Capítulo 01

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Era el primer día de clases después de las vacaciones de verano. A primera hora de la mañana los estudiantes llegaban a los pasillos de la escuela; algunos se juntaban entre amigos para contarse las cosas que hicieron durante las vacaciones, mientras que otros miraban sus teléfonos o simplemente no hacían nada.

Y luego estaba Jiang Cheng, quién aún estaba parado en la puerta de su casa con los brazos cruzados mientras golpeaba el piso con el pie derecho en señal de exasperación.

Esperar a Wei Wuxian para ir juntos a la escuela era algo del pasado que definitivamente no extrañaba en lo absoluto. Unos minutos más y tendrían que correr si aún querían llegar a tiempo."¡Estoy a nada de dejarte, hablo enserio está vez!" gritó mientras miraba el reloj de pared con ansiedad.

En en ese momento, un joven bonito pero ligeramente despeinado apareció bajando las escaleras mientras acomodaba la mochila que llevaba en su hombro derecho y miraba a Jiang Cheng con ojos adormilados. "Lo entiendo, lo entiendo. Ya estoy aquí. Vámonos".

Jiang Cheng suspiró en resignación mientras salían de casa. "¿Qué era tan importante que a Lan Wangji le era imposible ir contigo a la escuela hoy?"

"Es el día de regreso de clases, en un día tan especial, ¿por qué no iría con mi hermano favorito?" Wei Wuxian le dedicó una sonrisa encantadora digna de un estafador. Jiang Cheng lo miró sin expresión, una de sus cejas arqueada.

El estafador confesó. "De acuerdo. La verdad es que Lan Zhan me dijo que iba a acompañar a su hermano hoy. Al parecer acaba de volver de un largo viaje junto con su padre y lo transfirieron hoy a nuestra escuela."

"No sabía que Lan Wangji tenía un hermano." comentó Jiang Cheng distraídamente mientras observaba su reloj. El tema conversación ya no parecía ser importante, su semblante se volvió serio. "Tenemos que darnos prisa, llegaremos tarde."

Wei Wuxian no dio más vueltas al tema. En cambio, respondió con un tono casi sarcástico, su semblante oscureciéndose ligeramente como si un mal recuerdo pasara por su mente "¿Acaso al representante de la clase no se le permite llegar tarde ni una sola vez?" Jiang Cheng dirigió su mirada hacia él por un momento, luego regresó la vista al frente y suspiró "Corta las tonterías y apresúrate."

No quería hablar de eso con él en este momento, conocía los pensamientos de Wei Wuxian al respecto. Jiang Cheng fue 'elegido' como representante de la clase en el comienzo del año y su vida escolar se había complicado desde entonces. Wei Wuxian no soportaba verlo en tal situación y había discutido con él innumerables veces pidiéndole que lo dejara, pero Jiang Cheng se negaba tercamente a ello.  

Al recordar esto fue el turno de Wei Wuxian de soltar un suspiro. No hablaron más, ambos aceleraron el paso.

Por suerte, lograron llegar justo a tiempo. Pasaron por los típicos procedimientos durante las lecciones y así pasaron las dos clases siguientes sin problemas hasta el primer descanso. Jiang Cheng llevaba unos papeles de regreso a la sala de profesores con Nie Huaisang, este no tenía nada mejor que hacer así que simplemente lo acompañó.

En el camino le contó sobre la tortura física que tuvo que sufrir durante el verano; cuando su hermano se enteró que reprobó los exámenes finales, lo obligó a encargarse de la limpieza en casa y a tomar los exámenes de recuperación que, por suerte del destino y la ayuda divina de Jin Guangyao, pudo aprobar. Y ciertamente no era una broma cuando decía 'ayuda divina'. Jiang Cheng, siendo de los primeros puestos en su clase, había ayudado de 'buena voluntad' a Nie Huaisang a estudiar para los finales y este había fallado tan descaradamente a pesar de que casi todo lo que tocaron en sus sesiones de estudio fue colocado en el examen, esto fue más que suficiente para frustrar a uno hasta la muerte. No podía evitar admirar secretamente a Jin Guangyao por tanta paciencia.

Muy aparte de hablarle de sus desgracias, Nie Huaisang también comentó sobre el reencuentro que iba a tener hoy con el hermano de Lan Wangji que, al parecer, era amigo de infancia de su hermano mayor, Nie Mingjue.

Cuando entraron al salón, Jiang Cheng escuchó a uno de sus compañeros 'murmurándole' lo suficientemente alto para que él oyera, incluso mirándolo de forma despectiva. "Realmente tomó el puesto de nuevo, parece que no tiene ni un poco de conciencia sobre si mismo."

No hacía falta preguntarse a quién se referían, no era la primera vez que pasaba de todas formas. Jiang Cheng lo ignoró y siguió de frente, Nie Huaisang lo siguió de cerca sin decir nada hasta su escritorio. Ambos se sentaban juntos, mientras que Lan Wangji y Wei Wuxian se sentaban detrás de ellos. Jiang Cheng no estaba muy seguro, pero presentía que este hermano suyo había construido un tipo de 'muralla de protección' a su alrededor. Sin embargo, por esta vez no le dio importancia y fingió ignorancia sobre el asunto. Abrió un libro de texto mientras que Wei Wuxian miraba en dirección al tipo que había hablado hace un momento. Jiang Cheng sabía lo que estaba a punto de hacer y no tardo ni un segundo en detenerlo. "No vale la pena."

Wei Wuxian lo miró por unos segundos y luego volvió la mirada hacía ese tipo antes de bajar la mirada, sus puños apretándose debajo del escritorio. Lan Wangji al darse cuenta de esto colocó su mano sobre la suya en un ángulo no visible para todos y no la quitó hasta que finalmente el otro se calmó. "Como quieras."

. . .

Otras dos clases pasaron y ya era el momento en que todos podían volver a casa, todos excepto Jiang Cheng.

Como representante de la clase, entre sus deberes estaba entregar las tareas y uno que otro documento de la clase a la sala de profesores en el edificio viejo de la escuela. No le tomaba mucho tiempo así que realmente no le molestaba hacerlo.

Cuando todo estaba terminado, Jiang Cheng salió del edificio y caminó por la parte trasera de la escuela — que era el camino más corto hacia la salida y el que él solía usar— . Se detuvo en frente a la máquina expendedora y cuando se dispuso a presionar los números escuchó un grito desde arriba. "¡Cuidado allá abajo!"

Jiang Cheng se sobresaltó por el ruido, pero no le prestó más importancia. Era normal que los alumnos encargados de la limpieza tiraran el agua a la parte árida del jardín y lanzaran una advertencia para que nadie terminara mojado accidentalmente. Jiang Cheng tomó el té helado de la máquina expendedora y cuando se dio vuelta, se quedó mirando en esa dirección por un momento. Estaba un poco sorprendido.

...

Resulta que alguien había terminado mojado.

Era un poco complicado mirar a esta persona que de alguna forma le resultaba familiar. Su cabello estaba ligeramente mojado, pero dejando de lado los hombros y cuello de su camisa, no se veía tan grave. El chico se había quedado paralizado por segundos, sus ojos pestañearon un par de veces antes de que volviera en sí. Al parecer los alumnos que estaban arriba no lograron verlo y simplemente se fueron, al menos se había ahorrado un regaño. Jiang Cheng vio que no era de su clase y decidió apiadarse de este chico indefenso con ojos de Bambi.

Dio unos pasos y hablando en voz alta le preguntó. "¿Estás bien? Deberías estar más atento a tus alrededores, no debes andar caminando por ahí tan imprudentemente."

La persona en cuestión dirigió su mirada hacía Jiang Cheng cuando escuchó su voz, al parecer no se había percatado de su presencia hasta ese momento. Sus ojos se ensancharon y lucía aún más desconcertado que antes. Parecía que quería decir algo, pero solo abrió la boca y la cerró un par de veces y al final, lo único que pudo decir fue: "Yo..."

Jiang Cheng no pudo soportar verlo más y soltó un suspiró cansado. Esta persona era ligeramente más alta que él pero no pudo evitar la sensación de que estaba en frente de un menor cuando vio su rostro. Sacó el pañuelo que siempre guardaba en su bolsillo y se lo ofreció. "Si no tienes con que secarte usa esto, y si no tienes nada más que hacer será mejor que regreses rápido a casa antes de que te resfríes."

El joven aceptó el pañuelo, pero antes de que pudiera decir algo más Jiang Cheng ya había hecho el movimiento de darse la vuelta para irse sin decir más. No era bueno aceptando los 'gracias' de las personas.

A pesar de que Jiang Cheng ya estaba muy lejos de la vista, esta persona siguió mirando su espalda hasta que desapareció. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro cuando dirigió su mirada al pañuelo de rayas púrpuras en su mano. 

  

Solo necesito un respiro | Xicheng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora