Kim Yeji
Estaba junto a Joy delante de la puerta de la habitación de Jennie.
- Jennie, por favor abre la puerta - le suplicó Joy.
- Ve a cambiarte yo hablaré con ella - le ordené.
Pues Joy me había explicado lo que pasó y entiendo como debe estar. Con namas mencionar a nuestros padres se pone así. No la culpo. Ella es la que sufrió más.
- Jennie - llame otra vez a la puerta - Ábremela o me pondré a llorar.
Segundos después escuche pasos acercarse a la puerta.
- Estoy bien Yeji - hablo con la voz quebrada - Ve a dormir.
- Quiero dormir contigo - le conteste - El coco está en mi habitación - reí.
Siempre le decía esa excusa cuando quería dormir con ella y siempre funcionaba.
Me sonrió y me dejó entrar, Joy llegó y con su cojín.
- Pues en mi habitación no hay un coco, si no Godzilla y a Kong peleándose - entro corriendo y se acurrucó al otro lado de Jennie.
Estábamos calladas mirando a un punto fijo sin hablar, bien acurrucada y juntitas.
- Jennie...¿Puedes contarnos un cuento? - pregunto Joy con voz de bebe.
Las tres reímos por lo bajo y Jennie aclaró su garganta para hablar.
- Cuál queréis? - preguntó en un susurro.
- El que tú quieras - dijimos al unísono.
Chou Yeonjun
Me encontraba con los chicos en una gasolinera ya que nos estábamos dirigiendo hacia la casa de la abuela de Sehun. Su abuela era la mejor, nos tenía como sus hijos.
Por la autopista pasaban muchos coches, camiones, autocares.
- ¡Yeonjun! - gritó Chanyeol - Quieres algo de la tienda? - me preguntó.
- Quiero unas papas y unos dulces, por favor - le contesté.
- De acuerdo - entro junto a Sehun y Baekhyun.
Me dirijo hacia mi hermano que estaba sentado en un banco del fondo con el resto.
- De que hablan? - me senté interesado por el tema del que tan fuerte hablaban.
- Jackson quiere un burro y llamarlo Mickel para que juntos sea Mickel Jackson - explico Jungkook entre risas que yo segundos después las imite.
- A esto se le llama pensar por si vosotros no lo sabíais - se cruzo de brazos el protagonista del tema.
- ¡Chicos! ¡Vámonos¡ - grito Sehun.
Minutos después estábamos por llegar a la casa de la abuelita. Nuestro cuento favorito era el de las 7 ovejitas que siempre nos contaba.
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Verdades Oscuras
Romance- ¡No puedes ser tu mi madre! -gritó Jennie atrayendo la atención de todos en ese salón. - Lo siento hija -lloraba la mujer mientras caía al suelo. - ¡No me llames hija! -gritó Jennie - ¡Yo no tengo madre, para mi, mi madre está muerta! La mujer pa...
