Capítulo 11

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En un abrir y cerrar de ojos, el último día de vacaciones había llegado. Jiang Cheng se sentía lo suficientemente preparado para afrontar lo que sea que ocurriera en su encuentro con Lan Xichen, al menos lo creía.

A pesar de tener esto en cuenta, no impedía que estuviera tenso durante todo el día. Wei Wuxian había notado la anormalidad, pero no logró sacarle ni una pizca de información sobre su estado. Fue lo mismo con Jiang Yanli, pero ella  dejó las preguntas de lado y se limitó a prepararle unos bocadillos para tratar de alivianar un poco su estado de ánimo.

Así el día transcurrió con total normalidad y la hora del encuentro no se hizo esperar por mucho tiempo. Jiang Cheng se dirigió al lugar como se había planeado.

Durante el camino, la expresión aparentemente tranquila de Jiang Cheng no cambió. Aún cuando estaba cerca del gran árbol del parque, fue un milagro que su expresión no cambiara. El gran árbol del parque quedaba cerca de la zona de juegos para niños, el cuál a esta hora solía ser muy recurrida y podía considerarse bastante ruidoso. Según su criterio, el ambiente era perfecto para una confesión corta; si el lugar no era silencioso no sería tan incómodo. Las personas que pasarán por ahí podrían verlos, pero difícilmente oírlos.

Cuando Jiang Cheng se fue acercando, pudo visibilizar a la alta figura esperándolo debajo del gran árbol. Lan Xichen miraba distraídamente en dirección contraria y aún no había notado su presencia pero las manos de Jiang Cheng empezaron a sudar; tragar saliva parecía un trabajo mucho más difícil ahora.

Por un momento, por primera vez en todo el día, dudó. La sugerencia de darse la vuelta y huir aparecían una y otra vez en su cabeza, pero la descartó todas las veces. ¡Definitivamente no estaba dando un paso hacía atrás!

Después de juntar esta pequeña cantidad de motivación, Jiang Cheng respiro hondo y se acercó a grandes zancadas hacía Lan Xichen. Este último pudo sentir a la persona que se aproximaba y dirigió su vista hacía él. Una sonrisa apareció en sus labios mientras lo saludaba con la misma amabilidad de siempre.

Jiang Cheng saludó de vuelta, con sus manos entrelazándose detrás de su espalda y jugando nerviosamente con sus dedos.

"¿A-Cheng tiene algo que entregarme hoy? Siento mucha curiosidad." El tono de Lan Xichen era más animado que de costumbre, aunque Jiang Cheng no pudo notarlo.

"Así es."

"¿Qué es?"

Jiang Cheng tardó un poco en responder. Tal y como había predicho, el sonido de los niños gritando a lo lejos pudieron calmarlo de alguna manera. Juntando toda su determinación, respiró hondo y enfrentó la mirada de Lan Xichen. Fue directamente al punto. "Una confesión."

Los hermosos ojos de Lan Xichen parpadearon un par de veces y la sonrisa en su rostro desapareció en un instante. Él parecía sentirse... ¿Sorprendido? Jiang Cheng sintió un poco de pánico, pero prosiguió de todas maneras.

"Me gustas. No como un amigo, sino de manera romántica. Ha sido así por un tiempo y mis principios no me permiten que sigamos siendo amigos si no soy completamente sincero contigo."

La voz de Jiang Cheng no titubeó en ningún momento; pero sus manos temblaban, su corazón latía con fuerza y sus orejas y rostro le quemaban. Su mirada descendió al suelo y en ese momento, lo único que se podía escuchar era el bullicio alrededor de ellos.

A pesar del factor que lograba mantenerlo relativamente calmado, el silencio entre ellos empezó a prolongarse como si fueran años y Jiang Cheng sentía que era imposible de soportar.

Rechazar a un amigo debía ser difícil, él podía entenderlo.

¡¿Pero no debería ser TAN difícil, cierto?!

"Eso... Eso es todo lo que tenía que decir hoy."

Al diablo. Jiang Cheng podía recibir una humillante respuesta luego. Supuso que el shock de Lan Xichen debió ser muy grande , así que debería darle algo de tiempo para procesarlo. Con eso en mente, sin darle una última mirada a Lan Xichen, se dio la vuelta y se dispuso a alejarse del lugar.

Bueno, al menos lo intentó. La realidad es que solo se había dado la vuelta cuando una mano tomó su muñeca y tiró de él. En el momento siguiente, los labios de Lan Xichen estaban chocando contra los suyos. El beso duró segundos; antes de que Jiang Cheng pudiera procesarlo por completo, ya estaban separados uno del otro y este último solo era capaz de pronunciar "tú" una y otra vez mientras su rostro confundido se enrojecía.

"¡¿Por qué hiciste eso?!" Jiang Cheng finalmente pudo quejarse después de un tiempo. A diferencia de su expresión descompuesta, Lan Xichen lucía ofensivamente radiante. Sus mejillas tenían un ligero rubor, pero la sonrisa no abandonaba su rostro mientras observaba al indignado joven con unos preciosos ojos risueños.

En ese momento, la mano que Lan Xichen aún mantenía en la muñeca de Jiang Cheng descendió un poco hasta que pudo entrelazar ambas manos. La mano de Jiang Cheng reaccionó al tacto de su palma, pero no la rechazó. Mirando la unión entre sus manos, satisfecho, Lan Xichen le dio una respuesta. "La persona que me gusta me está diciendo que yo también le gusto." Sonando un poco apenado, agregó. "Lo siento, no pude evitar emocionarme. ¿Tal vez fue demasiado pronto?"

Su corazón estaba a punto de explotar. ¡Por supuesto que lo fue!

Pero ese no era el punto.

Las cejas de Jiang Cheng se fruncieron. De repente sentía que algo no encajaba en todo esto. "¿La persona que te gusta? ¿Yo?"

Fue el turno de La Xichen en tener una expresión desconcertada. "Si. Pensé que ya lo sabías."

Durante un minuto, el sonido de niños riéndose a la distancia fue lo único que pudo escucharse en ese momento.

El que rompió el silencio fue Jiang Cheng, sus ojos ya no estaban mirando a Lan Xichen. "No lo sabía. Hablaste de un amor de infancia, pero yo no pensé.."

Lan Xichen afirmó al instante. "A-Cheng, eras tú. Siempre fuiste tú."

Eras tú.

Al escuchar eso, el rostro de Jiang Cheng se sonrojó aún más y lo único que pudo hacer para tratar de ocultar su vergüenza fue cubrirla con su única mano libre. Realmente parecía que su corazón iba a abandonarlo en cualquier momento y moriría ahí mismo. Toda la situación se sentía tan irreal para él que no sabía que hacer; si debería gritar, huir, o tal vez...

De repente, el agarre en su mano se hizo ligeramente más fuerte y Jiang Cheng no pudo seguir con sus pensamientos. "A-Cheng, mírame."

Jiang Cheng dudó, pero al final sacó la mano que cubría su rostro y se giró a mirar al dueño de esa voz que conocía tan bien. Los ojos que lo observaban era tan intensos como solían ser; sentía que había sido completamente embrujados por ellos.

"Me gustas."

"Mn."

"Me gustas demasiado. Perdón si no fui tan evidente antes"

"...Mn."

"Ser amigos no es suficiente. Quiero estar contigo para siempre. Eres..."

Bueno, Jiang Cheng tenía un límite para estas cosas. "¡Está bien! ¡Lo entiendo! ¡¿Puedes callarte ya?!"

Ante el adorable rostro sonrojado de su nuevo amante, Lan Xichen soltó una pequeña risa. "Si es lo que A-Cheng quiere."

. . .

La mañana había empezado como cualquier otro día de escuela normal en la casa de los Jiang. Sin sus padres en casa, Jiang Cheng y Jiang Yanli eran los primeros en despertarse y preparar el desayuno mientras que Wei Wuxian seguía sin existir para el mundo en su habitación. Unos veinte minutos después, el timbre de la casa sonó y detrás de la puerta aparecieron los hermanos Lan.

Cómo era costumbre, Lan Wangji saludó y subió las escaleras; pero a diferencia de otras veces, Jiang Cheng no tuvo que irse solo.













                                                                                


Solo necesito un respiro | Xicheng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora