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Durante todo el camino al orfanato ninguno dijo alguna palabra. Solo eran ellos tres caminando, viendo a la nada y cada uno en su mente.

Al llegar ahí decidieron ir a estar un rato en la habitación de Seungsik, aún no habían tenido nada que hacer y sinceramente estaban agradecidos, querían disfrutar del resto del día.

— entonces... Seungsik tuvo un ataque de celos hacía Byungchan, el pequeño hermano de Seungwoo, ¿Cierto?

Las miradas de los otros dos se posaron en Hanse, quién estaba sentado en el colchón. Una mirada en específico con un toqué de pánico.

— sí, muy cierto — Sejun le siguió el juego. — tal vez eso quiere decir que a Seungsik le gusta "alguien", y ese "alguien" debe ser grande, a quien conoció de la nada y que siempre le ha acompañado y ayudado en muchas ocasiones.

Sí, esas comillas en la palabra "alguien" las dejaron muy en claro. A Sik no le agradaban.

— ¡Ah! Y a esa persona se le hizo extraño que a Seungsik no le hablará, ni siquiera le volteara a ver, ¿Verdad? — las palabras de Hanse si que podían ser muy directas.

Siguieron jugando más tiempo mandándole esas señales y Seungsik. Aunque intentó ignorarlas, hasta que en cierto punto lo hartaron completamente.

— cállense, no les he preguntado nada. Cállense, ese es problema mío. Cállense, si me llegará a gustar Seungwoo no sería nada malo. Cállense, cállense, cállense.

Kang salió de la habitación sin más.

— ¿Crees que nos hemos pasado? — Sejun aún seguía mirando la puerta por la que desapareció su amigo.

— no, o tal vez sí. Pero no merece ponerse así por alguien a quien no le ha aclarado nada. Además que no le pertenece, Woo no es algún objeto o algo así.

El silencio no tardó y fue más que claro que ambos chicos estaban de acuerdo con lo que recientemente habían platicado.

Por otro lado, Seungsik se encontraba caminando, intentando olvidar los acontecimientos que vivió en su propia habitación.

"Son unos idiotas, yo no siento celos por nadie" se dijo a sí mismo una y otra vez. Sentía como si estuviera forzandose a creer algo.

Inesperadamente se encontraba en la misma banca donde conoció a su mayor. Por una parte no era una gran sorpresa, mucho antes de conocerlo siempre frecuentaba ese lugar cuando necesitaba despejar su mente.

Pero ahora era diferente, aquel lugar le hacía tener más dudas y desconfianza de lo que tenía. No se sentía bien ahí para nada.

— Ey, Seung. ¿Ese nos es el chico del que tanto hablas?

Oyó a lo lejos un gran grito, y, de alguna manera, logró asustarle. No conocía a muchas personas con ese pronombre. Pero tampoco era como si conociera a muchas personas, solo eran deliraciones que su mente empezaba a causarle.

Camino un poco más lejos para encontrar un lugar donde si pudiera sentirse en paz. La lejanía, lo mucho que tendría que caminar no importaban en ese momento. Solo, quería estar bien.

¿"Bien"? ¿Exactamente bien de qué? No es como si alguien o algo hubiera hecho algo malo, ¿Cierto?", Si ganas de matar a su propia mente no le faltaban, ella no le ayudaba en absoluto. Dejo salir un suspiro.

Era más que obvio se encontraba cansando. Pero hablamos mentalmente. Físicamente su cuerpo se sentía bien, con ganas de salir al mundo y explorarlo más.

Aún cuando Seungsik era alguien tímido siempre le dio curiosidad todo. Quería conocer muchas cosas que jamás había imaginado, encontrar lugares que no muchas personas conocían.

Simplemente sentirse libre.

Se detuvo cuando empezó a sentirse cansado. Ver a la nada siempre era una salvación cuando no había gran cosa que hacer.

Escapar de todo era difícil, y lo era más porque no sabía exactamente qué era de lo que quería dejar atrás.

El silencio siempre es reconfortante cuando aprendes a estar solo. Le encantaba eso.

Y también, gracias a eso, recordó que hace mucho tiempo no tenía momentos donde se encontrará sólo. Siempre estaba junto a Hanse o Sejun. No pasó mucho y ya se había acostumbrado a aquel par.

— ¿sik, estás aquí?

Esa voz lo hizo entrar en alerta. ¿para qué alguien nombraria su nombre, especialmente sabiendo que estaba solo, o eso creía?

— Sik, Hanse y Sejun me dijeron que no estabas con ellos, y un amigo te vio correr hasta aquí. No creí que recorrerias tanto camino — sonaba más cercano. ¿debería esconderse?, ¿por qué estaba pensando en eso? él no había hecho nada. Odiaba su propia mente.

Tal vez lo mejor sería quedarse ahí, sin moverse hasta que el dueño de la voz, quien claramente sabe quién es, llegará.

Y siendo sinceros, fue más rápido. Una mano ya se había posicionado en su hombro.

Al voltearlo a ver, una sonrisa se posicionaba en la cara de Seungwoo, estaba igual de radiante y le hacía sentir reconfortado, como siempre.

ᴄʜʀɪsᴛᴍᴀs  ¦  2sᴇᴜɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora