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Al día siguiente Erick los llevó al lugar y de repente se encontraban frente a un enorme barco.

̶ ¡¿En un crucero? ¿Estás loco?!  ̶ expresó Sang impactada.

̶ Sí que es buena idea  ̶ comentó Han por su parte.

̶ Nunca había visto un barco  ̶ dijo Koru emocionada. Los cuatro abordaron y pidieron habitaciones para cada quien, pero sólo había tres disponibles, aún así aceptaron.

̶ Han y yo tendremos uno y ustedes compartirán el tercero  ̶ mencionó Koru.

̶ Creo que es justo…  ̶ aceptó Sang y se repartieron las llaves para ir a sus dormitorios correspondientes, el barco empezó a navegar y se despidieron de Francia por ahora. En la noche fueron a cenar, los jóvenes terminaron pronto y decidieron dejar solos a los otros dos.

̶ Sang, quiero preguntarte algo… ¿Somos pareja o algo parecido?  ̶ cuestionó Erick.

̶ Es cierto, no lo había pensado… pero creo que eres mi pareja desde aquella noche en el lago  ̶ contestó.

̶ Creo que nunca te lo pedí…

̶ No es necesario, ya sabes mi respuesta  ̶ dijo ella y besó su mejilla.

̶ Lo sé… pero aún me preocupa la abuela de Han…

̶ Ya no le des importancia a eso, cuando estemos en Corea lo solucionaremos.

̶ Eso espero…  ̶ dijo algo pensativo.

Minutos después fueron a su habitación, Erick se aventó a la cama.

̶ Esto es muy cómodo…

̶ Erick, compórtate  ̶ expresó ella graciosa, él la tomó, la jaló dejándola acostada encima y la abrazó.

 ̶ ¿De verdad quieres que me comporte y no haga esto?  ̶ Sang lo pensó un momento.

̶ Está bien, no te comportes  ̶ respondió sonriente y lentamente se quedaban dormidos así.

Al otro día, Han y Koru jugaban en la piscina del barco mientras que Sang y Erick disfrutaban la vista.

̶ Han ¿Qué te parece un pequeño juego?  ̶ sugirió Koru.

̶ ¿Cuál?  ̶ preguntó él.

̶ Un poco de agua y dos blancos…  ̶ respondió mirando hacia sus acompañantes mayores, Han aceptó asintiendo y simultáneamente comenzaron a mojarlos.

̶ ¡Oigan ¿Qué les pasa? ¿Están locos?!  ̶ expresaron Sang y Erick al sentir el agua.

̶ ¡Vamos a luchar!  ̶ dijeron los chicos, así que la pareja aceptó y se aventaron al agua, al jugar con ella animaron a otros a mojarse como ellos.

Disfrutaron de sus días de viaje, se divirtieron bastante hasta que llegó el día en que arribaron a los puertos surcoreanos.

̶ Extrañaba mi país…  ̶ dijo Sang contenta.

̶ Es genial respirar los aires de Corea…  ̶ opinó Koru emocionada y mientras iban en taxi a su hotel, Koru se sorprendía de lo tecnológico que era  ̶ Papá, tienes que comprarme un celular  ̶ le pidió.

̶ Créeme que estas mejor sin esa cosa  ̶ dijo Erick.

̶ Pero ahora lo necesito…

̶ Solamente te puede tener pegado a la pantalla, pero no hace daño  ̶ expresó Sang graciosa.

̶ Gracias por la ayuda Sang…  ̶ dijo Koru sarcástica.

̶ Está bien, te compraré uno…  ̶ terminó él aceptando y Koru celebró.

"Secretos del bosque: Viaje a Seúl"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora