《 Patético 》

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Un día más para la pequeña Yamaguchi atrapada en el infierno junto a una manada de demonios, o como su maestra los llama compañeros de clase, al igual que todos los recesos la pequeña se encontraba comiendo su merienda en la parte trasera de la escuela, escondida entre las sombras de un gran árbol mientras esconde su rostro entre sus piernas, mojando un poco su falda con sus lágrimas, fue inevitable, contener sus lágrimas era difícil, su situación era insoportable, ser señalada por todos, el blanco de todas las burlas.

Ya no aguanto..

Cada día sus ganas de vivir bajaban. Comer mientras lloras no es para nada agradable, pero era mejor que lo que le esperaba en su aula.

Apenas entro a su salón su silla entro en su campo de visión, esta se encontraba tirada en el suelo al igual que su mochila cuyo contenido se encontraba esparcido en el suelo, su pupitre se encontraba lleno de puntos negros hechos con marcador negro, junto a palabras hirientes que la chica prefería no leer.

De forma silenciosa la pequeña Yamaguchi se acercó a su silla dispuesta a reorganizar sus pertenencias, levantando su silla y pupitre, pero justo cuando sus manos se dirigían a recoger sus lápices esta fue pisada cruelmente, dejando a la pequeña petrificada, lágrimas bajaron por sus mofletes siendo acompañadas por un ligero temblor en sus extremidades.

- ¡¿quieres recoger tus porquerías?! ¡no lo harás porque allí es donde deben estar al igual que tu! ¡solo miren su asqueroso rostro! ¡lleno de manchas horribles! - apenas dijo aquellas palabras el niño se agachó para sujetar con fuerza el cabello de su contraria, alzandola como si fuera un trapo sucio.

- ¡sí! ¡su cara es horrenda! ¡jajajajaja! - se burló otra chica de la clase mientras el niño agarraba a Yamaguchi, manteniendola como un animal en exposición frente a la clase.

La pequeña se sentía como un pedazo de papel en el viento, siendo pisoteado por quienes se encuentren en su camino, sin poder manejar el rumbo de su vida, fragmentada en todo su ser.

Ella no les hizo nada, solo quería tener una estadía normal en su escuela, lo único que deseaba era no resaltar, pero esas horribles manchas en su rostro no le ayudaban.

Entonces llegó la maestra quien se hizo la ciega ante la situación, hasta que el chico finalmente la soltó, haciéndola caer de rodillas en el suelo, la respiración de la pequeña era irregular, ella no podía hacer nada para defenderse

No, porfavor no..

Ella se sentía enjaulada como un ave a la que le cortaron las, atrapada en el piso sin poder volar.

¡saquen me de aquí!

Poco a poco la pequeña sintió como sus piernas se debilitaba, una sensación fría recorrió su columna hasta que finalmente cedió ante la situación, su cuerpo impactó en el suelo con un sonido sordo, llamando la atención de la maestra quien levantó a la niña entre sus brazos para llevarla hasta la enfermería.

Y allí la dejó, en una camilla para ser revisada por la enfermera, la cual llegó a la conclusión de que la joven acababa de pasar por un ataque de pánico, para después simplemente irse, dejándola sola en un ambiente frio y solitario, con la intenciónde que la pequeña descansara.

Despertar fue como meter su pie en una hielera, con solo sentir el aire frío del lugar su piel se puso de gallina mientras el miedo regresaba en el momento en que el silencio desapareció, el rechinar de la puerta llamó su atención haciéndola temblar un poco, hasta que pudo divisar el uniforme blanco de la enfermera.

- ¿niña ya te sientes mejor? - pregunto la enfermera apenas notó que su paciente estaba despierta, aunque la niña sólo movió su cabeza a modo de repuesta afirmativa - lo que esos chicos hacen contigo es inhumano, yo he intentado hablar con tus maestros y hasta con el director.. pero nadie me escucha, porfavor Tadashi tu no mereces pasar por esto, ya es la tercera vez en esta semana en la que te da un ataque de pánico por culpa de ellos, debes decirle a tus padres - menciono la enfermera preocupada, era horrible ver como trataban a la pequeña y no poder hacer nada.

- yo no podría, mis padres trabajan mucho.. no puedo hacer que se preocupen por esas tonterías - respondió Tadashi, dejando que las lágrimas bajaran por su rostro encontra de su voluntad - yo odio ser débil, ojalá pudiera defenderme sola ¡me odio! Mi cara es horrible, estas manchas en mi cara dan asco.. - otra vez se manifestó su auto-odio, pero era inevitable, es probable que creas aquello que te dicen a diario, quizás esos chicos no mientan, después de todo ella no hace más que mostrarles que no se equivocan.

La enfermera quedó sorprendida ante la respuesta, ella nunca creyó que la chica estuviera tan afectada, esos chicos eran unos monstruos.

- no Tadashi, eso no es cierto, tu eres una gran persona, lo demostraste varias veces, de hecho ya con el solo no golpear a esos tontos, demuestras que eres una gran persona con un gran corazón y no mereces esto, no eres inútil y mucho menos fea, ya lo verás, cuando encuentres a tu alma gemela - hablo la enfermera, intentado consolar a la pequeña, mientras masajea su cabello con sus manos.

- gracias por sus palabras, pero creo que mi alma gemela sentirá asco al verme, si me disculpa debo retirarme, si no llevo las bolsas de mis compañeros seguramente me golpearan - menciono saliendo de la enfermería, dejando a la enfermera con las palabras en la boca, rezando por el bienestar de la pequeña.

Tal como dijo, Tadashi se encontraba cargando las bolsas de sus agresores, aunque a duras penas podía dar un paso sin tambalear debido a lo pesadas que eran.

- ¡camina más rápido pedazo de mierda! - grito uno de los chicos, pateando a la chica, quien calló en el suelo junto a las mochilas de los chicos, obvio esto molesto a los agresores.

- ¡vaya que no sirves para nada maldita inútil! - grito otro de los agresores tirándole una mochila en la cara a la pequeña quien no soportó más y dejó salir su llanto mientras abrazaba contra su pecho una de las tantas mochilas.

Los agresores le iba a tirar otra mochila pero detuvieron sus acciones al escuchar una voz masculina a sus espaldas.

- que patético.. - hablo un chica rubio de lentes, quien miraba de forma directa a Tadashi sin mostrar alguna emoción completamente estoico he imponente.

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• hola gente •

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hola gente •

Esta historia será publicada de forma puntual todos los viernes, porque de hecho para cuando publiqué este capitulo ya la historia estará terminada.

Espero les guste tanto como a mi me gusto escribirla, gracias por tomarse el tiempo de leer.

(Sorry por el inicio sad)

Voten si les gusto así me motivo más para subir capítulos.

Nos leemos después!

Dulce torturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora