Capítulo 1. El arrecife de Destiny Island

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Era primavera, y el calor del sol se reflejaba con ganas bajo las olas del gran océano. El agua se notaba mas tibia y de igual manera los habitantes de las profundidades. Una época del año alegre, activa y como muchas especies animales, candente. Las sirenas peinaban su cabello, limpiaban sus escamas y decoraban sus finos cuerpos con adornos marinos. Hoy era un gran día y nadie quería verse fuera de lugar.
Por otra parte, los tritones eran los que más sufrían en este día. No solo debían alistarse para verse mejor que cualquier otro, también debían crear su propio nido de amor. Muchos luchaban entre ellos para elegir el mejor puesto, el lugar más alto del arrecife, o el más colorido, con mejores conchas, mas rocas preciosas e incluso la mejor vista. Todo para llamar la atención de la sirena elegida con anticipación y esperar a ser aceptados por ellas. Después de todo, un tritón solo podía emparejarse una vez en toda su vida, sus cuerpos serían grabados con la marca que el mismo mar les daría y que seria el pacto que los acompañaría toda la vida que tendrían juntos. Suena romántico, pero ese mismo pacto es el que a llevado a muchos tritones a la vida solitaria. Las sirenas son una minoría y muchas de ellas solo eligen a los mejores tritones.

Pero eso a Riku no le preocupaba en absoluto.

-¡Riku! ¡Hoy es el gran día!- Gritó con emoción una sirena de cabello negro y corto. Su aleta de color negro y dorado se movía al compás de la corriente. -¿No estas emocionado? Hoy te vuelves todo un adulto.

Riku se mantuvo a flote, moviendo su aleta vertical de un lado a otro para mantenerse en su lugar. Su mirada era seria, pero sus ojos tenían cierto brillo. Realmente odiaba esta parte de su vida, pero lo estaba forzando a hacer algo que había querido hacer hace muchísimos años, y hoy por fin seria el día.

-¡Vamos Riku! ¡Debes irte ya!- La sirena lo rodeo en un ágil movimiento de cola hasta llegar a su espalda y empujarlo en dirección al arrecife.

-Xion, por décima vez te lo digo. No necesito apresurarme. -Le dijo Riku a su amiga, tan apacible como siempre.

Muy extraño viniendo de un tiburón pero Xion estaba acostumbrada a la tranquilidad del chico. Riku se tomaba las cosas con calma, y a pesar de que la fecha de este gran día había sido grabado y varias veces conversado días atrás, parecía como si fuera un día completamente normal para él.

-Espera... ¿me vas a decir que tanto tramas? Pareces muy seguro de ti mismo. -Dijo Xion con una gran expresión de interrogación. -Si no te esfuerzas por construir un gran nido, ninguna sirena será atraída hacia ti, Riku.

-Ese es el plan. -Contesto Riku sin más. Alejándose de su amiga en dirección contraria para comenzar con la búsqueda de lo que necesitaba.

-¿Eh?...¿a que te refieres?- Xion lo miró con confusión, y rápidamente se preocupó cuando vio a Riku tomando simples objetos que encontraba tirados sobre la arena en las profundidades. -¿Riku?

-No estoy interesado en ninguna sirena del arrecife. -Contesto, concentrado en lo que estaba haciendo.

-¿Como que no? Riku, es el gran día donde encontrarás pareja, tendrás crías y una familia.- Dijo ella cuando nadó rápidamente a su lado, Riku siguió en lo suyo, recolectando comida y algunas perlas que los tritones usaban como canicas para jugar cuando son mas jóvenes.- No puedes elegir una vida en soledad, eso seria muy triste.

Riku se detuvo, sosteniendo los objetos en sus brazos, dándole la espalda a Xion. Ella podía ver como las branquias de Riku se hincharon, dejando salir un suspiro lleno de burbujas que iban hacia la superficie.

-Hoy me declararé a Sora. -Dijo él, con un tono demasiado optimista.

Los ojos de Xion se agrandaron y antes de que ella pudiera decir algo, Riku miró hacia arriba, donde varias sombras pasaron nadando justo arriba de sus cabezas. En la superficie estaban pasando los delfines, otra clase muy particular de Sirenas.
Esta especie eran viajeros, iban y venían a las Islas, normalmente en fechas específicas para luego irse en largos viajes por aguas mas cálidas. Era en esos días donde Riku podía encontrarse a su mejor amigo y su más preciado amor, Sora. Un tritón de la especie de los delfines, aleta de un color azul marino, un abdomen mucho más claro y esa aleta dorsal tan suave como la goma. Riku no podía esperar a reencontrarse con su amigo después de casi 6 meses sin verlo. Y hoy seria el día donde nunca mas se volverían a separar. Riku quería formar el pacto con Sora y si tenia que vivir una vida de viajes e intentar llevar el ritmo activo de un delfín, él lo haría, si tuviera que sacrificar su cómoda vida en el arrecife por una llena de aventuras en tierras desconocidas con el joven delfín y su manada, él sería capaz de eso. Incluso sabiendo que los delfines vivían mucho más cerca de la superficie que cualquier otra especia por la particularidad de que son de los pocos que poseen pulmones y no branquias, por lo que pasaban mucho más cerca del sol y del "Aire de afuera" como lo llamaban los otros. La superficie no era lo peligroso, los delfines siempre mantuvieron la idea de un mundo muy diferente allá arriba, mantenían una extraña conexión con una especie de mamíferos llamados humanos que amaban pasar el rato con los tritones de vez en cuando y los delfines parecían ser su especie favorita por su carisma y espectaculares movimientos acrobáticos. Algo que sin duda, Riku no podía hacer. Tenia una gran fuerza, sus dientes podían desgarrar una ballena e incluso saltar una considerable altura fuera del agua para atrapar gaviotas. Pero si en flexibilidad y elegancia se trataba, los delfines eran el numero uno.

Against The Tide [SoRiku] 🐬🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora