2°La culpabilidad de los actos

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10 de Agosto 2019

Unos dias después de la fiesta de Nicolás donde no quiero ver a absolutamente a nadie y casi no e salido de mi habitación, no quiero hablar con Sean o con Eros, no quiero ver a nadie me siento culpable por lo que le hice a Sean, le fui infiel y lo peor de todo es que me gusto mucho, Maldito Bastian.


-Calantha por favor, abre la puerta tenemos que hablar, no puedes encerrarte en tu cuarto y tampoco puedes evitar que hablemos, por favor-pidio mi hermano tocando la puerta por décima vez en el día. Creo que es hora de abrir la puerta. Me levanto del piso donde estaba acostada y le abro a mi hermano.


-vaya estás acabada-dijo mi hermano.


-que ánimos das hermanito-dije sarcástica y me senté en la cama.


-vamos no estés de malas, fue una pequeña equivocación la que cometiste no es algo del otro mundo-dijo Eros y lo vi con cara de ¿es enserio?


-Eros no ayudas, le fui infiel a Sean, le fui infiel con un tipo que acababa de conocer, no me e acostado con Sean por querer llevarlo con calma pero si me acoste con un completo desconocido y de paso subieron un buen de storys a Insta donde me etiquetan cuando estaba bailando con Bastian, y Sean las vio, eso es un detalle muy grande-dije alterada.


-bueno pero no se vio donde estaban besándose, o donde se fueron juntos, solo se ve cuando Nicolás te da shots de tequila y cuando bailaban, nada malo aparte no sabes que este haciendo Sean en Seattle con su mejor amiga-dijo Eros.


-Eros ya te dije que no me engañan, yo si lo engañe a el pero el no a mi, y lo peor es que me gusto el sexo con Bastian!!-le dije a mi hermano molesta.


-bueno, ya me voy, saldré con Nicolás y los chicos, dudo que quieras venir, así que pide algo de cenar y no me esperes despierta-dijo Eros dejando un beso en mi frente para salir de la habitación.


-esta bien, ten cuidado hermano-dije a mi hermano para cerrar la puerta de mi habitación y entrar al baño que había en ella.


Después de una ducha, me visto con algo sencillo, un vestido gris suelto con unas zapatillas deportivas blancas, tomo mi cartera y mi teléfono. Bajo a la sala y veo que Eros ya se fue por que dejó una nota.


Tal vez me quede en casa de Poe, cierra bien todo y te quiero Perséfone, hay dinero en la mesita de la sala por si vas a pedir algo de cenar.


Me doy cuenta que todos mis amigos salieron de vacaciones y yo por esperar que mis padres vinieran este verano no salimos de viaje. Tomo las llaves de la casa para cerrar todo, tomo del armario unas mantas y el dinero de la mesita de noche.


Camino al garage y veo que está la camioneta de mi papa, el coche de mamá y mi coche, tomo las llaves de la camioneta de mi papá. Saco del garage la camioneta de mi papá y salgo para pasear un rato por el pueblo. Mi primera parada es en una cafetería, donde ordenó un café frío con unas donas. Después conduzco al mirador del pueblo.


Ahí con la cajuela de la camioneta dando la mejor vista de todas la abro y subo para pasar un rato a solas. Después de 20 minutos de silencio me entra una llamada a mi teléfono, Mami era lo que decía junto con una foto de nosotras dos de año nuevo que fue el último día que estuve con ella. Mis padres partieron a su viaje de investigación a Egipto el día 3 de enero de este año y hasta ahora no han vuelto a casa.

Hasta Que Nos Conocimos. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora