6

167 22 5
                                    


No me desagradaba como me veía, pero creo que el yukata me hace gorda... 

Era el 1 de Enero, nuevo año nuevos propósitos, nueva vida. Y como costumbre en todo el Japón era ir a rezar a los templos para agradecer y pedir cosas a los dioses. Tus padres se empeñaron en ir a un templo de la región de Hyōgo, ya que allí avía uno de los templos más bonitos.

Aunque fue un trayecto pesado, ya que de Miyagi a Hyōgo había unas 12 horas de trayecto en coche, pero valió la pena. Al llegar, primero fueron al un hotel bastante discreto pero muy acogedor. Tenias unas ganas increíbles de solo quedarte en la cama sin hacer nada, pero tristemente tuviste que ir a aquel templo con aquel Yukata.

Todo el camino al templo estuviste bostezando, en todo el trayecto apenas pudiste dormir bien, tu madre te regañó, ya que si no ibas con cuidado el peinado se te desharía. 

Tu madre quiso que te pusieras una horquilla de su abuela, era bonita, pero parecía un tanto costosa. Y contando la facilidad que tenía la chica en perder las cosas, y que la mayoría de joyas que ella tenía, se acababan rompiendo o malgastando.

Llegaste al templo, estaba lleno de gente cosa que te hizo sentir un tanto incómoda, caminaste en dirección hacia la zona donde se donaban las monedas, pero alguien choco contigo haciendo que te cayeras. Poco a poco te re incorporaste, pero al levantarte no viste a tus padres, nerviosa los llamaste, pero no lo cogían.

Seguías estando nerviosa, y no sabías exactamente que hacer, así que te quedaste en tu lugar mirando por todos los lugares para encontrar alguna pista de tus padres pero simplemente veías cabezas de gente desconocida. 

También la gente no paraba de golpearte al estar en el medio del camino, alguien te dio en el cabello haciendo que tu peinado se deshiciera e que la horquilla cayera. 

-¡Mierda!- No sabías donde estaba la condenada horquilla, sabías que tu madre estaría muy decepcionada si perdieras la tan apreciada horquilla de su abuela, tenias ganas de llorar, era el primer día del año y realmente lo odiabas.

-Perdona, ¿es esto tuyo?- Levantaste la cabeza para ver como alguien te extendió su mano y con ella la horquilla.

-¡Sí! Muchísimas gracias.- Dijiste para así volver a ponerte la horquilla y levantarte para encontrarte cara a cara con la persona que té había ayudado. Pero te sorprendió al ver quien era.

-Kita-San, esos dos se están peleando otra vez.- Apareció otro chico, un poco más alto que el que té ayudo. Este suspiro, parecía una cosa normal para el.  El chico que recién llego te miro atentamente, te pusiste un tanto nerviosa. Ya que savias perfectamente quien eran.

-¿Y Aran?- Preguntó el peli blanco.

-Intenta separarlos, pero creo que es demasiado para el.- Dijo rodando sus ojos.

-Entiendo, ¿ya habéis dado vuestras donaciones?-

-Yo sí, los otros no lo se, supongo que los gemelos Miya no.- El peli blanco suspiró, pero recordó que te estaba ayudando, así que giró completamente a tu dirección para darte una discreta sonrisa, para seguidamente ayudarte a levantarte. 

-Perdonad por preguntar esto tan tarde, ¿pero vosotros jugáis al voleibol?- Preguntaste discretamente. 

Ambos chicos se sorprendieron por la pregunta, aunque su equipo era famoso y una que otra vez salió en la televisión haciendo entrevistas a los integrantes del equipo. Pero casi nunca les reconocían en la calle, y que una bonita chica les reconociera por el voleibol era una cosa inusual.

-Sí, soy Kita Shinsuke, el capitán del equipo masculino del Inarazaki.- Dijo el peli blanco con total confianza de sí mismo.

-Suna...Rintarou.- Dijo el peli negro.

-¡Encantada! He visto algunos de vuestros partidos, y la verdad es sois simplemente ¡increíbles!- Dijiste mientras tomabas las manos de ambos chicos para así poder estrecharlas. Pero inmediatamente las dejaste.- Perdonad abecés me dejo llevar por la emoción...por cierto, soy Inosue ____-

Kita sonrió dulcemente, le pareció una buena chica, en cambió Suna, hacía todos los intentos del mundo para no sonreír o sonrojarse, normalmente no se ablandaría tanto con una chica. Pero simplemente cayó a los pies de la chica.

El móvil de Kita sonó, este miró de quien era, se puso pálido al ver que era de Aran, se había olvidado completamente de los gemelos. 

Inmediatamente fueron donde los gemelos, y allí los tenías dos chicos compitiendo para ver quien donaba su moneda primero. Suna saco su móvil para grabar su escena, mientras que Kita iba a detener el caos que avía. 

Ambos tuvieron su regañina, de mientras compartías contactos con Suna, el quería ser el primero en tener tu número y tus redes sociales. También te saco un par de fotos para "ponerla de foto de perfil de tu contacto".

-Ho. ¿Y quien es está chica?- Dijo uno de los gemelos acercándose a ti.

-Tsumu, no empieces anda.- Dijo el otro, pareció que el comentario de su hermano le molestó pero no le hizo mucho caso.

-Soy Miya Atsumu, un placer,¿ y tu?- Dijo cogiendo delicadamente tu mano para seguidamente besarla. Ese acto pareció que no le gusto a Suna, ya que inmediatamente agarró tu muñeca para poder cortar todo contacto con el contrario.

-Para de hacer el idiota cuando estas con chicas.-Dijo su gemelo para seguidamente darle una colleja. 

-Serás...-Murmuró.

-¿Podéis parar de pelear vosotros dos?- Dijo con un tono amenazante el capitán haciendo que ambos gemelos se quedaran estáticos por el miedo de volver a ser regañados por su capitán.

-¿Estas bien?- Té preguntó Suna a lo que tu asentiste.

-Sigo sin saber tu nombre.- Dijo el rubio.

-Ho, emm soy Inosue ____, y bueno se que todos vosotros jugáis al voleibol, he visto vuestros partidos.- Dijiste tímidamente. 

-Ho, ¿acaso eres una de mis fans?- Preguntó Atsumu.

-De ti en concreto no, lo soy todo el equipo.- Atsumu no sabía si llorar de alegría o de tristeza, en cambió su gemelo estalló en carcajadas por la respuesta de la chica, normalmente ninguna chica le rechazaba de tal manera tan humillante.

-¡Dios esa es buena! Me caes bien, soy Miya Osamu, tristemente el gemelo de el petardo de aquí al lado.- Dijo dándote un bonita sonrisa.

Estuviste un rato con ellos, incluso fuisteis a donar vuestras monedas y a rezar para tener un buen año, la verdad es que pasaste un buen rato con todos. Asta que finalmente tus padres te llamaron preguntando tu ubicación. Tristemente te tuviste que despedir de ellos, aunque prometiste ir a su próximo partido que se celebraría en Miyagi.

De camino al hotel ibas tarareando felizmente cosa que tu madre noto:

-¿Por qué tan feliz? ¿Paso algo mientras no estábamos?-

-Mas o menos.- 

Sí que son graciosos...




     

|SHOW ME HOW TO FLY|  Haikyuu!! x famale readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora