Capítulo 3. Ridiculeces.

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Lullaby- Nickelback.

Well, I know the Keeling of finding yourself stick out on the ledge and there ain’t no healing from cutting yourself jagged edge. I’m telling you that, it’s never that bad; take it from someone who’s been where you’re at. Laid out on the floor, and you’re not sure. You can take this anymore so just give it one more try to a lullaby...

Agosto 7, 2012.

Hey.

Sabes, creo que acabo de tener un problema con la chica. Te contaré un pequeño secreto. Ella me molesta porque es débil. ¿Qué chica en preparatoria siendo americana puede llegar aquí siendo una debilucha pobretona que no puede defenderse? Ayer debido a varios encuentros conmigo… le causé unas leves marcas en sus muñecas. Probablemente ahora que sabes esto… ya sabes quién sea yo.

Confío en que esto de la confidencialidad la respetarás de alguna forma, o probablemente mañana mi carta sea publicada en la web y yo me veré ridiculizado por creer que podría confiar en una chica anónima a la que realmente nunca conocería. En fin, me estoy viendo demasiado sentimental. El punto es… no sé si disculparme con ella. Sería como darle la razón y yo no quiero hacerlo. No puedo hacerlo.

¿Qué puedo decir acerca de mí? Tampoco me gusta mucho la comida de mar. ¿Te gusta la pizza?

Hasta luego chica NO hueca.

- Anónimo.

PD: Me llama Filí todo el tiempo, no sé qué demonios significa pero me molesta.

De nuevo en la primera clase. Todo el día de ayer me había quedado calmado en todas mis clases. La estuve evitando, no podría mirarle a la cara después de lo que le había causado en las muñecas. No era porque me sintiera exactamente mal. En realidad era porque si ella se burlaba o trataba de retarme, yo no me podría retener y mi instinto asesino se apoderaría de mí. No mantendría mi boca cerrada y probablemente acabaría haciéndola sentir aún peor.

Lo único que supe de ella, es que había sido llamada a rectoría debido a las vendas en sus muñecas. Ella por alguna extraña razón no confesó que habían sido causadas por mí. Sino dijo que había sido inmovilizada en una de sus peleas por el equipo de lucha al que asistía fuera de la escuela. Mi conclusión más acertada era que ella me temía y admito que me gustaba saberlo.

Me senté en mi mismo lugar, garabatee la fecha en la esquina de mi cuaderno y luego de cerrar los ojos, pude sentir de nuevo como mi flequillo se movía divido a su llegada. Esta mañana no traía las vendas en sus muñecas, pero sí traía una blusa de manga larga color negra de tela delgada. El cabello lo llevaba suelto y sus ojos ahora no estaban rojos.

- ¿Cómo están tus muñecas? –pregunté en un susurro una vez que la clase comenzó.

- Han estado mejor –dijo subiendo sus mangas para mostrarme su piel ahora más clara-. ¿Te alegra saber eso?

- ¿Por qué no les dijiste que yo te las habías causado?

- ¿Querías hacerte famoso en la escuela? –preguntó-. ¿Quieres ser el chico malo?

- Quiero saber por qué protegiste mi trasero. ¿Piensas que ahora te deberé una?

- Oh, claro que me la debes –murmuró arqueando esa maldita ceja. Apreté los puños y me acerqué más a sí-. No empieces Filí.

- Deja de llamarme de esa forma –respondí un tanto más enojado. Ella se giró tratando de dar por terminada nuestra conversación y yo también lo hice.

Ps: It's Me (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora