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Minutos después Erick logró alcanzarlos, con un arco que equipaba disparó una flecha y ésta dio en una de las patas de la bestia, ésta bajaba la velocidad al estar herida y por el dolor se detuvo, su jinete bajó tratando de escapar sin importarle dejar a Koru ahí; ella podía correr, así que fue hacia Erick pero el monstruo se interpuso en su camino derribándola, se asustó pero con todas sus fuerzas logró romper sus ataduras y darle un gran puñetazo en la cara al animal que lo dejó inconsciente. Sin embargo Erick le propinó al tipo un golpe comenzando una batalla.

̶ ¡Ve a casa!  ̶ le exigió a Koru.

̶ ¡No te dejaré aquí!  ̶ se negó.

̶ ¡Él y yo tenemos algo pendiente, vete!  ̶ Koru se quejó y regresó a casa, al llegar le pidió a Squiqge que fuera a ayudarlo y éste salió veloz sin dudarlo, le explicó a Sang el motivo y ambas fueron hasta allá.

̶ Es hora de terminar con esto…  ̶ expresó Erick agotado, le dio una patada en el estómago provocando que éste se doblara y se arrodilló para recuperarse, Erick creyendo que ya lo había acabado le dio la espalda sin esperarse que su rival lo apuñalaría en un costado, hecho esto huyó como pudo.

̶ ¡Erick!  ̶ gritaron al unísono las chicas y fueron con él.

̶ Estoy bien…  ̶ dijo algo débil para calmarlas.

̶ ¡¿Cómo puedes decir eso cuando te estás desangrando?!  ̶ cuestionó Sang alterada.

̶ Sang, deja de preocuparte… voy a estar bien…  ̶ le pidió tratando de resistir el dolor, era tan intenso que tal vez se desmayaría; lo llevaron a casa sobre Squiqge.

Mientras Koru trataba de hacer despertar a Han en la sala, Sang curaba a Erick, él tuvo que quitarse su playera y usarla como toalla para la sangre; Sang no pudo evitar mirar su torso pero trató de concentrarse en la herida.

«Rayos, es tan fuerte», pensó ella evitando ver más.

̶ ¿Por qué estás tan nerviosa? ¿Acaso está prohibido ver a un hombre así?  ̶ preguntó Erick gracioso.

̶ No lo sé, no creo…  ̶ contestó entre cortado, él soltó una risilla.

̶ No te preocupes, no lo tomaré a mal…  ̶ dijo para que tuviera confianza, pero ella simplemente siguió curándolo; al terminar Erick tomó el mentón de Sang e hizo que lo mirara  ̶ Te amo…  ̶ ella se sorprendió de oírlo y se ruborizó.

̶ Yo también te amo…  ̶ dicho esto lo abrazó cuidadosamente.

̶ Y… ¿Qué haremos ahora? con los chicos, y nosotros…

̶ No lo sé… Han debería estar en casa, por suerte su madre no se preocupa que no regrese por varios días ya que normalmente se la pasa conmigo  ̶ Erick quedó pensativo, al parecer nadie se acordaba de dónde habían dejado el libro.

̶ Por cierto ¿Y el libro? El súbdito de Gray se llevó una copia falsa.

̶ Bueno, los chicos lo tenían, iré a preguntarle a Koru y ver si Han ya despertó   ̶ se soltó del abrazo y bajó a la sala, Koru seguía esperando a que Han reaccionara, Sang le pidió que buscara el libro en cuanto lo hiciera y regresó con Erick; minutos después el chico despertó y al ver a Koru algo cerca se puso nervioso pero se alegró de verla a salvo.

̶ Vaya, por fin despiertas, estabas comenzando a preocuparme…

̶ ¡Koru, estás bien! ̶ expresó y la abrazó fuertemente.

̶ Ah sí… el que salió herido fue mi padre, aunque no fue tan grave como creí.

̶ Lamento haber sido un incompetente, debí haber reaccionado de otra forma cuando te atrapó pero no quería que te hiciera daño…   ̶ se disculpó y la soltó.

̶ Tranquilo, lo que importa es que todos estamos bien y el loco ese fue engañado como su jefe… Ahora debemos encontrar el libro verdadero.

̶ Oh claro, no lo he visto, será mejor buscarlo  ̶ dijo Han y comenzaron, tardaron un rato pero lo hallaron en el sótano, ni idea de cómo había llegado ahí.

Mientras tanto Erick ya se sentía mejor y junto a Sang decidieron salir un rato a solas, pues siempre estaban los chicos con ellos.

̶ ¿Aún te duele?  ̶ preguntó la asiática.

̶ No…  ̶ contestó y al instante se inclinó como si de repente le hubiera empezado a doler.

̶ ¡Erick! Sabía que sería mala idea, volvamos a casa…  ̶ sugirió preocupada.

̶ Te engañé  ̶ dijo él y comenzó a reír caminando normal.

̶ ¡Aish, de verdad me asustaste!  ̶ reclamó molesta.

̶ Cálmate, estoy bien…

̶ Cuando te llegue a doler de verdad no voy a creerte  ̶ advirtió pero él no paraba de reír ̶  ¿Qué es tan gracioso? ¡Hablo en serio!

̶ Te asustas fácilmente… eres crédula…

̶ ¿Ah sí? Muy bien…  ̶ Sang tomó otra dirección y Erick la perdió de vista.

̶ ¡Sólo era una broma!  ̶ la buscó alrededor pero no la encontraba, de repente sintió como le tocaban el hombro y dio un sobresalto ya que lo tomó por sorpresa.

̶ ¿Quién es el miedoso crédulo ahora?  ̶ dijo Sang burlona, quien lo había asustado.

̶ Ok, me lo merecía  ̶ aceptó y rio; siguieron su caminata tomados de la mano hasta que Erick recordó algo que quería preguntarle ̶  ¿Cuándo me llevarás a Corea?

̶ Podemos ir cuando quieras, sólo que te recuperes más.

̶ Me gustaría conocer a tu madre y a tu hermana…  ̶ opinó él y ella pensó un momento, le hubiera gustado conocer al padre de Erick ̶  ¿No te agrada la idea?

̶ ¿Qué? ¡No! Claro que sí me encanta, es sólo que…

̶ ¿Acaso… te hubiera gustado conocer los míos? Imaginé que pensarías eso.

̶ No quería recordártelo para no ponerte triste…

̶ No te preocupes por eso, ya no me pone mal… pasó hace mucho.

̶ Pero… aún es triste para mí.

̶ Ya no importa  ̶ Sujetó su cabeza y besó su frente, Sang rio por su acción ̶  ¿Qué te da risa, eh?

̶ Que… siempre me besas la frente.

̶ Porque tienes que sonreír sin importar nada…

̶ Muy bien, ya estoy mejor  ̶ dijo con una sonrisa ̶  Sin ti no sé qué haría, gracias Erick….

̶ Para eso estoy señorita Sang Min.

̶ Lo sé…  ̶ ella sintió que era el momento correcto, así que inconscientemente besó a Erick en los labios; él no se lo esperaba, pero no pudo evitar devolverlo y la abrazó. Por la noche regresaron a casa, al llegar observaron a Koru y a Han leyendo el libro en el sofá mientras Squiqge estaba a su lado durmiendo.

̶ ¿En dónde estaban? Los buscamos como locos  ̶ preguntó Han.

̶ Eres un metiche  ̶ expresó Sang.

̶ Esta vez Han tiene razón…  ̶ lo defendió Koru.

̶ Pues sólo salimos a respirar aire fresco  ̶ explicó Erick.

̶ ¿Aire fresco? Ajá…  ̶ susurró Koru a Han y ambos rieron, un rato después fueron a descansar, pues no sería un día muy agradable el siguiente...

Después de este capítulo, nuestros protagonistas no vivirán igual... ¿Por qué? Lo sabrás la siguiente semana.

Hasta la próxima aventura...

"Secretos del bosque: Viaje a Seúl"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora