Pero es tan fácil | GONHEE

Lo siento

Byounggon se despertó el sábado con una nueva meta en la vida: hacer feliz a Yonghee cueste lo que cueste. Se levantó a mirarse en el espejo para preparar su discurso, debía pensar en que decirle exactamente a sus padres, si preparaba todo con esmero, al menos sabría que dijo todo lo que quería y como quería.

Sus padres debían aceptarlo tal y como era, no había forma en la que pudiera hacer algo que hiciera que sus padres lo odiaran, ellos lo amarian sin importar qué, tal vez tardarían en asimilarlo pero luego de conocer a Yonghee seguramente entenderían todo y aceptarían.

Pensaba alistarse para llamar a su madre y decirle todo, aún no sabía si hacerlo pro teléfono o ir a su pueblo para contarles todo, en ese caso debía preparar para tener que irse si las cosas se ponían tensas o algo.

Repentinamente tuvo un recuerdo de la madre de Yonghee. Cuando comenzó a salir formalmente con Yonghee este lo invitó a su casa, allí vivía solo su madre y su hermana menor. Yonghee ya le había dicho sus preferencias a su madre pero Byounggon sería la primera pareja que llevaría.

Yonghee le había contado a Byounggon que su madre no lo había sacado de la casa luego de confesarle todo, pero se había sentido casi así, afortunadamente Yonghee vivía en los dormitorios de la universidad por lo que realmente pudo alejarse del drama cuando le contó, pero su madre obviamente pensaba que sería solo una etapa.

O qué tal vez le faltaba acercarse a Dios.

El día que fueron a la casa de Yonghee, Byounggon estaba muy nervioso, y más tarde descubriría que debió estar mucho más nervioso. Enseguida llegó se encontró con la mirada de desprecio de la señora Kim, los dejo pasar y Yonghee lo presentó como su novio, incomodando obviamente a la señora.

El resto de la tarde pasó un poco más normal en una cena casi silencioso donde Yonghee solo le hablaba a su hermana y Byounggon se sentía observado por la madre de su novio.

—¿Hasta cuando? —repentinamente interrumpió la señora Kim luego de que terminaran el postre— ¿Hasta cuando haremos de cuenta que todo esto es normal?

—¿Qué te parece anormal mamá? —le preguntó la hermana de Yonghee frunciendo el ceño.

—Yonghee trajo a otro hombre a comer con nosotras diciendo que es su pareja, nada de esto tiene sentido —dijo ahora mirando a Byounggon.

—Pero es la realidad —le dijo Yonghee.

La madre de Yonghee comenzó a dar un largo discurso apelando a la religión, a las normas y a su crianza, en ningún momento fue interrumpida por ninguno de sus hijos y Byounggon solo quería que la tierra se lo tragara y escupidera en su cama.

Luego los hijos comenzaron a participar ruidosamente del debate hasta que la señora Kim comenzó a llorar tornando la bochornosa situación en algo más vergonzoso.

—Mi único hijo no me dará nunca nietos, ni se casará —dijo entre sollozos.

—Puedo hacer todo eso mamá —le aseguró Yonghee tristemente.

La señora solo se fue del comedor y su hermana intentó reconfortarlo un poco sin mucho éxito. Se fueron de la casa sin decir mucho más.

Byounggon condujo el auto hasta una carretera abierta a la que Yonghee le gustaba ir a ver estrellas.

—¿Por qué vinimos aquí? —le preguntó Yonghee cuando llegaron.

—Solo quería ver las estrellas contigo.

Yonghee miro por la ventana un rato hasta que finalmente se dejó llorar. Byounggon sabía lo triste que lo ponía la situación con su madre normalmente así que imaginaba que ahora era peor.