Capítulo 18. Psicología

7.1K 605 41
                                    

Walking Disaster – Sum41

You’ll never know what I’ve become, the king of all that’s said and done. The forgotten son? This city’s buried in defeat, I walk along these no name streets, wave goodbye toa ll as I fall.

Hoy había una auditoría en la preparatoria. Todos los alumnos de último grado hablaríamos de los progresos con las cartas. Lo que sabíamos de nuestro compañero anónimo y lo que habíamos aprendido hasta ahora sobre conocer a las personas. Cuando entré al auditorio de conferencias, noté la gran cantidad de alumnos que había. La escuela se dividía por rutas. Los de último grado éramos la ruta 080030. Habíamos cerca de 60 alumnos en la generación.

Caminé por las escaleras y subí hasta las últimas gradas, en las que casi nadie se sentaba. Algunos minutos después llegó Russel y subió hacia donde yo estaba. Me sonrió y miramos al frente. Muchas barbies, muchos gorilas, muchos estúpidos y otros tantos que yo no me daba el lujo de reconocer.

Aún recuerdo cuando entramos todos por primera vez. Muchos se habían ido durante los años cursados, pocos habíamos sobrevivido a la guerra diaria de una preparatoria pública. Embarazos, drogas, muertes, enfermedades, todo tipo de motivos nos habían arrebatado a nuestros compañeros e incluso había unos ignorantes que creían que sin la escuela sobrevivirían y ahora trabajaban en un supermercado… bueno, un empleo es un empleo.

La psicóloga, Alejandra Hudson, llegó, junto con dos prefectos que se hacían conocer como los machos, los reyes y señores de este lugar. Aunque en realidad no dominaban ni siquiera su propia oficina, menos a un montón de alumnos con deseo de acabar con el mundo. La directora, la señorita Fender, sí, como las guitarras y la madrina y directora del comité de padres de familia, la señora Norman.

Tenían una pizarra blanca al frente, en ella tenían una gráfica, en la que según ellos mostraba el progreso social de los alumnos desde que se inició la mecánica de las cartas. Todos habían aprendido a comunicarse mejor entre alumnos, aunque desconocidos, pero lo hacían y de alguna forma nuestras actitudes cambiaban, inclusive la mía.

-¿Es Jamaica? –preguntó Russ de pronto señalando hacia el primer escalón.

Allí se encontraba ella, traía su cabello recogido en un horrible moño sobre la cabeza, si había algo que me molestaba en una mujer, era que estuviera fodonga, o desarreglada. Vamos mujeres, un poco de gel, crema para peinar o una coleta basta, pero los moños o chongos… me perturbaban. Era mejor que se vinieran con el cabello suelto.

- Creo que sí, ¿qué demonios hace aquí?

- Tal vez la citaron para la auditoría, ¿ella está enviando cartas también? –preguntó y yo me encogí de hombros.

- Alumnos buenos días –llamaron nuestra atención- pongan atención por favor. Esta mañana nos permitimos citarles a todos los alumnos de la ruta 080030, para hacer un pequeño informe sobre el procedimiento “Carta Anónima” que se ha estado llevando a cabo en las últimas dos semanas. Debo admitir, que en un principio no teníamos mucha fe al proyecto –anunció la directora—pero conforme fueron pasando los días, los alumnos en detención fueron disminuyendo y los problemas entre alumnos también. Las citas conmigo no eran necesarias y ustedes mismos arreglaron sus problemas entre sí. No ha habido incidentes graves, salvo el de la señorita Jordan Longford que se encuentra presente y en buenas condiciones. ¿Cómo está?

- Bien –respondió ella y pude notar que estaba avergonzada, hasta yo lo estaría. Había tratado de suicidarse. Por mi culpa.

- El proyecto “Carta Anónima” se lleva a cabo todos los días laborables en la institución. Cada bloque de casilleros tiene buzones para cada alumno, la carta que es escrita por sí mismo es depositada allí y al día siguiente es cambiada por la carta anónima. La única que sabe quién es tu amigo anónimo es la psicóloga Hudson.

Ps: It's Me (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora