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Ya era de mañana, y aquel chico rubio iba de camino a su primer dia en la compañia.

El clima era bastante frio, puesto a que apenas podia moverse debido a la increible helada que cayó en Seúl.

Entró rapidamente al lugar y el ambiente cálido chocó contra su cuerpo, el frio no lo dejaba siquiera respirar.

Eso si, jamás dirá que el verano es mejor que el invierno.

De camino a su estudio, se encontró con Sunny, quien estaba arreglando unos papeles en la secretaria.

—Buenos dias, Sunny. —La chica estaba muy concentrada, que al no percatarse de la presencia del rubio, se asustó.

—Casi me da un infarto, por amor a dios. —Llevó la mano a su pecho y su acompañante soltó una carcajada.

—Lo lamento, ¿Qué estás haciendo?. Se te notó bastante atenta con ello.

Guardó aquellos papeles en una carpeta color azul y la sostuvo con sus manos.

—Son algunos informes que Hyunjin me pidió para sus próximas sesiones. Pero dejando eso, hay una terrible helada allí afuera. ¿Quieres tomar un café?.

Éste asintió teniendo una sonrisa en sus labios y ambos fueron caminando a pasos lentos hacia la cafeteria.

Por otro lado, Hyunjin habia llegado algo atrasado. Con el humor hasta el suelo y sin ganas de absolutamente nada.

Me toman el jodido pelo. El virgo aparece entre las sombras.

—Mira nada más, Hwang Hyunjin, quien lo diría. —Ese tono de egocentrico total, le hacia sacar canas verdes.

—¿Vas a seguir molestando, Jisung?. —Trato de hablarle en un tono calmado, pero por dentro queria golpearlo.

—Lo lamento, aguafiestas. Al final me hiciste caso, ¿Te sientes mejor?.

—Eso no te importa. —Pasó a un lado de él, aunque fué en vano cuando escuchaba pasos detrás suya.

—¿Vas a hablar con él?.

Siquiera respondió, unos minutos de paz pedia.

—No se conocen en persona aún.

Y solo lo ignoraba.

—Si no fuera por mi, no lo hubieran contratado.

Esa fué la gota que rebalsó el vaso para Hyunjin, su ceño estaba fruncido y apretó sus puños. Simplemente volvió a ignorarlo y siguió su camino, dejando atrás al castaño.

—Mira. —Yongbok sacó su celular y le enseñó algunas fotografias a Sunny.— Ella es Rachel, mi hermana mayor, y la pequeña es Olivia.

—Son hermosas, tienen un gran parecido los tres.

—Don de la familia Lee. —Bromeé Lix y soltaron una carcajada.

—Deberia dejarle esto a Hyunjin, espera. —Pero antes de levantarse, el rubio la frenó.

—Tranquila, lo llevaré yo. —Tomó aquella carpeta azul y se levantó.— Solamente, dame indicaciones de su oficina.

[...]

Piso dos, estudio seis.

Felix subió las escaleras con aquella carpeta en mano, una vez llegó a la segunda planta, caminó tranquilamente para llegar al estudio indicado.

Un chico iba delante suya, pero no le restó importancia.

Éste mismo paró en seco y como el rubio iba distraido, chocó contra su espalda.