《 Estrellas rojas 》

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■○■○■○■○■○■Tsukishima era el tipo de persona que prefiere ser atropellado por un camión antes de pasar un día entero rodeado de preadolescentes estupidos, pero lamentablemente según su hermano el suicidio no era una obsesión, pero igual seguía vié...

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Tsukishima era el tipo de persona que prefiere ser atropellado por un camión antes de pasar un día entero rodeado de preadolescentes estupidos, pero lamentablemente según su hermano el suicidio no era una obsesión, pero igual seguía viéndose como una opción muy tentadora.

Las clases para el eran tan fáciles como un paseo en bicicleta, por eso para su suerte estas pasaron volando, fue un día normal, sin sobresaltos o emociones fuertes o eso creía el..

A la hora de la salida el joven rubio iba caminando de forma pacífica mientras escuchaba música, dejando que la melodías de Frédéric Chopin inunde sus oídos, hasta que el ruido exterior logró llamar su atención, encontrándose una imagen indignante.

Un grupo de chicos estaban agrediendo a una pobre chica a plena vista y nadie hacía nada, de hecho el tampoco pretendía hacer algo.. pero esa chica de alguna manera le llamaba la atención, esas pecas en su rostro eran hermosas, la hacían lucir como si tuviera una lluvia de estrellas impregnada en su rostro, pero esas lágrimas bajando por sus mejillas le hacían enfurecer ¿es que acaso esos chicos eran monos subdesarrollados? ¿Porque le hacen eso a tan hermosa ninfa celestial? O bueno eso era lo que pensaba Tsukishima mientras caminaba a paso lento en aquella dirección.

- que patético.. - fueron las palabras que salieron de su boca al estar frente a los chicos.

Un sabor dulce invadió mi paladar al ver la mirada llena de esperanza que me dedico la chica, ser su salvavidas, eso soy, un completo desconocido que desea limpiar sus lágrimas y golpear a ese grupo de cavernícolas barbaricos

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Un sabor dulce invadió mi paladar al ver la mirada llena de esperanza que me dedico la chica, ser su salvavidas, eso soy, un completo desconocido que desea limpiar sus lágrimas y golpear a ese grupo de cavernícolas barbaricos.

- ¿y tu que? vienes a recoger a esta mierda - hablo uno de los idiotas, yo solo me limité a sonreír socarrón ante su tono "amenazante"

- ¿de qué mierda hablas? Porque las únicas mierdas que yo veo aquí son ustedes - le respondi manteniendo mi tono despreocupado.

- ¿quién es ese? ¿Es un senpai? - comento uno de los agresores.

- no, el es Tsukishima Kei, esta en nuestro grado, creo que no deberíamos meternos con el - se escucharon los murmullos de las personas que nos rodeaban, al final el grupo de agresores se retiró del lugar dejando a la pequeña tirada en el suelo.

Dulce torturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora