un grupo de amigos acompaña a la pelinegra que sigue llorando.

Cuando solo quedamos Daniel, Annie, Shane y yo no puedo contenerme de mencionar:

—¿Es idea mía o no parecían muy sorprendidos de la muerte de Gabriela?

—No es solo con Gabi —me corrige Annie—. Ha habido ciertas muertes merodeando por acá y no hemos logrado descubrir quién es.

—¿No puedes verlo en tus sueños?

Ella niega con su cabeza.

—¿Y por qué no ha venido algún familiar de la chica al entierro?

Caminamos por el bosque siguiendo el rumbo directo a la playa.

—La mayoría de las personas que forman parte de la Academia no suelen tener familia muy cercana.

—¿Porqué?

Shane me mira algo divertido.

—Eres muy curiosa. La curiosidad mató al gato.

—Pero el gato murió sabiendo.

—Y tuvo que pagar el precio con su vida, barbie vampira.

Llegamos a la playa y empiezo a relajarme un poco. El viento mueve mi cabello, mis pies tocan la arena y veo las olas chocar. Me encanta.

—Se supone que si pagas un precio lo que obtienes a cambio lo vale, ¿no?

—Tú ganas —muestra sus manos en señal de rendición—. Generalmente, en las familias se inculcan entre sí los conocimientos de sus habilidades, además de que suelen confiar solo entre ellos, el señor Lope creó esta Academia para proteger y ayudar a los otros que no tuvieron esa familia como apoyo.

—Esta Academia es muy extraña.

—Tal vez sea porque nosotros somos extraños, ¿no se te ocurre? —murmura irónicamente Anielka.

—Buen punto. Pero no es solo eso, ¡ni siquiera hay profesores!

—Discúlpanos, es que la carrera de maestros de especies sobrenaturales en la universidad era muy cara —continúa con la ironía.