Capítulo 7. Definitivamente No.

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Agosto 10, 2012

Buenas tardes mi querido No Anónimo.

Quería decirte que me sorprende el grado de honestidad que tienes. Sé que esa chica no te agrada pero me alegra de algún modo que una parte de tu cabeza haya decidido ser amable con ella. Es cierto, se lo debes porque en un principio no debiste causar su accidente. De todas formas, si lo que quieres es imponer respeto, hay maneras. No quieres que ella se vea atraída por ti y tampoco quieres que te tenga cariño, lo único que me pregunto es: ¿por qué? ¿Te da miedo sentir lo mismo?

También está la parte de su familia, tal vez algunos de tus números rojos en la deuda bajarían si investigas algo más sobre ella como de qué forma puedes ayudarle. Ya sea avisándole a alguien en su familia o cuidándola mientras ellos no están. No necesitas hablar con ella, solamente escúchala, las mujeres funcionamos de esa forma.

Tal vez no tengas corazón mi querido socio, pero puedes fingir tenerlo por ella. ¿Tienes alguna mascota?

-Anónima.

Terminé de leer la carta y la metí en mi mochila como todas las demás que quedaban ahí. Cerré los ojos y sentí que toda la cara me dolía. Estúpido Darren Hinderburgh, si golpeaba bastante fuerte. ¿Qué debería esperar? Está en el equipo de rugby, era su capitán. De milagro sigo vivo y completo, será porque no he tenido clases con él todavía.

Todo el mundo me miraba, no quería saber de qué color tenía la mitad de la cara, pero sabía que no era el natural. Tomé apuntes por los dos y luego del timbre me dirigí a las demás clases tratando de concentrarme en mantener mi trasero fuera del camino de ese idiota y ser invisible, pero al parecer la paliza que nos dimos entre los dos en el gimnasio era la comidilla principal de hoy.

Llegué a la cafetería, me senté donde las D y todas estaban observándome. Rodé los ojos –lo cual dolió- y bajé la cabeza tratando de cubrir mis moretes con mi cabello.

- Entonces… ¿defendiste a tu novia? –cuando escuché esa pregunta sentí que todo en mí comenzó a arder, levanté el tenedor y lo acerqué al rostro de Daphne.

- Vuelves a mencionar la palabra con N y terminaré colocando el tenedor en una parte de tu cuerpo que ni siquiera conoces –dije furioso y ella se puso completamente blanca.

- Lo… lo siento yo…

- ¡Hey bastardo, ¿Qué le estás haciendo a mi novia?! –saltó uno del equipo de futbol. Genial, hoy era el día de: “Maten a Harry”.

- Nada imbécil, solo se estaba metiendo en cosas que no le importan –dije pero él ya tenía sus manos sobre mi camisa y me empujó a la mesa llenándome la espalda de comida y el cabello con la gelatina de alguna de las tres-. ¡Suéltame!

- Pídele perdón…

Solté una carcajada. Este idiota no me conocía en lo absoluto-. Claro que no –levantó el puño y me amenazó con él-. ¿Qué? ¿Tu puño? Es bastante bonito, ¿cada cuando dejas que ella te pinte las uñas? –oscuridad.

Para cuando desperté estaba en la enfermería y sentía que alguien acariciaba mi frente y mi mejilla. Abrí los ojos de golpe y Gemma estaba allí-. ¿Qué haces aquí? –dije con voz ronca.

- Papá y mamá me mandaron llamar. Has tenido días duros eh… -sonrió.

Miré a mi alrededor y todo aquí me parecía tan feo. Una habitación insultantemente pequeña donde a penas cabían las estanterías donde no había medicamento. Los cajones grandes que contenían solo los historiales médicos de los alumnos, los cuales en la gaveta negra eran de los estudiantes que habían tenido un herpes y sorpresivamente eran muchos. Me senté y toda mi cabeza comenzó a dar vueltas. Ella rió y tomó mi mano.

Ps: It's Me (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora