Capítulo 2

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Alanna

Apago la alarma que no deja de sonar y camino hacia la cocina para poner el agua a calentar, apenas pude pegar un ojo en toda la noche así que estar levantada a las seis de la mañana es un castigo. Mientras que espero, busco algo para ponerme que sea adecuado para la oficina, agarro una blusa roja con escote redondo, pantalón negro recto, y unas sandalias del mismo color.

Entro en la baño para hacer mis necesidades y suelto un bufido cuando veo mi rostro, las ojeras bien marcadas delatan las pocas horas de sueño que tengo, no creo que sea muy educado de mi parte ir el primer día de trabajo pareciendo un cadáver. Bueno, esa fue la peor comparación que pude hacer en estos momentos.

Me hago un maquillaje rápido y sencillo para tapar cualquier cosa que pueda delatarme y me acomodo el pelo con una cola alta, no estoy muy arreglada pero aunque sea ahora tengo mejor semblante. Vuelvo a la cocina y preparo el café junto con unas tostadas, desayuno tranquila mientras que respondo algunos mensajes de personas conocidas que me dan todo su apoyo y que querían mucho a mis papás.

Miro la hora en la pantalla de mí celular dándome cuenta de que se me está haciendo tarde y agarro el bolso con mis cosas, lo bueno es que varios taxis pasan por la zona así que encuentro uno bastante rápido y le doy la dirección de la empresa.

Haber respondido esos mensajes mientras que desayuné no fue muy buena idea, el estómago se me revuelve pero trato de relajarme, hoy va a ser un día muy importante y tengo que estar concentrada.

Después de diez minutos de viaje por fin llego al edificio, le pago al taxista y camino hacia la entrada, saludo al guardia de seguridad que me abre la puerta y voy hacia la recepción.

-Buenos días -la recepcionista despega la mirada de la computadora y me da una sonrisa.

-¡Buenos días! Felicidades por conseguir el trabajo.

-Muchas gracias.

-Tranquila que es fácil, lo único complicado es el carácter del señor Miller. Al principio te puede dar un poco de miedo, pero te vas a acostumbrar rápido.

-Eso espero -La chica agarra una tarjeta y me la entrega.

-Por las dudas es necesario que tengas estar tarjeta de identificación, como sos nueva todavía los guardias no te conocen y es posible que por un tiempo te la pidan para poder entrar.

-No hay problema, que tengas linda mañana -camino hacia el ascensor con una sonrisa en el rostro y presiono el botón del piso quince, no me quiero imaginar lo que pasaría si un día el ascensor se rompe, subir quince pisos por las escaleras es un locura.

Las puertas se abren y camino hacia la chica divertida que me atendió ayer, hay varios papeles esparcidos por todo el escritorio creando bastante desorden y al costado una silla con una pila de carpetas.

-Buenos días, ayer no pudimos presentarnos como corresponde, soy Katherine Williams.

-Alanna Waller, parece que hoy hay bastante trabajo -me acerco otro asiento que se encuentra disponible y cuelgo mi bolso en el respaldo.

-Hay días que suelen ser peores, pero cuando le agarres la mano te vas a acostumbrar al trabajo intensivo y lo vas a hacer sola.

-¿Sola? -¿No se supone que ella va a estar conmigo?

-Sí, el señor Miller estaba buscando vacante para el puesto de secretaria porque yo renuncio, aunque me gustaría quedarme con vos, lamento decirte que voy a abandonarte.

Sí, definitivamente no voy a durar una semana.

-No quiero sonar entrometida pero... ¿Por qué renuncias?

La Propuesta (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora