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¿Debería hacer algo? Es fin de semana y a los chicos de ahí siempre les dejaban los días libres, con la condición de no ir demasiado lejos.

Solo tenía dos decisiones, descansar o descansar, pero no sabía de qué descansaría. Siempre había hecho lo mismo y ya era algo normal para él, no sé cansaba en absoluto.

Quería una vida normal, como la de un adolescente normal. Maldiceria a Dios las veces que fuera por darle este destino.

— ¡señor Seungsik, ya parece de la cama y venga a hacer algo con nosotros!

Conocía ese grito pero, ¿Por qué en ese momento tenían que aparecer? Solo quería un poco de paz, no pedía más.

— venga, te vas a divertir con nosotros. Aprovechemos que estamos en nuestra etapa de chicos rebeldes — Hanse le jaló su cobija completamente.

Claro, "chicos rebeldes", no tenía nada que ver con sus personalidades. Ellos apenas y sabían existir.

— puf~, parece que alguien amaneció de malas — Sejun se burló. — vayamos a comer a fuera, tengo hambre.

Entre los dos lo tiraron para que se levantará, agarraron algunas de sus ropas y lo obligaron a cambiarse; lo empujaron hasta el baño y se encargaron de limpiarle su cara, según ellos, para verse presentable. ¿Presentable para quién? Ni una mosca se atrevía a posarse sobre él.

Decidieron -solo entre Hanse y Sejun- comer algo de comida rápida. Era muy temprano y el único lugar donde venderían a esa hora sería un centro comercial, pero valdría la espera.

No tenían suficiente dinero, así que se pusieron a hacer lo que más sabían, un poco de ridículo para conseguirlo, y vaya que eran buenos; con lo que ganaron les alcanzaría hasta para sacar de trabajar al que hiciese la comida. Exagerando, claro.

Una vez que ya tenían su comida fueron a tomar asiento.

No tenían un plan claro, sólo decidieron alejarse de aquel lugar. No siempre tenían esas oportunidades.

Esperaron a que todos acabarán, para poder caminar y ver los negocios llenos de decoraciones. Navidad estaba marcada por todos lados, no había ser humano que no trajera esa palabra marcada en su cabeza.

También estaba llena de personas, algunas comprando ropa o juguetes, los típicos regalos. Las familias se veían felices y los que iban en grupo de amigos disfrutaban de su momento.

Seungsik agradeció haber encontrado a esos dos o de lo contrario, justo ahora sentiría un enorme vacío.

— vayamos a fuera, ver correr a todos me está cansado.

Le hicieron caso a lo que dijo Sejun, hay veces en las que él realmente salvaba el momento con lo que llegaba a decir.

— ¿Quieren hacer algo más para perder el tiempo? No quiero volver aún. Preferiría mil veces estar aburrido aquí, que ver las caras de amargura del orfanato — esta vez opinó Hanse. — hey, creo que esa silueta se me hace familiar, ¿No creen?

Los otros dos voltearon a ver.

Y claro que era familiar, solo conocían a una persona fuera de su pequeño círculo social. Pero aquella no estaba sola, alguien más siendo abrazada por ella.

Sik volteó de nuevo a ellos — volvamos, — llamo su atención — tal vez necesiten de nuestra ayuda.

— si quieres evitarlo, creo que es demasiado tarde. Ya nos ha visto y ahora se acerca junto con su pequeña compañía.

Sejun mintió al describirlo de esa forma, pues era muy obvio que la persona que caminaba alado de Seungwoo era más grande que él.

— Nah, ¿Por qué ya quieres irte, Sikie? Sabemos que ese lugar, al igual que nosotros, no te gusta, entonces... — Hanse no pudo terminar su frase.

— Solo no quiero estar más aquí. Volvamos y ya no digan nada.

Seungsik volvió a intentar llevárselos del lugar, esta vez los jaló de sus brazos para que no pusieran ninguna excusa.

Aunque su intentó también fue en vano, sentía la mano de alguien sobre su hombro. Vaya que su suerte no existía, era un producto de su imaginación y nada más. Aún así, decidió no voltear a verle.

— hola, chicos. — Seungwoo les saludo — que bueno es encontrarlos de nuevo.

Hanse y Sejun lo saludaron muy alegres, al contrario del mayor, quién no pronunció ninguna palabra. Woo dejo pasarlo, no quería incomodar la situación, pero tampoco quería ser ignorado por él.

— ¿Pueden ir a pasear con nosotros? Pensábamos ir a ver alguna película o a un local para poder jugar. Pero sus ideas también serán bienvenidas.

— oh, sí, sí. Muero de ganas de perder el tiempo — Hanse habló emocionado.

Jun sabía de lo raro que se encontraba uno de sus amigos, así que decidió intervenir. — lo lamento, Seungwoo. Por esta vez no podríamos ir.

Volteó a ver a Hanse para que entendiera lo que quería hacer, pero este se hizo el que no vió nada. Vaya que podía ser algo enojón si él quería.

— ¿De acuerdo? — la mirada de Woo volvió a Sik. — espero que todo esté bien. Por cierto, él es Byungchan, es mi hermano.

Byung, quién no había hablado durante esos momentos, les sonrió amablemente.

¿Recuerdan la mente de Sejun algo perdida en quién sabe qué lugar? Pues justo ahora había vuelto a centrarse en alguien más. No sabía cómo expresarlo. Hasta su edad jamás había sentido alguna atracción por alguien y menos si no lo conocía. "Es como amor a primera vista", una voz por su cabeza sonó.

Su mirada no podía despegarse de aquella hermosa sonrisa, era tan única. Mostraba dos pequeños hoyuelos en cada cachete gordete que tenía. Sus ojos se habían vuelto algo chiquitos. Solo, era la sonrisa más bella que había visto.

Sejun estaba cayendo ante Byungchan, el hermano pequeño de Seungwoo. Vaya cambio más raro le ha tocado.

ᴄʜʀɪsᴛᴍᴀs  ¦  2sᴇᴜɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora