Madres por 1 Semana- Chuuves

Jueves

Día 4

-6:30am-

Sooyoung se levantaba temprano, como nunca. Había recibido una llamada importante de su trabajo, tenía que ir urgentemente. Eso le preocupaba mucho ya que dejaría a Jiwoo con las tres pequeñas. Tendría que rezarle a todos los dioses para que cuando regresara, las encontrara a todas completas y sin ningún rasguño.

-Jiwoo- Llamó a su novia.- Amor, ya me tengo que ir.- Recibió un gruñido de respuesta.- Tomaré es como un "hasta luego, cuídate, te amo!.- Sin más le dio un beso de despedida y se dirigió a su trabajo.

-6:48am-

Jiwoo brincaba de su cama ya que Yeojin estaba llorando, se había hecho en el pañal y tenía que cambiarla. No fue un problema hacerlo, tres días de entrenamiento ya estaban dando frutos.

Como ya estaba despierta, decidió hacer el desayuno. Bajó a la sala con Yeojin en sus brazos y la dejó en su carriola que se encontraba cerca al comedor.

-Muy bien, Kim Jiwoo.- Se estiró y amarró su cabello en una cola alta.- Tienes a tres niñas a tu cargo, nada puede salir mal.- Se dio ánimos.

El desayuno consistió en jugo de naranja con una tostadas y huevos revueltos. A la bebé de diez meses le preparó unos pedacitos de queso con un pan de molde y su leche.

Se dirigió a despertar a la mellizas que descansaban tranquilamente en su cama.

-Hyejoo.- La movió un poco tratando de despertarla.- Yerim.- Hizo lo mismo que con su hermana.- Solecitos, es hora de despertarse. No quiero que se nos haga tarde para el colegio. Vamos, arriba, despierten.

Después de varios intentos, Jiwoo por fin lo logró. Como no contaba con la ayuda de Sooyoung esta vez, el proceso de cambiarlas fue más tardado.

-Hyejoo. ¿Puedes ponerte el pantalón?.- Le dijo sonriendo y la pequeña asintió.- Yerimmie, tu bracito.- La pequeña todavía se encontraba un poco dormida.- No no no, por ahí no.- Le agarró el brazo a Yerim, quien lo estaba metiendo por el lugar equivocado.- Por acá.

-Ya terminé.- Mencionó la pequeña Hyejoo.- ¿Puedo bajar a comer?

-Espera que termino de cambiar a Yerim, les lavo la cara y bajamos. ¿Va?.- Terminaba de ponerle el polo a la menor. Hyejoo solo esperó sentada en la cama jugando un poco con Oli, su lobito de juguete.

-No quiero ir a la escuela.- Yerim hizo un puchero y se tiró otra vez a la cama.

-¿Por qué no quieres ir? A ti te gusta mucho ir a jugar con tus amiguitos y con la maestra.- A Jiwoo se le hizo raro. Jinsoul muchas veces le había mencionado que a Yerim le encantaba ir a estudiar a comparación de sus hermana.- Solo faltan dos días para el fin de semana, vamos solecito, tú puedes.- La animó

-Tengo hambre.- Se quejó Hyejoo, agarrándose la pancita.

-Ya ya ya. Hay que lavarse la cara.

Un día antes que las tres niñas llegaran a su casa, Jiwoo y Sooyoung habían comprado unos banquitos para que las pequeñas pudieran llegar al lavamanos con facilidad.

Hyejoo fue corriendo a todo dar, la verdad es que si tenía mucha hambre.

-No corras, te vas a caer.- Le gritó Jiwoo pero Hyejoo le hizo caso omiso. Se escuchó un ruido proveniente del baño. La mayor ya sabía que había pasado.

Yerim se acercó a su hermanita que estaba sentada llorando en el suelo, agarrando su cabeza. La abrazó tratando de consolarla mientras que Jiwoo se agachaba tratando de calmar a la menor.

-Hyejoo, te dije que no corrieras.- La regañó un poco.- Ay bebe, a ver ¿Dónde te chancaste?

-Aquí.- Habló entre sollozos, señalando su frente.