Por la tarde fueron a un lago cercano llevando lo necesario, la capa de hielo era muy gruesa, perfecta como para usarla como pista de hielo.̶ ¡Vamos a divertirnos! ̶ expresó Han emocionado.
̶ ¿Sabes patinar? ̶ preguntó Erick a Sang.
̶ No muy bien… ̶ respondió ella.
̶ Papá, ¿por qué no le enseñas? ̶ preguntó Koru.
̶ ¡Sí, enséñele! ̶ apoyó Han.
̶ ¡Muy bien, muy bien! Lo haré ̶ aceptó y la tomó fuertemente de las manos, avanzó hasta la pista lentamente ayudándola a mantener el equilibrio, él le explicaba cómo moverse en el hielo y poco a poco lo iba consiguiendo, minutos después podía hacerlo ella sola, eso le alegraba a Erick; Sang quería tomar la velocidad de Han y Koru pero al intentarlo resbaló, por suerte no había sido nada grave ̶ Cuidado, no me des un susto ̶ expresó y le ayudó a ponerse de pie, siguieron unos minutos más hasta que tomaron un descanso.
̶ ¿Ahora qué? No está funcionando… ̶ dijo Koru a Han alejados de Sang y Erick.
̶ Ten paciencia, no tardarán mucho… funcionará de algún modo ̶ mencionó él; de repente vieron como Erick se quitó los patines y se dirigió al bosque, Sang decidió seguirlo, no tenía idea de a dónde iría.
̶ ¿A dónde crees que van? ̶ preguntó Koru.
̶ Darán una pequeña caminata, no te preocupes… ̶ contestó el asiático despreocupado, confiaba en que era un buen momento ̶ Por ahora me gustaría seguir patinando ¿Quieres acompañarme?
̶ De acuerdo ̶ aceptó y continuaron divirtiéndose, mientras la pareja mayor seguía su caminata.
̶ ¿Por qué me seguiste? ̶ preguntó Erick a ella.
̶ Bueno, necesitaba dar un paseo también ̶ respondió.
̶ No quieres dar un paseo, quieres estar conmigo… mejor regresa con los chicos ̶ dijo con una sonrisa disimulada.
̶ ¿Ah sí? Entonces me voy… ̶ dijo ella jugando y fue a la dirección de donde venía, pero Erick la detuvo sosteniéndola el hombro, la volvió hacia él y tomó su rostro acercándolo lentamente, de pronto se escuchó un ruido en los arbustos y al mirar vieron que era el gato que quería estar de chismoso.
̶ ¡Squiqge! ̶ reclamaron ambos al unísono pensando en algo más grave y éste se echó a correr.
̶ ¿Tienes algo que decirme? ̶ preguntó ella ya que aún estaban cerca.
̶ ¿Y tú por fin me dirás algo?
̶ Ah, bueno, yo… no, Koru dijo que… ̶ estaba tan nerviosa que balbuceaba.
̶ Relájate, respira y habla… ̶ aconsejó él y ella obedeció.
̶ Koru me dijo que… sientes algo por mí… y quiero que sepas que… también estoy enamorada de ti… ̶ confesó finalmente, él se sorprendió un poco y sonrió, la abrazó fuertemente.
̶ Entonces no hay que separarnos de nuevo... ̶ ella asintió y correspondió el abrazó contenta, también hubo un beso pequeño ya que eran tímidos, mientras que Han y Koru se habían enterado por Squiqge.
̶ Te dije que funcionaría ̶ dijo Han a Koru.
̶ ¡Es cierto! Tuviste razón ̶ opinó satisfecha con el resultado.
̶ ¿Qué te parece si los dejamos solos?
̶ Buena idea, vámonos ̶ aceptó y regresaron a casa, minutos después Sang y Erick notaron que ya no estaban.
̶ ¿Dónde están los chicos? ̶ preguntó Erick.
̶ Ahora que lo pienso caímos en su trampa… ¿No te parece extraño que de repente quisieran ir a un día de campo y después a patinar? ̶ comentó Sang, él analizó un momento.
̶ Tienes razón… creo que debemos agradecerle a ambos ̶ analizó él, esto último lo dijo sarcásticamente.
̶ En realidad sí deberíamos… ¿Nos vamos?
̶ Sí, pero antes, ¿Qué fue lo que te contó Koru? ̶ preguntó curioso, ella le relató ̶ ¿Algo más?
̶ También que me diste el libro porque te hace joven por muchos años más, solamente eso ̶ contestó.
̶ Ah sí, eso… es por eso que aún me veo igual, como Koru, Han y tú lo tocaron les sucederá lo mismo.
̶ Recuerdo haber sentido un cosquilleo cuando lo toqué, ahora entiendo porqué estos 20 años no he envejecido.
̶ Así se siente cuando te pasa el hechizo. Bueno, ahora vamos a casa… ̶ dijo comenzando a caminar y ella lo siguió.
Al entrar a su hogar observaron a un tipo encapuchado y con una capa que tenía a Koru sujetada del cuello, estaba atada de las manos mientras que Han estaba inconsciente en el suelo.
̶ Hola Erick… Apuesto que ya sabes quién me envió ̶ lo saludó, él sólo gruñó.
̶ ¡¿Qué le hiciste a Han? Suelta a Koru ahora! ̶ exigió al tipo muy molesto.
̶ Tranquilo, lo dormí un rato; regresa el libro y la soltaré.
̶ No está aquí…
̶ ¡No te hagas el tonto, sabemos que está en esta casa! Ya conoces al jefe y lo que es capaz de hacer… ̶ tenía razón, así que Erick suspiró.
̶ Bien, te lo daré…
̶ No papá… no lo hagas… ̶ le pidió Koru como pudo, ya que el hombre la apretaba y se le dificultaba respirar.
̶ ¡Erick, no! ̶ dijo Sang de igual forma, él se volvió hacia ella y tomó sus manos.
̶ Si no se lo doy, podría lastimarlos y no lo soportaría… ̶ después miró al sujeto ̶ No hagas una estupidez, iré por el libro.
̶ Perfecto, creí que serías más difícil… ̶ dijo el encapuchado, Erick fue y regresó pero con un libro señuelo, esperaba que volviera a caer.
̶ ¡Listo! Ahora suelta a Koru ̶ dijo entregándole el libro.
̶ ¡Hasta nunca! ̶ el tipo salió corriendo de la casa aún con Koru, ella trataba de liberarse pero el nudo era muy fuerte.
̶ ¡Oye, libera a Koru! ̶ le gritó pero aquel hombre subió a un monstruo y se alejó rápidamente, Erick estaba dispuesto a perseguirlo.
̶ Te acompaño ̶ sugirió Sang.
̶ ¡No! Quédate aquí con Han.
̶ Espera…
̶ ¡Dije que no Sang! ̶ ella sólo lo detuvo para besar su mejilla y desearle suerte, él sonrió ̶ ¿Me prometes que te cuidarás? ̶ preguntó, la chica asintió ̶ Squiqge, te quedarás aquí y cuidarás a ambos, debo hacer esto solo… ̶ ordenó al gato que se encontraba ahí.
̶ Deja que te acompañe, será peligroso si vas solo…
̶ Puedo cuidarme solo, ya he peleado con él muchas veces y ustedes necesitan quien los cuide si manda a alguien más.
̶ No lo creo, tú necesitas a Squiqge ̶ insistió ella.
̶ Sang, eres muy difícil ̶ dijo jugando pero serio, la asiática no tuvo más opción que ceder, Erick salió en busca de Koru sin antes regresarle aquel beso en la mejilla a Sang, tenía esperanza de alcanzar a ese demente.
Este es el fin del capítulo 3 y en el siguiente las cosas se ponen potentes ¿Erick salvará a Koru?
Hasta la próxima aventura...
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"Secretos del bosque: Viaje a Seúl"
FantasyShin Kyun Han, un chico coreano de 20 años que vive en Francia con su madre y su tía llega a un bosque misterioso (ficticio) buscando peculiaridades en ese lugar para sobresalir en su carrera; es entonces que conoce a Koru, una chica de su misma eda...