— Ayer descubrimos que la madre de Marcos no solo no está muerta, sino que lleva todos estos meses encerrada en los pasadizos. ¿Y de repente aparece su cadaver? — dijo Vikki a los demás cuando estaban en el comedor
— ¿Y su padre? — preguntó Iván — ¿También lo habrán tenido allá abajo encerrado?
Vikki se encogió de hombros. Julia se unió a la conversación — ¿Pero entonces los secuestraron y ahora los han matado?
— Joder — Ivan suspiró — En este colegio se mata gente. ¿Lo pillas... o te lo escribo en una Ouija?
Julia fulminó a Iván con la mirada.
— Pobre Marcos — añadió Roque de repente — Lo peor es que ver el mensaje de su madre en el plato y saber que estuvo allá abajo le dio esperanzas.
— Justo cuando pensaba que sus padres podrían estar vivos... aparecen los cadaveres — dijo Carol
Iván suspiró llevándose las manos al rostro con frustración y cansancio. — Joder, no puedo con todo esto. Me voy a por una aspirina que tengo un dolor de cabeza que me muero — y se levantó de la silla
María vio el comportamiento de su hijo desde la mesa de comidas y se preocupó por él. Últimamente se había estado debatiendo entre la vergüenza y la culpabilidad por lo que pasó cuando nació Iván, y además, la rabia que sintió al saber que una impostora estaba usurpando su lugar como madre. Una emoción creció ahora que Iván estaba enfermo y María está sintiendo, en cierto modo, lo que hubiera sido poder cuidar a su hijo.
Marcos llegó a la habitación con una rara noticia que contarle a sus amigos. Un tipo que nunca había visto, le dijo que sus padres estaban vivos, y que los cadaveres que tenía que identificar no eran los suyos pero que tenía que reconocerlos como si lo fueran. Al parecer, habían matado a dos personas para hacerlas pasar por sus padres y hasta le habían puesto sus objetos personales para que fuera más creíble.
— ¿Pero Marcos tu de verdad te crees que ese tío es de fiar? — le dijo Vikki
Marcos sacudió la cabeza — Yo no se si es de fiar o no pero ese tío sabía cosas. Me dijo que mi madre había estado secuestrada hasta hace poco. Pero también me dijo que estaba a salvo
Carol lo miró preocupada — ¿Y tú qué crees?
— Que no — dijo él de inmediato — Si mi madre estuviese a salvo habría venido a buscarnos. Mi madre tiene que estar retenida a la fuerza
— A lo mejor ese tío sabe tantas cosas porque es uno de los secuestradores, ¿no? — sugirió Julia
Iván la miró con un gesto irónico de cabeza — Si, claro. Y se ha vuelto bueno y ha decidido confesar, ¿no te jode? — su voz gruesa — La inteligencia no es uno de tus súper poderes, ¿no, Cásper?
— Igual y un día me harto de aguantarte, gilipollas — Julia bramó con coraje mirando a Iván directamente a los ojos
Pero Iván solo sonreía. — ¿Y qué me vas a hacer? — se burló levándose del escritorio
Carolina se puso en frente de él — Joder — gruñó — Bueno Iván. ¡Ya vale!
La sonrisa de mofa desapareció de sus labios cuando miró a Carolina. — Vale, vale
Pero Julia seguía mirándolo mal, ambos intercambiaron algunas miradas pero no dijeron nada. Carol volvió a Marcos, quien en el fondo, creía que sus padres seguían vivos. O quería creerlo. Roque le dió ánimos, diciéndole que seguro que si lo estaban.
Mientras tanto, el conflicto de Iván con su padre no parecía mejorar. Y mucho menos ahora, que Jacques Noiret había aparecido en el Internado. Mientras subían las escaleras de la entrada, todos los chicos se detuvieron en seco cuando se dieron cuenta de que él estaba ahí. Los demás chicos intentaron seguir su camino, pero Iván se quedó allí de pie, mirando como su padre se acercaba a él con una media sonrisa. Un gesto más siniestro que fraternal
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La historia de Iván & Julia
FanfictionLos mejores momentos de Julia & Iván transcritos a narración