🍁 Capítulo 6 🍁

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"A veces la luz, se puede volverse oscuridad"

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"A veces la luz, se puede volverse oscuridad"

Podía sentir cómo la brisa fría de la noche azotaba mi piel sin piedad, pero no me importaba.

Federico García Lorca dijo: La agonía física, biológica, natural de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

¿Cómo es que una simple frase pudiera revolucionar tantas mentes?

¿Cómo es que unas simples y pocas palabras podían describir una realidad que viven los seres humanos?

Todos los días intento dar lo mejor de mí, aun cuando por dentro estoy hecho un desastre. Me dicen que soy cruel, que soy frio, pero eso no es verdad. Solo te acostumbras a pensar y a actuar más con el cerebro, y menos con el corazón.

Recuerdo la primera vez que mi padre me golpeó. Recuerdo haber tenido la esperanza de que él se disculpara por todo el daño que me había hecho, nunca lo hizo.

FLASHBACK

¿Dónde estabas? —preguntó caminando de un lado al otro.

Estaba con Holland, quería pasar un último momento con ella antes de irme.

¡¿Te importa más esa chica que tu madre?! —gritó acercándose a mí con pasos rápidos y dando el primer golpe en mi rostro—. Por suerte no volverás a verla.

Observé a mi padre con terror, y por primera vez en toda mi miserable vida, tuve miedo de la persona que se suponía que debía protegerme.

Él retrocedió unos cuantos pasos hacia atrás, arrugó su ceño y salió por la puerta de la casa.

Yo me quedé sentando en el suelo, intentando no llorar, y desde ese momento, entendí que las cosas ya no volverían a ser como antes.

END OF FLASHBACK

Aprendí a no dejarme llevar por lo que sentía, digamos que me volví el típico fuckboy que la mayoría de las chicas quería. Sin embargo, no estaba orgulloso de eso.

Iba a fiestas, debes en cuando me emborrachaba, probé drogas y tuve sexo con muchas mujeres en una misma noche. Me metí en peleas y en cosas que un chico de quince años no estaba listo para experimentar.

Siento que no encajo en este planeta que llamamos tierra, pero tampoco quiero encajar. Acepto mi "rareza" como una virtud y no como un defecto, es mi naturaleza y nadie puede obligarme a cambiarme a menos que le dé permiso de hacerlo.

¿Cómo es que mi padre, se hacía llamar así, cuando cada puto día de mi vida lo convertía en un maldito infierno?

Siempre eran insultos, maltratos y golpes. Eso me había obligado a hacerme fuerte, tal vez ya lo era, solo que aquella fuerza interior no había salido a la luz.

Juguemos a ser fuertes [En Curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora